• 10 diciembre, 2012

Y de todos, uno

Y es que fue en el distrito de Rochdale, al noreste de la gran ciudad de Manchester, donde hace 168 años un grupo de artesanos fundó la Sociedad de Pioneros Equitativos de Rochdale, considerada la primera cooperativa moderna, y de donde emanaron los ideales de democracia y solidaridad que permean los principios cooperativos hasta el día de hoy.

Celebración mundial

Hoy Manchester ha retomado su protagonismo dentro de este movimiento, al ser el punto de llegada de una de las más importantes delegaciones de cooperativistas durante este año. Sus miembros han participado en Cooperativas Unidas, evento que se ha realizado este año del 30 de octubre al 2 de noviembre.

Esta actividad que culmina las celebraciones anuales de este movimiento, cuenta con expertos del universo cooperativo que llegaron a compartir sus reflexiones, estudios y análisis. También buscan aportar sus ideas y dejar volar sus esperanzas; todo ello de cara a los desafíos y, sobre todo, los beneficios que este modelo de producción puede aportar dentro de un sistema económico que podría estar alcanzando su agotamiento.

Los datos que se manejan dentro del foro sustentan el optimismo. La Alianza Cooperativa Internacional, uno de los principales actores dentro del movimiento a nivel mundial, posee la representación de unos 1.000 millones de afiliados.

Todos estos cooperativistas se sienten orgullosos de su impacto en las economías y sociedades, sean estas locales o globales.

Por ejemplo, en Francia existen cerca de 21.000 cooperativas que generan 1 millón de empleos, es decir, el 3,5% de la fuerza económicamente activa, según datos proporcionados por Coop FR, organización representativa del movimiento cooperativo francés.

El caso colombiano también refleja el impacto que estas organizaciones tienen en el empleo. Aquí el movimiento contrata a 137.000 personas de manera directa y más de medio millón en cooperativas del tipo trabajadores-propietarios, un 1% de su población, de acuerdo con datos de la Confederación de Cooperativas de Colombia.

La fuerza de estas organizaciones no es solamente económica, sino también social, tal y como quedó claro en otro evento simbólico, la Cumbre Internacional de Cooperativas, actividad que tuvo lugar en la ciudad canadiense de Quebec del 8 al 11 de agosto.

Fue en este lugar donde la también canadiense Universidad de Sherbrooke dio a conocer los últimos datos sobre el aporte de estas organizaciones en la vida de los individuos.
De acuerdo con la entidad académica, el sector cooperativo es responsable de garantizar acceso a alimentación, vivienda, facilidades financieras y electricidad a millones de personas, pues esas son sus principales cinco áreas de trabajo.

Esto se da en contraste con el interés de la empresa privada particular, que se especializa en actividades bancarias, producción de petróleo y gas, tecnología y productos farmacéuticos principalmente.

En el ámbito político, el poder del cooperativismo influye sobre decisiones gubernamentales, locales e industriales. Esto es un fenómeno con alcance global, ya que si los 725 millones de agremiados a las 300 cooperativas más grandes del mundo conformaran un país, sería la mayor democracia del planeta.

Esta participación democrática tiene un vértice poco conocido y es su impacto educativo.

Cuando las cooperativas informan, entrenan, educan y empoderan a sus agremiados, estas generan un sentido de identidad y de inclusión, como también lo confirma el informe de la Secretaría General de las Naciones Unidas del 2011.

Finalmente, el sector artístico y cultural se ve potenciado por la gestión cooperativa, en donde han encontrado un espacio para visibilizarse. Un ejemplo de esto es el Hotel Du Nord, ubicado en la ciudad francesa de Marsella, cooperativa de hospedaje que produce sus bienes y trabaja en preservar el patrimonio intangible de la comunidad.

Mayor músculo

En el ámbito financiero, también hay números que se dieron a conocer este año.

Aprovechando el evento en Quebec, la firma consultora Mc Kinsey & Company (MK&C) expuso lo que parece ser el primer estudio desarrollado por una gran empresa consultora acerca del desempeño del sector cooperativo a nivel mundial.

El análisis sirve para desechar mitos e incorporar nuevas realidades para la comprensión de este tipo de empresas.

En primer lugar, los expertos de MK&C se abocan a cuantificar el impacto de las cooperativas en la economía global. Su primera conclusión impresiona: hasta un 5% del Producto Interno Bruto mundial tiene su origen en ellas.

Por ello, es que estas entidades tienen una oportunidad de oro para aumentar su alcance, luego de la crisis financiera internacional. Dominic Barton, director global de MK&C, asegura que la credibilidad propia de estas organizaciones es una de sus mayores fortalezas.

“La confianza en los negocios ha disminuido desde 1966, excepto en lugares como China e India. Sin embargo, cuando se analiza el caso de las cooperativas, la tendencia ha sido positiva”, asegura.

Y esta confianza acarrea otros números.

Otro de los descubrimientos importantes del estudio es que del 2005 al 2010, las cooperativas crecieron al mismo ritmo en que lo hicieron las empresas privadas tradicionales, incluso aquellas que tienen participación en las bolsas de valores.

De acuerdo con los autores, esto no debería sorprender si se toma en cuenta que las cooperativas generalmente se enfocan en el bienestar de sus miembros, una mayor proximidad y conocimiento de sus mercados y generalmente se adhieren a un sistema de valores que benefician a sus agremiados.

