• 19 julio, 2023

El ego, el enemigo de un buen liderazgo

El ego, el enemigo de un buen liderazgo

Contrate a personas inteligentes con la confianza suficiente para expresarse. La humildad y la gratitud son pilares del desinterés.

Síganos en Instagram: @revistavidayexito

A medida que ascendemos en la jerarquía, adquirimos más poder. Y con eso, es más probable que las personas quieran complacernos escuchándonos con mayor atención, estando más de acuerdo y riendo con nuestras bromas. Todo esto acaricia el ego. Y cuando el ego es acariciado, crece. David Owen, exsecretario de Relaciones Exteriores británico y neurólogo, y Jonathan Davidson, profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Universidad de Duke, llaman a esto el «síndrome de la arrogancia», que definen como un «trastorno de la posesión de poder, particularmente poder asociado con un éxito abrumador, mantenido durante un período de años».

Un ego descontrolado puede distorsionar nuestra perspectiva o torcer nuestros valores. En palabras de Jennifer Woo, CEO y presidenta del Grupo The Lane Crawford Joyce, el minorista de lujo más grande de Asia: «Gestionar los anhelos de fortuna, fama e influencia de nuestro ego es la responsabilidad principal de cualquier líder». Cuando estamos atrapados en el afán de poder del ego, perdemos el control. El ego nos hace susceptibles a la manipulación; estrecha nuestro campo de visión; y corrompe nuestro comportamiento, haciendo que a menudo actuemos en contra de nuestros valores.

Nuestro ego es como un blanco que llevamos con nosotros. Y al igual que cualquier blanco, cuanto más grande sea, más vulnerable será a ser alcanzado. De esta manera, un ego inflado facilita que otros se aprovechen de nosotros. Debido a que nuestro ego anhela atención positiva, nos hace susceptibles a la manipulación. Nos vuelve predecibles. Cuando las personas saben esto, pueden jugar con nuestro ego. Cuando somos víctimas de nuestra propia necesidad de ser vistos como grandiosos, terminamos tomando decisiones que pueden ser perjudiciales para nosotros mismos, nuestra gente y nuestra organización.

Un ego inflado también corrompe nuestro comportamiento. Cuando creemos que somos los únicos arquitectos de nuestro éxito, tendemos a ser más groseros, más egoístas y más propensos a interrumpir a los demás.

 

Esto es especialmente cierto frente a contratiempos y críticas. De esta manera, un ego inflado nos impide aprender de nuestros errores y crea una barrera defensiva que dificulta apreciar las valiosas lecciones que extraemos del fracaso.

Finalmente, un ego inflado estrecha nuestra visión. El ego siempre busca información que confirme lo que quiere creer. Básicamente, un ego grande nos hace tener un fuerte sesgo de confirmación. Debido a esto, perdemos perspectiva y terminamos en una burbuja de liderazgo donde solo vemos y escuchamos lo que queremos. Como resultado, perdemos contacto con las personas a las que lideramos, la cultura de la que formamos parte y, en última instancia, nuestros clientes y partes interesadas.

 

Apoya, desarrolla y trabaja con personas que no alimenten tus ego.

Liberarse de un ego sobreprotector o inflado y evitar la burbuja de liderazgo es un trabajo importante y desafiante. Requiere desinterés, reflexión y valentía. Aquí hay algunos consejos que te ayudarán:

Considere los privilegios que se le ofrecen en su cargo. Algunos de ellos le permiten desempeñar su trabajo de manera efectiva. Eso es genial. Pero algunos de ellos son simplemente privilegios para promover su estatus y poder, y en última instancia, su ego. Apoye, desarrolle y trabaje con personas que no alimenten su ego.

 

Esto te ayuda a desarrollar un sentido natural de humildad al darte cuenta de que no eres la única causa de tu éxito. Y concluye la reflexión enviando activamente un mensaje de gratitud a esas personas. El ego inflado que viene con el éxito: el salario más alto, la oficina más bonita, las risas fáciles, a menudo nos hace sentir como si hubiéramos encontrado la respuesta eterna para ser líderes. Pero la realidad es que no lo hemos encontrado. El liderazgo se trata de las personas, y las personas cambian todos

 

Fuente: HB Review

Etiquetas: Ego / jerarquía / LIDERAZGO / puesto / rol

Recomendaciones sobre este tema

Dedicación y enfoque claro para alcanzar metas

Dedicación y enfoque claro para alcanzar metas

Mauricio Cabrera-Salazar es un líder natural, con una gran vocación de servicio, analítico, creativo a quien le gusta…
¿Qué tomar en cuenta en la selección de ejecutivos?

¿Qué tomar en cuenta en la selección de ejecutivos?

Además del conocimiento y la experiencia también se requieren habilidades de liderazgo, supervisión y convencimiento para que el…
Liderazgo sensible: la humanización de la marca a través del CEO en la era digital

Liderazgo sensible: la humanización de la marca a través del CEO en la era digital

En el actual ecosistema digital, nos encontramos con un entorno saturado de información donde múltiples marcas y entidades…