• 2 noviembre, 2021

Diagnóstico temprano es clave para vencer cáncer de mama

Diagnóstico temprano es clave para vencer cáncer de mama

La detección oportuna y el tratamiento a tiempo aumenta la sobrevida de una paciente con esa enfermedad.

El diagnóstico y el acceso a tratamientos de manera oportuna son las dos armas infalibles para atacar con éxito el cáncer de mama y permitirles a las pacientes con esa enfermedad aumentar su sobrevida y garantizar calidad y plenitud en esos años.

“La detección temprana es la posibilidad de descubrir el diagnóstico en las etapas que todavía son curativas y en las que se puede hacer un tratamiento, estéticamente, menos alterado para la paciente, y donde el pronóstico oncológico sea el mejor”, explica el doctor Allan Ramos, oncólogo médico en el Hospital San Juan de Dios, de Costa Rica.

Hacer ejercicio, tener una dieta adecuada y, en general, contar con un estilo de vida saludable, son elementos que pueden prevenir el cáncer de mama; sin embargo, hay factores imposibles de sortear como la genética y otros que predisponen a este mal.

Por ello, es que los expertos abogan por exámenes como la mamografía, que permite una detección de tumores pequeños, que de otra manera serían imposibles de encontrar. El autoexamen de mama es también recomendado, pero debe ir acompañado de otros diagnósticos.

Ramos indica que en etapas tempranas la posibilidad de cura es de casi el 90%, si existe diseminación del cáncer a otras partes del cuerpo como hígado, pulmón, hueso, la supervivencia baja considerablemente.

La edad promedio en la que se diagnostica esta enfermedad es de 50 años. Hoy día se sabe que hay tumores más comunes en mujeres de 70 años, por ejemplo, mientras que otros aparecen mucho antes de esa edad, incluso previo a los 40, cuando, sobre todo existe un componente hereditario.

Vencer el miedo

El miedo y la falta de recursos son los principales enemigos de un diagnóstico oportuno. Por un lado, muchas mujeres desconocen a dónde acudir para realizarse el ultrasonido y mamografía y sienten temor por el costo. Por el otro lado, hay incertidumbre respecto a la posibilidad de que las pruebas detecten algo y, de ser el caso, qué hacer frente a una noticia de tal magnitud.

Sin embargo, debería dar más miedo tener una detección tardía en la que haya poco por hacer, por eso la importancia de impulsar a las mujeres a efectuarse anualmente los exámenes de rigor y practicar el autoexamen de mama de forma mensual para descubrir a tiempo eventuales cambios en las mamas.

“Es increíble que sigamos perdiendo vidas por el cáncer de mama. Es una enfermedad difícil de prevenir, pero sí podemos evitar que más mujeres sigan falleciendo por esta causa”, comenta Priscilla Urcuyo Lacayo, coordinadora del Programa de Lucha contra el Cáncer de Mama de la Fundación Ortiz Gurdián (FOG).

“Más miedo nos debería dar detectarlo tardíamente, enfrentar un diagnóstico avanzado o ser indiferentes a un cambio que noto en mi seno, debemos cambiar esa perspectiva y pensar en una detección temprana”, agrega la experta.

El programa de salud de la Fundación Ortiz Gurdián tiene actualmente a 260 mujeres luchando contra el cáncer.

El 85% de las pacientes que llegan al programa logra una sobrevivencia de cinco años o más; la meta es alcanzar el 100%. Todavía hay pacientes que acuden en etapas tan avanzadas en las que solo es posible proveerles calidad de vida en los años que les quedan.

La Fundación desarrolla un gran trabajo en la lucha contra el cáncer de mama en Nicaragua, pues trabaja en la detección temprana del mal en mujeres en condición socioeconómica vulnerable, les brindan tratamiento y les acompañan en todo el proceso, iniciando con la parte emocional y psicológica.

Esperanza

En 12 años de existencia, la FOG, a través de la Clínica de Cáncer de Mama, ha otorgado más de 70.000 bonos saludables, que consisten en chequeos completos que incluyen mamografías, todos gratuitos, además, ha diagnosticado y atendido a más de 1.400 mujeres de pocos recursos, otorgándoles el tratamiento completo de cáncer de mama durante cinco años, sin costo alguno para la paciente.

La FOG atiende el 7% del total de los casos de cáncer de mama que se registran en Nicaragua, principalmente en mujeres entre los 35 y 70 años, de escasos recursos y que carecen de seguro social, por lo que se les hace difícil acceder a métodos diagnósticos y terapias.