Al analizar en qué campos estas ventajas son más significativas, las áreas de seguros y de finanzas son las ganadoras. Aquí, la vasta mayoría de los clientes son también propietarios. Las cooperativas de consumo mantienen un desempeño muy parecido con las organizaciones capitalistas tradicionales.

Varios denominadores comunes explican el éxito de este modelo de negocios.

En primer lugar, ellas colocan los intereses de sus miembros por encima de las metas financieras de corto plazo, lo que genera una ampliación de su base de agremiados y una mayor lealtad por parte de estos.

Además, procuran maximizar la proximidad con quienes las conforman, con el fin de entender lo que necesitan para servirles mejor. Esto no implica necesariamente una cercanía física, sino una relación más profunda con sus clientes. Esta forma de operar permite a las cooperativas diseñar productos a la medida, lo que a su vez genera una ventaja competitiva real.

Finalmente, este tipo de empresa tiende a crear unidades de negocios para ofrecer múltiples productos o servicios, lo que les da la capacidad de servir mejor a sus asociados y, por ende, crecer.

Oportunidades de crecimiento

Si bien el modelo de toma de decisiones democráticas provee al sector cooperativo de importantes ventajas competitivas, también es la causa de algunos de sus más importantes desafíos.

El principal es mejorar la agilidad en la toma de decisiones y poder aprovechar las oportunidades de crecimiento en el momento justo.

De acuerdo con un equipo de investigación dirigido por Vincent Bérubé, investigador de MK&C en Canadá, las cooperativas no miden con tanta consistencia el desempeño de sus actividades, lo que se traduce en una mayor lentitud a la hora de resolver problemas o aprovechar oportunidades.

Además, muestran una menor capacidad de renovación, por los que sus estructuras cambian más lentamente. Junto a lo anterior, se detectó que estas organizaciones enfrentan algún problema para encontrar y desarrollar el talento humano acorde con sus necesidades estratégicas.

Para superar estos escollos, los cooperativistas del mundo han echado mano de la tecnología para hacer las consultas cuando se tiene una cantidad importante de miembros, lo que agiliza el proceso de toma de decisiones.

Además, muchas de estas empresas han recurrido a la creación de entidades privadas tradicionales para ejecutar ciertas tareas de manera más expedita, e incluso, han echado mano del outsourcing para desentenderse de asuntos que no tienen que ver con su actividad principal.

“Mientras las cooperativas continúan su crecimiento y se convierten en grandes empresas, su agilidad organizacional determinará si sirve a sus agremiados en forma competitiva en un mundo cambiante. Mejorar las capacidades de toma de decisiones en apego a su misión y principios, es el desafío de toda cooperativa moderna”, concluye el documento.
Al respecto, Peter Marks, presidente de Co-operatives Group, la mayor asociación cooperativa del Reino Unido, tiene una opinión clara.

“No tiene sentido aprovechar el modelo cooperativista como diferenciador si los productos y servicios no son tan buenos como los de la competencia”, asegura.

Marks también añade un elemento de cuidado: “La gente que se casa con corrientes políticas y sociales que contradicen los intereses comerciales del negocio. Creo que esto es la debilidad del modelo cooperativo.”

Formación

Los asistentes a la cumbre exudan positivismo.

Junto con la coyuntura internacional consideran que la mentalidad de las nuevas generaciones está abierta a probar cosas distintas. De todos modos, su entorno los ha acercado a ambientes donde subyace la mutualidad.

Así piensa Charles Gould, director general de la Alianza Cooperativa Internacional.

“Ahora hay una generación que ha crecido con un cierto tipo de cooperación a través de las redes sociales, esto debería hacerlos más receptivos, pero no han oído sobre él como modelo empresarial”, afirmó en declaraciones dadas a la agencia de prensa IPS a inicios de octubre.

Parte de aprovechar esa posibilidad de calar hondo en la juventud, pasa por desarrollar carreras y maestrías en gestión del cooperativismo, una oferta académica que aún es incipiente, de acuerdo con Gould.

Dicha formación ayudaría a dar una mejor idea de lo que es el movimiento.

Según los resultados de un reciente estudio de la firma Ipsos y la Universidad de Quebec en Montreal, la mayoría de los individuos a nivel mundial se han quedado con la visión de que una cooperativa es pequeña y rural. De lo contrario traiciona sus principios.

Algo así le ocurrió a Stephanie Guico, coordinadora del programa Futuros Líderes durante la cumbre.

A través de IPS, afirmó que “la mayoría de las instituciones educativas están orientadas hacia el modelo capitalista, que es demasiado complejo, y tienden a simplificarlo o minimizarlo”.

Asegura, además, que si no hubiera decidido explorar las cooperativas por su cuenta, seguramente habría continuado pensando que estas solo se dedicaban a hacer artesanías y a funcionar como pequeñas empresas agrícolas.

A pesar de esto, tanto Gould como miles de asistentes a la cumbre ven muy probable que de aquí al 2020 el modelo cooperativo será la estructura empresarial que más crezca en el mundo.

No debería ser algo imposible, de hecho fue el mismo Adam Smith, padre del liberalismo económico, quien afirmó que “el deber del emprendedor es cuidar la sociedad en la cual opera”.

Rommel Téllez
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Etiquetas: cooperativas / Negocios

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