Descubre cómo tomar pausas en el trabajo puede impulsar el bienestar y aumentar el rendimiento laboral de tus empleados.
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En nuestra búsqueda constante de ser más productivos, a menudo creemos que pasar más tiempo trabajando es la clave para lograrlo. Sin embargo, dedicar demasiado tiempo a las tareas laborales puede tener un alto costo para nuestro bienestar. Las altas tasas de agotamiento y baja participación están asociadas con un rendimiento obstaculizado, informa RRHHDigital.
Pero entonces, ¿qué podemos hacer para abordar nuestro deterioro en el bienestar sin comprometer nuestra productividad?
En lugar de seguir adelante sin descanso, hacer pausas puede ser beneficioso tanto para el bienestar como para el rendimiento laboral. Contrariamente a la creencia popular tomar descansos a lo largo del día puede mejorar el bienestar y aumentar la productividad.
¿Por qué son beneficiosas las pausas para el bienestar y el rendimiento?
Al igual que las baterías que necesitan recargarse, todos tenemos un suministro limitado de recursos físicos y psicológicos. Cuando nuestros recursos se agotan, nos sentimos estresados y agobiados. Continuar trabajando cuando nuestros recursos están bajo mínimos afecta negativamente nuestro bienestar y rendimiento laboral.
En casos extremos, el trabajo ininterrumpido puede generar una espiral negativa: un empleado intenta terminar tareas a pesar de su estado agotado, no las realiza correctamente e incluso comete errores, lo que resulta en más trabajo y menos recursos disponibles para enfrentar esas mismas tareas. Esto significa que cuanto más trabajamos, menos productivos y más exhaustos nos volvemos. Imagina leer la misma línea cinco veces y aún no comprenderla.
La buena noticia es que tomar pausas puede ayudar a recargar energías y romper la espiral negativa de agotamiento y disminución de la productividad.
¿Qué tipos de pausas son más efectivos para mejorar el bienestar y el rendimiento de sus empleados?
Existen diferentes formas de tomar pausas: hacer ejercicio, navegar por las redes sociales, dar un breve paseo, socializar con otros, tomar una siesta, almorzar, entre otros. Sin embargo, debe tomar en cuenta que la forma en que se hacen las pausas es lo fundamental para que ese tiempo sea efectivo.
Aquí le presentamos algunos elementos clave a tener en cuenta:
1. Duración y momento de las pausas. Desconectarse del trabajo durante unos minutos de manera regular (micro-pausas) puede ser suficiente para prevenir el agotamiento y mejorar el rendimiento. Por ejemplo, puede tomar breves descansos para comer algo, estirarse o simplemente mirar por la ventana. Además, el momento en que se toma la pausa también es importante: las pausas más cortas son más efectivas por la mañana, mientras que las pausas más largas son más beneficiosas por la tarde. Esto se debe a que la fatiga empeora a lo largo del día y necesitamos más tiempo de descanso por la tarde para recargarnos.
2. Lugar de las pausas. El lugar donde se toman las pausas puede marcar una gran diferencia en términos de recuperación. Tanto estirarse en el escritorio como salir al aire libre para dar un breve paseo parecen actividades de descanso similares, pero pueden diferir sustancialmente en su capacidad para recargar energías. Tomar una pausa al aire libre y disfrutar del espacio verde es mucho más efectivo para recargar los recursos de los trabajadores que simplemente quedarse en el escritorio.
3. Actividad durante la pausa. Realizar actividad física durante una pausa es efectivo para mejorar tanto el bienestar como el rendimiento. El ejercicio es especialmente beneficioso para el trabajo mentalmente exigente. Sin embargo, los efectos positivos de este tipo de pausa son de corta duración, por lo que los empleados deben hacer ejercicio de manera regular para obtener sus beneficios. Navegar por las redes sociales es, quizás, el tipo de pausa más común. Sin embargo, se ha descubierto que mirar las redes sociales durante las pausas laborales puede llevar al agotamiento emocional. Lo que trae como resultado que las personas terminen con una disminución de la creatividad y del compromiso laboral.
4. ¿“Compañeros peludos” durante las pausas? Estudios demuestran que interactuar con un perro puede reducir los niveles de la hormona cortisol, un indicador objetivo del estrés. Se necesita más investigación en esta área, ya que los efectos en el rendimiento aún no están claros. Sin embargo, sospechamos que pasar una pausa con una compañía peluda es efectivo para muchos empleados.
Fuente: RRHHDigital
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