El cáncer es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y responsable de 8,2 millones de fallecimientos cada año, cifra que incluye 4 millones de muertes prematuras en personas con edades comprendidas entre los 30 y 69 años.
A razón de lo anterior, es importante que se siga trabajando en crear una mayor conciencia sobre la enfermedad y se emprendan acciones para prevenirla, o de lo contrario, a escala mundial, seguirán muriendo millones de personas de forma innecesaria ya que muchos tipos de cáncer son curables si se detectan a tiempo.
Actuar y emprender medidas para educar a la población es vital para crear conciencia sobre la enfermedad y para desarrollar estrategias prácticas que hagan frente a la carga del cáncer, ya que se estima que esta epidemia ascenderá a 19,3 millones de casos anuales para el 2025 en comparación a los 14,1 millones reportados en el 2012.
Es por ello que con la reciente adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU se está ante una nueva era de la salud global. La necesidad de adoptar un compromiso global para ayudar a dirigir los avances en el cáncer y otras enfermedades no trasmisibles (ENT), especialmente en países de renta media y baja que se enfrentan a estas epidemias con recursos insuficientes, es ahora más importante que nunca.
Este año, la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC por sus siglas en inglés), busca a través del lema «Nosotros podemos. Yo puedo» mostrar un enfoque proactivo y positivo en la lucha contra la enfermedad y poner en relieve que existen soluciones para todo el proceso de atención oncológica a través de una serie de mensajes como la creación de entornos saludables, invertir en el control del cáncer, mejorar el acceso al tratamiento oncológico y adoptar un estilo de vida saludable, entre otros.
El cáncer en las Américas
Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), indican que el cáncer es una de las principales causas de mortalidad en las Américas. En el 2012, fue responsable de 1.3 millones de muertes en la región de las cuales un 47% se produjeron en América Latina y Caribe.
El aumento en la cantidad de nuevos casos se debe al crecimiento y envejecimiento de la población y al cambio en los estilos de vida, afectando en mayor proporción a los países de bajos y medianos ingresos. Un ejemplo de ello es que entre el 2012 y el 2030, se espera que el número de casos nuevos de cáncer se incremente en un 67% en América Latina y Caribe en comparación con un 41% esperado en Norteamérica.
En los hombres la mayoría de las muertes se producen a consecuencia del cáncer de pulmón, próstata y colorrectal, mientras que las mujeres reportan fallecimientos por cáncer de pulmón, mama y colorrectal. El cáncer de pulmón, es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres en Norteamérica, mientras que el cáncer cervicouterino es uno de los tipos de cáncer con una mayor mortalidad en mujeres en Centroamérica.
Del 100% de los casos de cáncer de pulmón, un 85% es de células no pequeñas y de ese porcentaje entre un 3 a 6% tienen la mutación del gen ALK. Ocurre tanto en hombres como en mujeres, sigue siendo difícil de tratar y cuando es diagnosticado, generalmente la enfermedad ha avanzado a otras partes del cuerpo, de manera que la consulta médica es lo más importante para diagnosticar a tiempo el tumor.
De hecho, cuando el diagnóstico del tumor se hace en estadío I existe un 49% de probabilidad de supervivencia, cuando el tumor se encuentra en estadío II y III la tasa de supervivencia es de un 15% y cuando se encuentra en estadío IV es sólo de un 3%. Sin embargo entre un 70 a 80% de los pacientes al momento de ser diagnosticados, el cáncer ya se ha esparcido a otras partes del cuerpo, lo que compromete la sobrevida del paciente.
Gracias a las investigaciones médicas y a los avances de la tecnología, los pacientes ahora pueden tener acceso a tratamientos novedosos que en lugar de enfocarse en el tratamiento de los síntomas, se centra en la identificación y atención de las causas que los provocan. A esto se le conoce como Medicina Personalizada en la cual se adapta el tratamiento a las características biológicas de cada persona. Esto facilita la comprensión de la enfermedad desde el punto de vista molecular y como resultado, se puede predecir cuál será la respuesta del paciente y el riesgo individual de desarrollar una enfermedad, lo que sin duda permite brindar la mejor alternativa de tratamiento.
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