El equipo multidisciplinario de la FOG, compuesto por 23 colaboradores, brinda fe y esperanza a las pacientes, quienes reciben quimioterapia, terapia hormonal, cirugía de mama, atención psicológica, fisioterapia y se les imparten cursos de terapia ocupacional, para hacerles sentir útil y que el padecimiento sea más llevadero.

El acompañamiento psicológico y el empoderamiento son ejes transversales del manejo del cáncer de mama, también se procura el involucramiento de la familia, por lo que uno de los requisitos de la FOG es que las pacientes estén siempre con un cuidador o cuidadora.

Valioso apoyo

En muchos casos, las pacientes son jefas de hogar que aún enfermas deben salir a trabajar para asegurar el sustento de sus hijos, otras enfrentan el abandono de sus parejas o situaciones de violencia, pobreza y desempleo, por lo que el cáncer solo es un problema más que se suma a los inconvenientes que ya atraviesan.

“Recuerdo el caso de una paciente que vendía café en una parada de bus, y ella, aún con los efectos de la quimioterapia, con cansancio y dolor en su cuerpo, se levantaba por sus hijos e iba a la parada todos los días. Tenía mucho miedo de decirle a las personas por lo que estaba pasando, entonces se ponía un sombrero grande para protegerse del sol y ocultar que estaba sin cabello”, cuenta Urcuyo.

Esta señora retrata la manera en cómo el miedo paraliza y retrasa un diagnóstico oportuno, pues ella pasó un año sintiéndose la pelotita en el seno, pero desconocía a dónde ir. En una ocasión le mencionó a una vecina el tema y, por suerte, ella conocía a una de las voluntarias de la FOG y la remitió.

“Tienen mucha fuerza y amor a la vida. Para ellas la clínica se convierte en un hogar, muchas veces terminan su tratamiento y quieren seguir aquí y apoyar a otra paciente y crean una red y comunidad orgánica entre pacientes y colaboradores de la Fundación”, cuenta Urcuyo.

La FOG cuenta con dos iniciativas de apoyo como Movimiento Cuídate, que son 50 voluntarias sobrevivientes de cáncer de mama haciendo incidencia en sus comunidades, y Poderosas, que consiste en mentoría que realizan, también sobrevivientes, con pacientes recién operadas, para que puedan visualizar que es posible vencer el cáncer.

Contracorriente

La pandemia por COVID-19, al igual que en muchos otros sectores, causó un gran impacto en la Fundación Ortiz Gurdián y puso en el camino retos que superar, y es que el cáncer avanza y desconoce de cuarentenas o pausas, por ello la FOG continuó su labor.

Establecieron roles de atención para minimizar riesgos de contagio en las pacientes que recibían quimioterapia, reforzaron en ellas el tema de autocuidado porque su sistema inmune está débil e implementaron estrategias para la protección y seguridad del personal.

Pero el mayor impacto ocurrió en la captación de fondos, ya que muchas empresas amigas de la Fundación se vieron también afectadas, por lo que recortaron recursos que iban destinados a causas como la de la FOG, de ahí que han hecho un trabajado grande para optimizar los ingresos y continuar con la atención.

“Son retos, pero seguimos adelante. Aún en el pico más alto de la pandemia la fundación ha mantenido abiertas sus puertas, hemos reorganizado la atención y continuamos contra viento y marea. Es imposible dejar de aplicar un tratamiento o una quimioterapia, o retrasar un chequeo”, afirma Urcuyo.

Si desea apoyar a la Fundación Ortiz Gurdian puede hacerlo de diferentes maneras: amadrinando a una paciente, como empresa desarrollando campañas en conjunto para sensibilizar a cliente, brindado recursos o hasta colocando alcancías en comercios.

En enlace de donación en línea de la Fundación es https://fog.partners. iprisk.io/ o encuentra más información en la página web www.fundacionortizgurdian.org

La Fundación nació a raíz de una experiencia personal que tuvo su fundadora Patricia Gurdián de Ortiz, quien durante su diagnóstico y su lucha con el cáncer de mama soñaba con crear un proyecto que facilitara a las mujeres de escasos recursos de Nicaragua el acceso a un diagnóstico oportuno y a un tratamiento de calidad.

Se apoyó desde el 2004 al hospital Berta Calderón y en 2010 se construyó la Clínica de Mama.

Etiquetas: Cáncer de mama / Costa Rica / Fundación Ortiz Gurdián (FOG) / mamografía / Nicaragua / Programa de Lucha contra el Cáncer de Mama

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