Gustavo Oribe, uno de los directores de Cañas Tennis, nos cuenta acerca del proceso de desarrollar, abrir y hacer crecer un proyecto tan complejo e innovador.
Por Mauricio Venegas. Corresponsal de Vida y Éxito en Miami, Florida ([email protected])
En un país como Argentina, considerado como la principal potencia histórica del tenis latinoamericano, surgen muchos jugadores bendecidos con un manejo magistral de la raqueta. Entre ellos se encuentran destacados tenistas de primer nivel: Guillermo Vilas, José Luis Clerc, Gastón Gaudio, David Nalbandian, Juan Martín del Potro y Guillermo Cañas, sólo para nombrar a algunos. Este último, cuyo apellido es la fuente de inspiración del nombre de la academia de tenis Cañas Tennis que tiene su sede principal en Miami, Florida, se ha dedicado a desarrollar una idea visionaria para aportarle un beneficio a la sociedad mediante el deporte que tanto le ha dado en la vida luego de su retiro como tenista profesional. El deportista que en sus mejores años llegó a formar parte del “top 10” de tenistas en el mundo, fundó el proyecto en 2009 junto a otros dos argentinos expertos en la materia del tenis, Martín García y Gustavo Oribe. Hoy, Cañas Tennis ha evolucionado de manera que se ha establecido como una reconocida academia formadora en el sur de Florida y ha expandido sus operaciones a múltiples ubicaciones en el estado, e inclusive a nivel internacional.
Conversamos con Gustavo Oribe, uno de los tres fundadores de Cañas Tennis, para conocer más acerca de la visualización, materialización y evolución de un sueño de tres amantes del deporte blanco, que con su negocio se han enfocado en la idea de que el tenis sea un vehículo para ayudar a desarrollar mejores deportistas y, en general, mejores personas.
Reencuentro y nacimiento del proyecto
Gustavo Oribe, de 42 años y nacido en Buenos Aires, Argentina, cuenta que la relación entre él, Guillermo “Willy” Cañas y Martín García data desde los primeros pasos que daban en el tenis. Coincidieron en las mismas competencias juveniles y entrenaron juntos en distintos momentos de su etapa de desarrollo como tenistas hasta que cada uno tomó un rumbo distinto al iniciar sus carreras como profesionales. Cañas triunfó en el tenis masculino individual, llegando a entrar en la lista de los mejores diez tenistas del mundo e incluso venciendo en más de una ocasión a una leyenda del tenis como lo es el suizo Roger Federer, y García llegó a ser parte de los veinte mejores del mundo en la categoría de dobles. Por su parte, Oribe tuvo un efímero paso en el mundo del tenis profesional antes de cerrar su carrera como tenista compitiendo a nivel universitario en Florida International University (FIU).
Oribe luego culminó sus estudios universitarios y se mudó a la ciudad de Nueva York para trabajar en mercadeo. A pesar de que esa profesión era su trabajo a tiempo completo, él nunca abandonó el deporte que tanto ama y al mismo tiempo se dedicaba a dar clases de tenis y participaba en torneos recreacionalmente. Tras unos siete años en la ciudad del norte de los Estados Unidos, Oribe comenzó a contemplar un regreso “full-time” al tenis. Eso sí, en un marco distinto a lo habitual, en donde pudiera combinar la parte deportiva junto a la faceta empresarial y de emprendimiento.
Como él indica, fueron cosas del destino que llevaron a que los caminos de los tres apasionados por el tenis se volvieran a cruzar. “En el momento que yo decidí volver al tenis e involucrarme ya de lleno, Guillermo y Martín ya contemplaban el retiro y estaban viendo cuál iba a ser su próximo paso. Hablando con ellos sobre las ideas y sueños que teníamos, empezamos a hablar de formar una academia, de la visión para el proyecto y adonde queríamos llegar con él”.
En un principio, pensaron en abrir la academia en Buenos Aires, aunque finalmente se decantaron por establecer la sede en Miami ya que consideraron que era el lugar indicado para desarrollar el negocio a largo plazo. Eso se debe al hecho que el sur de Florida es considerado como el “epicentro del tenis en los Estados Unidos” por la cantidad de torneos internacionales disputados en la región y las academias de renombre ubicadas en la zona.
