• 17 octubre, 2022

La genialidad de Gerardo Salandra

La genialidad de Gerardo Salandra

Por Milagros Sánchez Pinell

Cuando Gerardo Salandra era niño, más que jugar con su juguete nuevo, como es lo normal a esa edad, lo destapaba para ver cómo funcionaba porque poseía una curiosidad inusual por la tecnología.

Fue entonces cuando empezó a dar las primeras señales de que tenía un futuro prometedor, que mucha gente alrededor del mundo hablaría de sus innovaciones y que además revolucionaría la industria de la comunicación.

Gerardo es el fundador y CEO de Respond.io, una plataforma de comercio social conversacional que unifica la comunicación con los clientes, permitiendo que las empresas extiendan sus iniciativas de mercadeo, ventas y asistencia a la mensajería instantánea con facilidad.

Gerardo explica que si una persona tiene un pequeño negocio operado por tres o cuatro personas a través de la aplicación Business up puede conectarse con Respond.io y llegar a miles de personas para escalar su negocio y aumentar sus ventas, soporte y promociones.

Cabe mencionar que Respond.io maneja las conversaciones de Whatsapp a través de la inteligencia artificial para ir creando perfiles personalizados de los clientes. Esto permite un manejo eficiente y rápido de un negocio. “La relación entre cliente y compañía es el negocio de Respond.io”.

El proyecto creado por este joven salvadoreño, apasionado por los negocios y la inteligencia artificial, es utilizado por más de 10.000 compañías en el mundo como: McDonald ‘s, Toyota, Subway, Honda, Yoho, Roche y Bigo, entre otros, en 86 países. Sus mercados más importantes son: el sur de Asia, Latinoamérica y el Medio Oriente.

“La forma en que me gusta explicar a los inversionistas lo que ha pasado es que hemos creado el mejor producto que ha visto la industria. Ahorita lo que estamos a punto de hacer es gritarle al mundo que ‘aquí está Respond.io, pruébalo’. Los años más emocionantes están enfrente”, señaló su creador.

Gerardo estudió Negocios en Alemania y obtuvo su maestría en Administración de Negocios con especialidad en emprendimiento en Hong Kong. Trabajó en IBM (Alemania), Google (Irlanda) y Rustastic (Austria), una empresa emergente especializada en el análisis y monitoreo del cuerpo humano al momento de correr. Habla cuatro idiomas: español, italiano, alemán e inglés.

Es el chairman de la Sociedad de Inteligencia Artificial de Hong Kong. Esto le ha permitido impartir conferencias sobre esta tecnología en destinos como Dubai, China, Japón y Malasia.

Desde Malasia, vía zoom, Gerardo con 30 años, recién cumplidos, concedió a la revista Vida y Éxito una interesante entrevista, salpicada por su buen humor y sencillez, donde nos contó su fascinante y admirable historia de éxito.

¿Es un autodidacta en la informática?

Nunca hice estudios formales en informática y programación. Aprendí a programar desde que tengo 14 años y saqué mi propia web. Yo desarrollé todas mis habilidades en informática e inteligencia artificial a través de pasatiempos y proyectos que he realizado.

¿Por qué le interesó el tema de la inteligencia artificial?

Siempre me pareció un tema bastante misterioso. Uno ve en las  películas que la inteligencia artificial se va a tomar el mundo y va a quitarnos los trabajos. Eso me pareció curioso y quería ver si era cierto. Entonces, empecé a meterme en proyectos y para mi decepción estamos bien lejos. La inteligencia artificial te puede ayudar si le das un montón de fotos y es ahí que te dice cuál es un gato y cuál es un perro, pero nunca te puede hacer algo más avanzado. Estoy decepcionado del poco progreso que hemos hecho, pero al mismo tiempo, en casos o escenarios bien específicos, la inteligencia artificial es fascinante y lo hace super bien.

¿Cómo empezó Respond.io?

