Solo 1 de cada 6 personas se siente altamente conectada con su trabajo, siendo los colaboradores en sitio los menos conectados.
En un momento en el que los mercados de talento se encuentran en cambio y las empresas continúan navegando los efectos de la pandemia de COVID-19, una nueva investigación de Accenture reveló que solo una de cada seis personas se encuentra altamente contectada, en un sentido humano, con el trabajo – con las personas que se encuentran en sitio siendo las menos conectadas.
El reporte “La cultura organizacional: de siempre conectados a omni-conectados” describe como las compañías pueden reforzar la cultura y la conexión al entregar “experiencias omni-conectadas” que nivelen el campo de juego, permitiéndole a las personas participar de lleno y tener una experiencia equitativa – creciendo en sus carreras, construyendo relaciones, y creando valor e impacto para las personas y el negocio- sin importar dónde trabajen físicamente.
Este estudio desafía la suposición de que solo trabajando en sitio las personas se pueden sentir más conectadas. Las personas que trabajan en sitio, en comparación con las que trabajan en espacios híbridos o remotos, se sienten las menos conectadas de los tres grupos estudiados – 42% de los trabajadores en sitio mencionaron sentirse “no conectados” contra 36% híbridos y 22% completamente en remoto. Aunque el tiempo en persona es vital, la proximidad física sin apoyo del liderazgo, flexibilidad, tecnología o sentido de propósito no necesariamente se traduce en que las personas se sientan más conectadas con su trabajo, o uno con los otros.
La investigación también muestra que las empresas cuyo personal se beneficia de las experiencias omnicanal pueden obtener una prima de crecimiento de los ingresos del 7,4% anual. La omni-conexión también construye confianza, con 29% de los trabajadores omni-conectados mencionando que sienten mayor probabilidad de experimentar un alto nivel de confianza en su organización. Adicionalmente, estar omni-conectados representa 59% de la intención de un colaborador de quedarse en su puesto y arriba del 90% de las personas omni-conectadas dicen que pueden ser productivas dónde sea.
“Las personas y la cultura de una organización son sus principales fuentes de competitividad y están en el corazón del crecimiento. A medida que las personas fundamentalmente re-evalúen su relación con el trabajo, como líderes tenemos la oportunidad de reforzar la cultura viendo más allá de los espacios y lugares” mencionó Alejandra León, directora de Recursos Humanos de Accenture Costa Rica. “Al crear experiencias omni-conectadas, la capa de liderazgo ponemos de primero las relaciones y nivelamos el campo de juego para que cada persona pueda trabajar a su máximo potencial de la forma que mejor funcione para ellos – lo que profundiza la confianza e impulsa los resultados del negocio”.
Construyendo una organización Omni-conectada
Solo 17% de las personas entrevistadas sentían que se beneficiaban de una experiencia omni-conectada en el trabajo. El reporte presenta un camino a seguir para que las y los ejecutivos puedan crear experiencias omni-conectadas que impulsen la productividad, promuevan la retención y el crecimiento de los ingresos.
El liderazgo debe comenzar por responder a las necesidades fundamentales de las personas. Estos hallazgos construyen sobre el anterior reporte “Net Better Off”, el cual identificó seis necesidades humanas que, al ser resueltas, desbloquean dos tercios del potencial de las personas en el trabajo. La satisfacción de estas necesidades es el factor más importante para el éxito de las experiencias omnicanal.
El reporte identifica cuatro acciones clave que desbloquean el valor – para personas y empresa – a través de experiencias omni-conectadas:
Fomentar un liderazgo moderno: Liderar escuchando primero y luego siguiendo ese compromiso con acción. Cuando las personas se sienten libres para hablar, deben ser recibidas con empatía, compasión y respeto. Al comunicar de forma regular y transparente, se refuerza la confianza de su gente.
Desarrollar una cultura de crecimiento: Las personas que ven una línea clara desde su trabajo con el propósito de la compañía se sienten más conectadas y satisfechas. El liderazgo puede profundizar esa conexión promoviendo el impacto que las ideas y experiencias diferentes aportan para el éxito a largo plazo de la organización, y crear un ambiente en el que se cuide la salud integral de las personas.
Permitir una organización ágil: Las experiencias omni-conectadas permiten que las personas sean productivas donde sea que estén. Las y los líderes necesitan expandir la noción de flexibilidad para también considerar dónde y cómo los individuos trabajan mejor. Desde ahí pueden construir marcos de flexibilidad que sean lo suficientemente ágiles para adaptarse a las necesidades cambiantes de un ambiente fluido.
Empoderar a las personas a través de la tecnología: Construir una fundación robusta de tecnología en la nube es el primer paso. El siguiente es empoderar a las personas a experimentar y explorar tecnologías emergentes como el metaverso y darle a las personas la autonomía para mejorar sus propios procesos usando la tecnología y los datos.
“Los líderes debemos enfocarnos en accesar, crear, y desbloquear el potencial completo de nuestra gente, esta es una oportunidad para re-evaluar la cultura laboral y formas de trabajo” confirmó Alejandra León, directora de Recursos Humanos en Accenture Costa Rica. “Al crear un ambiente enfocado en la conexión, la comunicación y la construcción de confianza, hacemos sentir a nuestra gente que su tiempo y talento es respetado y valorado, lo que señala nuestra investigación que genera dividendos en términos de ingresos y productividad”.
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