“Vimos la oportunidad de empezar en Miami para que fuera un punto neurálgico y en un futuro abrir otras sedes y expandir nuestras operaciones”, indica Oribe.
Así fue que, en el 2009, Cañas Tennis abrió sus puertas en las instalaciones de tenis en Crandon Park que está localizado en el área de Key Biscayne. Posteriormente, después de siete años y el constante crecimiento de la empresa decidieron trasladarse y, hoy por hoy, las sedes principales de la academia se encuentran ubicadas en la zona de Aventura en el Turnberry Isle Marina Yacht Club.
Ideología y dos segmentos del negocio
De izquierda a derecha en la fila de atrás: Martin García, Gustavo Oribe y Nicolás Maidana junto a un grupo de jóvenes tenistas que forman parte de los programas de entrenamiento de Cañas Tennis.
Comenta Oribe, director de la organización, que desde un principio los tres fundadores estaban de acuerdo con la visión que tenían para Cañas Tennis. La idea era combinar todo el conocimiento, diversas cualidades y experiencia adquirida a lo largo de sus carreras para crear la formula perfecta y abarcar todas las facetas que conlleva abrir un centro de entrenamiento de tenis. Además, es importante destacar que su modelo es distinto al de otras academias de tenis que se enfocan en su totalidad en el desarrollo de jugadores de alto rendimiento. En Cañas Tennis, lo principal fue la creación de un “sistema integral” de programas que ayuden a todo tipo de participantes a crecer como tenistas y como personas simultáneamente.
“Entendiendo ese concepto, nuestro pilar fundamental siempre ha sido el servicio hacia cualquiera de los participantes, así sea una persona totalmente principiante como un jugador ya profesional”, destaca Oribe. “Y también la idea de que el tenis sea un estilo de vida para desarrollar muchas cualidades en una persona como temperamento, personalidad, disciplina y la parte emocional, entre otras”.
En la actualidad, Cañas Tennis maneja sus operaciones en dos segmentos; la academia y el lado gerencial y consultoría. La faceta de la academia es la que se enfoca en la formación y ejecución de programas de entrenamiento. Desde una sesión individual a estadías de una semana o un mes, escuelas para formar tenistas de todas las edades y niveles entre los 3 y 18 años, programas para adultos y talleres de capacitación para entrenadores, todo cae bajo la sombrilla de la academia. Como dice Oribe, ellos tienen programas adecuados para todo aquel que desee jugar tenis, sea para practicar una vez a la semana y llevar una vida activa o para prepararse y desarrollarse como jugador competitivo.
Por otro lado, el segmento gerencial y de consultoría involucra todos los componentes que forman parte del proceso de abrir sedes en nuevas ubicaciones y capacitar a los miembros del equipo para que manejen las operaciones e incorporen los diversos programas de entrenamiento con base en el modelo de la sede principal de Cañas Tennis.
Evolución y planes a futuro
Desde el 2009 hasta la fecha, Cañas Tennis ha sido un éxito y ha logrado crecer hasta el punto de establecerse como una academia de renombre en el Sur de Florida. El número de participantes ha crecido constantemente, entrenando a más de 150 jugadores jóvenes solamente en sus programas para tenistas entre los tres y 18 años, por ejemplo, y han abierto operaciones en clubes sociales distribuidos por Florida aparte de la sede principal en Aventura; en las localidades de Tamarac y Boynton Beach, así como también en Puerto Rico. Además, recientemente inauguraron una academia afiliada en la ciudad de Córdoba, Argentina.
Para cerrar, al preguntarle acerca de su futuro y el de Cañas Tennis, Gustavo Oribe enfatizó que él junto a sus amigos y socios Guillermo “Willy” Cañas, Martin García y Nicolás Maidana, quien inicialmente fuera uno de los entrenadores en la academia antes de convertirse en el cuarto socio, trabajan arduamente para seguir expandiendo el negocio y proveerle un beneficio a la sociedad por medio del deporte que tanto les apasiona. Para él, la manera de lograr construir sobre el éxito ya alcanzado es manteniendo el mismo nivel de exigencia, motivación e ilusión que tenían desde un principio.
“Para nosotros es bastante simple. Hay que mantener los valores con los que empezamos, que son trabajo, dedicación, paciencia, perseverancia; el éxito es un poco de todos esos valores”, declara Oribe.
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