• 4 enero, 2024

Un colombiano lidera Foodology en Ciudad de México

Un colombiano lidera Foodology en Ciudad de México

Es el responsable de la rentabilidad, las ventas, el crecimiento y la operación de la compañía.

Por Milagros Sánchez Pinell

Hay cuatro cosas que le apasionan a Juan Diego Martínez, la innovación, la cocina, el fútbol y el kitesurf; un colombiado que hoy radica en México, donde ocupa el cargo de gerente de la compañía Foodology para Ciudad de México.

Se graduó en Administración de Empresas en la Universidad Javeriana de Bogotá y posee varios estudios en Innovación, Mercadeo Digital, Programación y Emprendimiento.

En el 2021, por “azares del destino”, en donde convergieron muchas coincidencias, se integró a Foodology, una startup nacida en Colombia que se posiciona en el mercado como la cadena de restaurantes virtuales más grande de Latinoamérica.

La compañía ofrece diversas marcas de comida a través de las plataformas de delivery: Rappi, Uber Eats, Ifood y Didi. Foodology es el resultado de un exitoso proyecto de MBA de sus fundadores Daniela Izquierdo y Juan Guillermo Azuero. Se constituyó en el 2019 en Colombia y expandió sus servicios a Brasil, México y Perú.

De Guadalajara a Ciudad de México 

La primera posición que Juan Diego ocupó en Foodology fue como City & Growth Manager de Guadalajara. Posteriormente, fue promovido al cargo de gerente para Ciudad de México.

“Es un camino espectacular, lleno de retos que disfruto todos los días y que me invita a crecer. En gran parte creo que ahí radica el éxito en lo que hago. Un viejo mentor me dijo: disfruta el camino que es eterno, en vez de la meta que es fugaz. Eso es lo que trato de imprimirle a mis días y a los equipos con los que trabajo”, manifestó.

Juan Diego, al asumir este nuevo reto, tiene claro que Ciudad de México es un mercado relevante para la compañía y debe destacar por sus indicadores financieros, de calidad y operativos.

Es por ello por lo que le gusta ejercer un liderazgo cercano, horizontal y con objetivos definidos. Además, le gusta apoyar a su equipo en su desarrollo, verlos crecer y acompañarlos, pero dejándolos hacer.

“También disfruto y creo que es absolutamente clave apoyarme en sus experiencias, visión y conocimiento. Creo que esto se logra mediante varios tipos de liderazgo, pero si tuviera que escoger uno, quizás me decanto por el transformacional”, expresó.

Por tanto, señala que para que una startup logre sus objetivos necesita de un personal talentoso, empoderado, comprometido 200% y enamorado genuinamente de lo que hace.

“Me apasiona la industria en la que estoy y la cocina en general. Igualmente, me encantan los retos y traer grandes resultados de forma rápida. Entonces, la dinámica de un startup me entra como anillo al dedo”, señaló sobre las poderosas razones por las que le apasiona su trabajo en Foodology.

Hasta hoy, el joven gerente de 32 años considera que su mayor aporte a la empresa son los resultados tangibles de su gestión liderando la exitosa apertura y administración de la sucursal de Guadalajara.

En tan solo dos años pasó a ser el segundo mercado para la compañía en México, superando a Monterrey que abrió cuatro meses antes. Hoy, Guadalajara es la tercera ciudad más relevante para Foodology Global.

“Dentro de los principales hitos alcanzados destaco la apertura de seis cocinas, un centro de producción en poco menos de cinco meses, más de 100 trabajos formales generados y más de 500 000 órdenes entregadas. Todo esto nos permitió consolidarnos como la ciudad con más órdenes por cocina del grupo”, detalló.

Todo lo anterior, es parte del trabajo diario de motivación que ejerce Juan Diego a su equipo para que demuestren con resultados su capacidad de ejecución.

“Los motivo a que nos creamos el cuento de que cada persona que trabaja con nosotros debe de querer ser mejor que el día anterior, tanto profesional como personalmente. Eso con el fin de que cuando nos acostemos lo hagamos con la satisfacción de haber dejado nuestra mejor versión en la cancha”, admitió.

Trayectoria laboral y de emprendimiento

Juan Diego Martínez, se autodenomina como “un loco con suerte”. Eso sí, entendiendo la locura como la capacidad de creer en uno mismo, sin importar las circunstancias y la suerte como ese “valioso intangible que se puede capturar todos los días entre las cinco y seis de la mañana”.

Realizó su práctica comercial en Nutresa, empresa líder en el sector de alimentos en Colombia, donde dirigió el programa de fidelización y desarrollo de la compañía que capacitó a más de sesenta tenderos en módulos de mercadeo, finanzas, servicio al cliente y desarrollo personal.

También, durante tres años, fue el responsable del Canal de Autoservicios Independientes en Tecnoquímicas, uno de los laboratorios farmacéuticos más importantes de Colombia.

Por otro lado, Juan Diego tuvo su etapa de emprendedor desarrollando sus propias compañías. Fue uno de los fundadores de los primeros coworkings de Cali “El Lab” y cofundador de “Waco”, una agencia digital especializada en web marketing digital y de software.

“Esta fue una de las etapas en la que más aprendí como persona y como profesional. Creo que la enseñanza más grande es saber que los buenos emprendedores son gente berraca que nunca se asustan y que capturan las oportunidades que encuentran en el mercado. Son personas que creen en sí mismas y que independientemente que sepan o desconozcan cómo hacer las cosas, dan credibilidad, aprenden rápido y responden a la confianza que depositan en ellos”, explicó.

Después de su experiencia como emprendedor, trabajó en Chiper, un startup cuya visión es transformarse en el Amazon de las tiendas de barrio mediante una aplicación. Allí lideró las categorías de bebidas no alcohólicas, licores y tabaco.

“En Chiper aprendí a elevar mis pensamientos, acciones y resultados a otro nivel. Estas compañías entienden que los límites llegan hasta donde tu mente lo permita y que siempre hay una manera de lograr los objetivos. Quizás sea difícil al inicio, pero te das cuenta de que el trabajo disciplinado siempre trae resultados, especialmente cuando trabajas con personas talentosas que comparten la visión y los valores de la compañía”, relató.

Finalmente, llegó a Foodology, empresa que lo llevó a emigrar a México, un país que le resulta espectacular, y que junto a su esposa Isabella Motoa le encanta conocer en su tiempo libre. En el día a día, afirma, que cuida de su energía mediante el ejercicio físico y respiraciones “Wim Hof”.

Sus planes a futuro se centran en seguir construyendo oportunidades en América Latina, impulsando el desarrollo social y ayudando a reducir la pobreza y la desigualdad. Todo ello como parte del rol que, según él, las personas que están en posiciones de impacto y las empresas en general, deberían de jugar en la sociedad.

Etiquetas: colombia / Gastronomia / México / Negocios / Personaje de la semana / startup

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