Fomentar una cultura de paz

Rommel Téllez septiembre 2, 2014

La vena legal le viene por herencia, pues su padre y su abuelo también fueron militantes del derecho, comprometidos con los asuntos del gremio.

Ese ambiente familiar sembró en Gary Amador, nuevo presidente del Colegio de Abogados de Costa Rica (CACR), la inquietud por mejorar y promover el ejercicio profesional del derecho, una tarea cuyo principal pago es la confianza que sus colegas depositan en él.

Recién llegado al máximo puesto del CACR, en enero de este año, Amador se perfila como un líder en la búsqueda de la excelencia en la institución, aprovechando que sus líneas de acción son similares a las de la administración previa, de la cual formó parte.

Por ahora tiene muy claro que enfocará todas sus energías en dos proyectos esenciales: la creación de una plataforma de capacitación virtual, que ofrezca a los agremiados nuevas opciones de educación, y el reforzamiento del Centro de Justicia Alternativa, adscrito al CACR.

Con respecto al tema de educación, Amador cree en la importancia de incorporar nuevas tecnologías que faciliten la actualización constante de los profesionales del derecho.
“Internet nos permitirá ofrecer cursos, seminarios y otro tipo de formación a colegiados que no residen en el área de San José. De esta manera, podremos incluir a miembros que antes tenían que venir hasta la capital si querían mejorar su conocimiento”, explica Amador.

Por ello, en un futuro próximo, el acceso a la formación en línea será solo cuestión de introducir un nombre y contraseña en una computadora, gracias a la plataforma informática especialmente diseñada para el Colegio.

De acuerdo con los planes, el primer curso inicia en marzo y se enfoca en algún tema relativo al derecho penal y el arbitraje.
“El país se merece los mejores abogados”, afirma Amador.

Buscando acuerdos

Sin duda, la consolidación del Centro de Justicia Alternativa (CJA) es la tarea estrella que llevará adelante Amador en su gestión.

Inaugurado en diciembre del 2011, el CJA es un espacio que ofrece la posibilidad de resolver problemas de índole laboral, civil y penal sin necesidad de desgastarse en tediosos y costosos procesos judiciales.

Por medio de las figuras de la conciliación, el arbitraje y la mediación, las partes en conflicto pueden alcanzar acuerdos que tienen fuerza de ley, lo que aliviana la carga de los estrados judiciales tradicionales.

“Costa Rica es el país más avanzado en cuanto a la aceptación de métodos alternativos para resolver conflictos y esperamos que ello contribuya a fortalecer una cultura de paz”, añade.

El Centro cuenta con un grupo de profesionales del Derecho certificados por el Ministerio de Justicia y Paz de Costa Rica. Las personas con asuntos por resolver pueden utilizar sus servicios pagando una tarifa previamente establecida, que varía de acuerdo con la naturaleza de la negociación.

El CJA cuenta con el respaldo del Colegio de Abogados, lo que le da una muy buena reputación y genera gran expectativa en el nuevo presidente, quien es conocedor del potencial de este lugar.

“Este es un proyecto de suma importancia para el país, y esperamos convertirnos en un espacio de intermediación en conflictos más allá de nuestras fronteras”, manifiesta.

Junto a lo anterior, el nuevo presidente del CACR también se mantendrá vigilante de otros temas relativos a su entidad, como por ejemplo la promoción de la responsabilidad social entre sus miembros y demás iniciativas que protegen a quienes se encuentran en situaciones vulnerables.