29 marzo, 2024

Amando el arte de los sombreros ecuatorianos

Milagros Sánchez Pinell septiembre 27, 2022

Marco E. Baca es un apasionado “embajador” de esta pieza de vestir elaborada a mano por talentosos artesanos del Ecuador.

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Por Milagros Sánchez Pinell

Se define como un empresario de profesión, fundador y propietario de Mabim International Suppliers INC, una empresa dedicada a la comercialización de equipos y maquinarias para el sector industrial en América Latina.

Además, es amante del sombrero tejido a mano de paja toquilla, considerado por décadas como una de las principales artesanías típicas y propias de Ecuador que culturalmente los representa.

Su pasión por este producto, netamente artesanal, lo llevó, hace 15 años, a fundar su marca “Don Marco Hats”, una empresa que fabrica y exporta sombreros ecuatorianos Jipijapa – Montecristi (erróneamente conocidos como “sombrero Panamá”).

Hoy en día, la marca exporta alrededor de 20 000 sombreros al año a países como: Estados Unidos, Panamá, España, México, Venezuela, República Dominicana y las islas del Caribe

Cabe mencionar, según la web de Don Marco Hats, el sombrero se caracteriza por ser tejido a mano en el Ecuador, cuya técnica comenzó a principios de 1600.

El origen del nombre “sombrero Panamá”, siendo ecuatoriano, se debe a que, en 1904, el presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, visitó el Canal de Panamá e hizo que se popularizara este accesorio de distinción y elegancia.

Visita a Azogues

Para don Marco su incursión en el mundo del sombrero ecuatoriano nació a inicios de los años 90, cuando, por motivos de negocios, viajó a su país natal, Ecuador, y conoció de este arte ancestral, despertando en él una pasión, fácilmente percibida cuando se refiere a ellos.

“Todos son preciosos, independientemente de qué marca sean. Yo les tengo una gratitud enorme porque fueron parte de mi vida para poder ayudarme económicamente en un inicio. Es un placer venderlos”, expresó.

Don Marco, quien vivió en Ecuador hasta los 16 años y posteriormente emigró a los Estados Unidos, reconoce que conoció muy poco de esta “maravilla” viviendo en su país natal. Bastó para que años después visitara la ciudad de Azogues para “empaparse” y “enamorarse” del tema de los sombreros ecuatorianos.

“Me obsequiaron un sombrero similar y quedé muy fascinado de este arte, tanto que decidí traerme 12 sombreros esa primera vez. Recuerdo que pensé que en Miami podría ser un boom y así fue. Como viajaba a Ecuador, por lo menos una o dos veces al mes, comencé a traer sombreros y a ofrecerlos en las tiendas. Me fui a Key West, Naples, Palm Beach y Miami Beach y tuvieron una aceptación favorable”, explicó.

Sin embargo, relata, que como dos años después comenzó la industria china a elaborar copias del sombrero ecuatoriano a un costo inferior y la producción se vino “abajo” en el Ecuador, provocando que ese primer impulso de don Marco quedara en pausa.

“La industria china comienza a aparecer en el mercado y hacen una copia del sombrero ecuatoriano. A eso se le sumó la situación económica y política que pasaba Ecuador, provocando que el arte de tejer se detuviera por varios años ya que muchos tejedores se fueron a vivir a Estados Unidos y Europa. Sin embargo. nunca dejé de soñar en retomar el tema de los sombreros”, rememoró.

Precisamente, entre el 2008 y 2010 reanudó su inquietud y comenzó a visitar muchas parroquias en Ecuador, donde se tejen estos artículos de vestir. Una vez más, inició la exportación de los sombreros, pero de una forma, que él mismo denomina “agradable y sin exigencias”.

“Lo vengo trabajando como un pasatiempo que ha dado buenos resultados. Contamos con dos talleres, uno en Sigsig (cantón de Azuay) donde trabajan 13 tejedoras y el otro en Pile (en la provincia de Manabí). En este último trabajan dos tejedoras y es donde se tejen los sombreros más finos de nuestra marca. Dependiendo del grado de la finura del sombrero puede tomarles hasta un año tejer uno”, señaló.

Además, destaca que los productos de Don Marco Hats son elegantes y mantienen una forma y estilo en el tiempo. Se caracterizan porque poseen un remache en el ala que nunca permite que se desteje o desarme la pieza.

Es importante mencionar que la marca Don Marco Hats tiene un showroom en Miami, donde, además, está la oficina de Mabim International Suppliers INC. Desde allí, el empresario y “embajador” de los sombreros ecuatorianos atiende de forma personalizada a todos sus clientes.

Además, en ocasiones se toma un fin de semana, de forma casual, para presentar sus sombreros en tiendas de diferentes ciudades de Florida, donde posteriormente son puestos a la venta.

“En lo personal me gusta atender a la gente. Mi pasión es vender el sombrero. Ver que al cliente le quede perfecto, que la talla sea la correcta y que el color le vaya bien. Además, me apasiona darle esa experiencia y explicarle de dónde viene el sombrero. En cambio, mi otro negocio se maneja bastante solo con el apoyo de mi equipo y confío en mi gente”, manifestó.

Añade que, aunque su negocio principal es su empresa Mabim International Suppliers INC, quiere y aprecia de manera muy especial su marca.

Don Marco aspira a continuar promoviendo su marca, con apoyo de su hijo Nicolás, quién vive en Madrid, España, aunque reconoce que el sombrero ecuatoriano se produce a una escala menor debido a que su fabricación requiere mucho tiempo, dada la complejidad del tejido.

Hombre de negocios

El empresario Marco E. Baca llegó a Estados Unidos con su familia en 1987 por circunstancias de la vida. Desde muy temprana edad comenzó su vida laboral y gracias a ello aprendió a valorar muchos aspectos de la vida.

“Agradezco a mis padres por haber tomado la valiente decisión de venirnos a vivir a Estados Unidos”, expresó.

A inicios de los años 90 comenzó, junto a unos socios, una empresa de maquinaria industrial. En el 2001 se independizó y fundó Mabim, una compañía que año con año crece exitosamente.

Actualmente, su empresa representa a más de 100 fabricantes de herramientas, equipos y suministros operativos de plantas industriales de primera calidad. Entre sus clientes destacan: ABInBev, Bekaert, Lala, La Fabril S.A., