Las artes visuales han funcionado como un reflejo de los cambios que ha sufrido la humanidad y sociedades a través de la historia.
Síganos en Instagram: @revistavidayexito
Por Dora Agüero
El camino a la independencia de las colonias españolas en América también vio indicios en el arte creado durante este periodo y territorio, donde se puede apreciar un cambio gradual en los temas y representaciones de las obras producidas desde los inicios de la conquista, a la víspera de las independencias de las colonias españolas entre 1810 y 1825.
El arte fue una herramienta muy importante en el proceso de colonización, conversión e intento de unificación de las colonias de la corona española. Muchos de los monumentos y obras realizadas durante este periodo fueron concebidos con el propósito de presentar los dogmas de la nueva religión a los nativos, donde las imágenes creadas tenían un fin didáctico además de religioso, ayudando a los indígenas a entender mejor las doctrinas de la religión católica, principalmente.
Tan importante fue esta producción que se establecieron talleres y escuelas de arte, donde los religiosos y otros impartían clases de arte en las cuales se producían retratos de los santos, ángeles, la Virgen, el Niño Jesús y adaptaciones de creencias nativas acomodadas a las doctrinas católicas.
Durante este periodo también se crearon varios retratos de personajes de alta sociedad, principalmente de los peninsulares, que habían migrado para establecerse en las colonias, cuyos retratos eran una imagen idealizada de su estilo de vida en el nuevo territorio. Tan ennoblecidos eran los elementos de estos cuadros que, ni siquiera, mostraban un paisaje real del Nuevo Continente.
Tan temprano como los inicios del siglo 18, se empieza a ver una nueva temática en las obras producidas a mano de locales, que mostraban el paisaje local y la descendencia de un mestizaje que produjo personajes que se encontraban removidos de la fidelidad hacia una monarquía libre de preocupaciones hacia ellos y que, con el pasar de los años, se había distanciado significativamente de los intereses de aquellos que habitaban en las colonias. Estos y otros factores evocaron un sentimiento de individualidad e independencia en los nacidos en las colonias y los colonizados, lo cual también se evidenció en el arte producido en las décadas previas a la Independencia.
Presencia latinoamericana
La comisión y producción de arte dejó de estar estrictamente reservada para las clases altas (generalmente determinadas por la pureza de sangre europea), sino que indígenas y aquellos de razas mixtas empiezan a realizar retratos de su persona, su vida cotidiana, vestimentas y objetos de uso diario, convirtiéndose en el tema central de su obra. Y, aunque hubo una mayor producción de estas obras de mediados del siglo 18, a inicios del siglo 19, estas emergían ya del imaginario popular.
Entre los ejemplares de este tipo de obras encontramos “De Mestizo y de India Produce Coyote”, del artista mexicano Juan Rodríguez Juárez (1675-1728), donde se puede observar a una pareja de un mestizo (descendiente de español con indígena) casado con una india y cuyo hijo es denominado coyote, debido a la mezcla de ambas castas. Lejos de ser representados de manera humilde o degradante, son personajes dignificados que portan con orgullo trajes y artefactos que les identifican como nativos o descendientes de ciertas mezclas y que han logrado florecer en medio de las limitaciones culturales y raciales de la época. La representación de rasgos mestizos incluyó retratos y figuras religiosas que empezaron a representarse de igual manera, tal es el ejemplo de la obra “Virgen Pachamama”, de la Escuela Cuzqueña, en donde la Virgen es representada con cabello rizado, tez morena y rasgos distintos a los europeos.
Un nuevo estilo artístico
Luego de las independencias de las colonias españolas entre 1810 y 1825, muchos artistas empezaron a buscar inspiración en sus alrededores y sus raíces indígenas para producir un arte propiamente latinoamericano. El resultado fue un estilo híbrido que se veía influenciado por los estilos clasicistas importados de Europa pero que, sin embargo, reflejaban temas propios de cada región en Latinoamérica, incorporando las costumbres del pasado con las nuevas tradiciones que devendrían de la liberación de un yugo de más de tres siglos.
Si bien la pintura ha sido el medio de enfoque en este texto, tanto el dibujo, como la escultura, las artesanías y la arquitectura también jugaron un papel muy importante al representar las intenciones y sentimientos de los colonizadores y colonizados durante el periodo de la colonia, cambiando gradualmente con el paso de los años.
De igual manera, podemos dirigirnos hacia otros eventos históricos y encontraremos en los artefactos creados evidencia y detalles de culturas, ideologías y de un mundo cambiante, justamente como lo experimentamos en la actualidad.
Para más información de obras basadas en este artículo y asesoría a su colección, contacte: The Americas Collection 4213 Ponce de León Blvd. Coral Gables, FL 33146 (305) 446-5578 / www.americascollection.com
- Playa Ostional: escenario de las arribadas de tortugas en Costa Rica - 23 septiembre, 2023
- Tres icónicos modelos de la marca protagonizaron la tercera edición del Porsche Experience Costa Rica - 22 septiembre, 2023
- Dulces sueño hechos realidad - 22 septiembre, 2023