Yo quería crear este software para hacer mejores conversaciones para negocios. Odiaba la idea de que cuando me tocaba conversar con alguien en un banco tenía que esperar en línea o de tener que enviar un email porque yo soy de otra generación. Entonces, una vez que me invitaron a dar una conferencia en Hong Kong comenté esta idea y al final una persona me dio su tarjeta, me dijo que le había parecido super interesante y que le gustaría explorarlo. Al darme su tarjeta veo que decía LVMH, pero como yo estoy lejos de ser “fancy” (lujoso) ignoraba quienes eran, así que al llegar a mi casa tiré todas las tarjetas de presentación que me habían dado ese día. Una semana más tarde voy a otra conferencia y estaba el mismo tipo y me vuelve a dar la tarjeta y yo sigo sin saber que él era el jefe de informática de LVHM (conglomerado multinacional francés de lujo y dueño de 76 marcas de renombre en el mundo). La diferencia de esa ocasión es que yo le di mi tarjeta y él me llamó tres días después para que nos reuniéramos. Fue entonces que me di cuenta de quién era en realidad. Ese día hablamos de la idea del negocio, me dijo que hiciéramos un prototipo y así empezó mi empresa. Desde entonces, LVHM se convirtió en nuestro primer cliente y hasta este día es nuestro cliente más grande.

¿Se consideras un innovador en este tipo de plataformas?

Sí. La forma de operar de nosotros es jamás ver quien tiene resuelto un problema e irlo a copiar, más bien, es qué problema nadie ha resuelto y cómo podemos resolverlo. Por esa razón me considero a mí y a mi compañía pioneros en este mercado. Nunca estamos intentando reinventar lo que ya existe, estamos intentando entrar con un producto nuevo a la industria.

¿Cómo se siente de liderar una empresa de tecnología de punta que tiene incidencia en grandes compañías alrededor del mundo siendo de un país tan pequeño como El Salvador?

(Ríe) Orgulloso y me gusta decir de dónde vengo tanto como puedo. Cuando voy a cualquier reunión de negocio me preguntan de dónde soy y digo que de El Salvador. Me encanta que ignoren donde queda para poder explicarlo. Es una de mis partes favoritas de la conversación porque me ayuda a crear una relación con el inversionista. Si digo que soy de Estados Unidos se les olvida.

¿Qué es lo que más ha sacrificado para alcanzar sus sueños?

Creo que tiempo. Tiempo con mi familia y tiempo para tener un pasatiempo. Yo trabajo 12 o 14 horas al día. Hay algo que me gustaría añadir, me encanta lo que estoy haciendo, me despierto todos los días y quiero ir a trabajar. Mientras siga así voy a seguir haciendo crecer la compañía.

¿Cómo califica la experiencia de ir a vivir tan largo y lejos de su familia?

Siempre le digo a los jóvenes con los que hablo de que uno nunca realmente sabe quién es y nunca se descubre a sí mismo hasta que está solo. Estar lejos de mi familia y haciendo nuevas amistades me ayudó a desarrollarme mucho más de lo que lo hubiera hecho en mi zona de confort. Yo dejé todo lo que conocía en El Salvador para irme a Alemania. Dejé todo para irme a Irlanda, Austria y por último a Hong Kong. Cada vez que me movía era una oportunidad para reinventarme y he llegado a ser la persona que quiero ser y estoy en un punto donde me gusta quien soy. Estoy sumamente feliz con la persona que he llegado a ser. Ahorita tengo una claridad bastante grande de lo que quiero para mi vida.

¿Se considera un genio?

Nunca. Me considero un poco idiota, pero como sé que soy un idiota, (ríe) compenso. Si me considerara un genio ya hubiera perdido el juego, porque ya hubiera dejado de mejorar.

Con tanto trabajo, ¿es Gerardo un humano con vida social?

A mí me molestan mucho mis cofundadores porque siempre me dicen que soy un robot (ríe). Cuando me despierto, a eso de las ocho de la mañana, me tomo un café y luego me paso todo el día sin dejar de trabajar y sin almuerzo. Como a las nueve o diez de la noche tengo una cena grande. Esa es mi rutina, por eso me hacen burla de que soy un robot, pero, sí tengo novia, tengo vida social y juego mis videojuegos los fines de semana. Además, tengo a mi gato, quien es uno de los que más compañía me hace.

¿Qué dice su familia?

A mis papás se les hace bien difícil imaginar lo grande que es esto. Cuando yo les cuento dicen: “¡está bien bonito! Pero ahorita como hemos aparecido en televisión y periódicos ya empezaron a entender lo grande que es. Ellos me hablan todo el tiempo y me dicen que están orgullosos y que es tiempo de cultivar los frutos de lo que he sembrado.

Etiquetas: El Salvador / emprendedor / joven / Roaring 20 / Trabajador

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