• 20 febrero, 2020

Cualidades de un buen líder

Cualidades de un buen líder

El objetivo de un buen líder es conseguir que el equipo trabaje de manera efectiva, tanto individualmente como grupal.

Por Teresa Morales, directora de Soluciones HCM Softland

En el último año y medio, tuve la gran oportunidad de compartir el gran reto que supone la Transformación Digital de Talento a través de conversatorios promovidos por Softland, que tienen el objetivo de ayudar y evolucionar los Recursos Humanos de las organizaciones, pude charlar con más 1500 personas. Todos coincidíamos en que la palanca más importante para conseguir el cambio que requieren las empresas, en la era de la digitalización, es la visión de liderazgo, “los lideres con las competencias necesarias”, que serán los protagonistas de transformar su modelo de negocio.

El objetivo de un buen líder es conseguir que el equipo trabaje de manera efectiva, tanto individualmente como grupal. Su figura es clave y en ocasiones esta tarea se convierte en un auténtico reto: el equipo está formado por personas heterogéneas, con intereses propios y conocimientos diferenciados.

Por ello, el líder debe desarrollar al colaborador, apoyándole en el uso de todo su potencial y creatividad, estimulando su sentimiento de pertenencia.

¿Cuáles son esas competencias que debe tener un buen líder?

Revisando algunos estudios elaboradores por los grandes pensadores les comparto las cualidades más destacadas:

Comunicación. Gran parte del trabajo de un directivo es saber transmitir la estrategia de la compañía tanto a nivel interno como externo, por lo que debe ser claro y conciso, asegurando así que el mensaje que quiere transmitir se entienda correctamente.

Por otra parte, este flujo de información no puede ser unilateral ya que los buenos jefes siempre tienen que estar dispuestos a escuchar las preocupaciones y sugerencias de sus empleados. La clave es comunicar con transparencia, de manera clara y concisa.

Gran parte del trabajo de un directivo es saber transmitir la estrategia de la compañía tanto a nivel interno como externo.

La escucha activa implica observar y preguntar, flexibilidad y confianza, apertura y firmeza. Reunir todas sus aportaciones y llevarlas a la práctica. Cuando hay una escucha activa en el equipo, los integrantes entienden y comprenden mejor la razón de su trabajo.

Predicar con el ejemplo (Dar ejemplo). Albert Einstein dijo que “el ejemplo no es la mejor manera de enseñar, es la única” y, esta frase, cobra especial sentido cuando se habla de la relación entre un líder y su equipo. Debe ser el primero en trabajar duro, en tomar las responsabilidades que amparan su posición y, a su vez, hacerlo con honestidad, ética y autenticidad.

Puede verse como la capacidad de entregar responsabilidad y delegar tareas, elevando el empoderamiento; el comportamiento de los líderes definirá la cultura organizacional.

Motivar e Inspirar. Un buen líder es aquel capaz de motivar e inspirar a otros, además de fomentar su entusiasmo por el trabajo o proyectos que se están realizando. Un colaborar motivado es una persona feliz. La consecución de los objetivos del equipo y de la compañía son elementos esenciales para mantener un buen ambiente laboral.

Reconocer y fomentar el potencial. Un buen líder debe ser capaz de reconocer las aptitudes y habilidades especiales de las personas que conforman su equipo y, lo que es más importante, saber cómo encaminarlas para el beneficio de la empresa. Cuando una persona destaca, su responsable debe alentarlo para que siga motivado y pueda seguir desarrollando su talento.

Tolerar los errores. Nadie es perfecto. Las personas pueden cometer equivocaciones de vez en cuanto. Por este motivo, un buen líder debe contar con la suficiente capacidad de reacción para solucionar el problema y afrontar la situación.

Una empresa con alta capacidad de innovación deber tomar riesgos y atreverse a accionar actividades diferentes para obtener diferenciales.

Establecer metas y expectativas. Una persona que se dirige hacia una meta clara y fija, se aplicará con mayor determinación porque sabe lo que se espera de él. Por eso, se vuelve imprescindible que un líder les trasmita a sus equipos cuál es la misión, la visión y la estrategia.

Establecer objetivos, con unos plazos de entrega, claros y realistas, son los que finalmente obtendrán buenos resultados.

La velocidad, la agilidad y el “hambre” con llegar a la meta son ingredientes necesarios para la supervivencia y el crecimiento.

Inteligencia emocional. La inteligencia emocional es un factor clave y está relacionada con percibir las necesidades del equipo, entender las emociones de sus miembros (así como sus fortalezas, limitaciones y potencial) y canalizarlas en favor del proyecto y la organización.

Etiquetas: buen líder / buenos jefes / COLABORADORES / líder / Recursos Humanos / Softland / Transformación Digital de Talento

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