Crear ambientes de trabajo más saludables, productivos y dinámicos se ha convertido en el nuevo norte de muchas personas y empresas que buscan lo mejor para la salud de sus colaboradores
Levantarse feliz, con buena energía y ganas de aprovechar al máximo el día para hacer lo que más le gusta es el ideal de cualquier persona. Sin embargo, la realidad es muy distinta.
Con el ritmo de vida tan ajetreado que se vive actualmente, pareciera que el reloj va a toda prisa y dentro de su marca habitual, la mayor parte del tiempo la consume nuestra jornada laboral.
Cada día es más frecuente escuchar a algún compañero de oficina o camino al trabajo decir, “amanecí cansadísimo, me siento fundido, tengo un gran dolor de cuello y de espalda”.
Otros se quejan por tanto estrés, y le achacan dificultades para conciliar el sueño y conseguir un mejor rendimiento.
Ante este panorama que afecta a más personas cada día, expertos en salud aseguran que es tiempo de poner más atención a nuestro cuerpo, a sus necesidades y al por qué de estos nuevos males.
Cuidado con la postura
La oficina se ha convertido en el lugar donde se pasa la mayor parte del día. En promedio,
una persona que trabaja dedica alrededor de nueve horas diarias a estar sentada, en comparación con las “siete horas” de sueño, lo que causa estragos en su salud, bienestar y temperamento.
Expertos en higiene postural afirman que hay casos en los que la jornada en que una persona pasa sentada alcanza las 12 horas. Si usted es de los primeros está invirtiendo 45 horas en cinco días de la semana en esta posición, y los del segundo grupo 120; esto sin contar el tiempo adicional que están sentados en el vehículo, en casa o fuera de su trabajo.
Esto representa más de 540 minutos al día para unos o 720 para otros, en los que su cuerpo debe soportar una posición que no es la más recomendada. Sin duda, esta rutina casi generalizada en las oficinas puede tener consecuencias graves para su salud, su buen desempeño y su estado de ánimo.
Igual pasa con la silla, de acuerdo con la experta no se puede hablar de una silla estándar ideal para el confort necesario durante las horas de trabajo. “Lo que sí podemos recomendar es tener el cuerpo en un ángulo de 90 grados a la hora de digitar y los brazos deben de estar en un ángulo de 45 grados”, agrega la especialista.
Según la profesional, lo que pasa con las contracturas a nivel de espalda es que si el afectado se descuida van a evolucionar a una lumbalgia, las personas se empiezan a medicar o a aplicarse calor o parches, y eso es lo peor que pueden hacer. Eso evoluciona y se convierte en un problema de nervio ciático. “Los síntomas son: el típico “gorila” en la espalda o las famosas pelotas desde el cuello, hombro, brazos, espalda y piernas”, detalla la experta.
A estos problemas se suma el celular, la principal adicción y distracción hoy en día. Los profesionales afirman que somos literalmente adictos a nuestras pantallas móviles y nos están causando más daño de lo que creemos.
Harold Ramos, educador físico con especialidad en rendimiento deportivo, explica: “La gente está muy mal acostumbrada a estar viendo el celular con la cabeza inclinada hacia abajo. La cabeza pesa mucho y los músculos no están ni diseñados, ni preparados, para sostener el peso en esa posición. Ahora lo que se está viendo al hacer radiografías es un desgaste en las cervicales y en los discos intervertebrables, que a largo plazo deterioran la función de la columna vertebral”.
Ante este vicio los especialistas recomiendan apagar todas las notificaciones en su teléfono y colocarlo con la pantalla hacia abajo para no estar pendiente de él cada minuto. Además, definir horarios y espacios para revisarlo.
Dieta, nutrición y salud mental
Además de los hábitos posturales durante las horas de trabajo es muy importante cuidar la dieta. Consuma un desayuno rico en grasas y proteínas que sea bajo en carbohidratos para que lo ayude a pasar el día con energía sostenida y equilibrada.
Planifique sus almuerzos. Ya sea el día anterior, o mejor aún, al comienzo de la semana, prepare y empaque los alimentos. Incluso el solo hecho de determinar lo que va a ordenar, en lugar de elegir algo en el momento garantizará que elija alimentos más saludables.
Coma un almuerzo rico en vegetales, proteínas y grasas. Elija una ensalada con un montón de verduras, grasas saludables y proteínas magras. Además, mantenga bocadillos saludables en su escritorio.
Otra recomendación es llegar a casa con suficiente tiempo entre la cena y la cama. Debería dejar al menos 2,5 horas entre cuando termina de cenar y cuando se acuesta. No hacerlo, interfiere con su rutina de sueño y puede perjudicar su estado de ánimo la mañana siguiente.
Además de una sana alimentación es vital que salga de las cuatro paredes donde acostumbra estar, camine, respire aire fresco y disfrute de la naturaleza. Disfrute de los espacios verdes y naturales, está comprobado que estos lugares disminuyen el estrés, mejoran la calidad de sueño, y lo mejor es que son gratis.
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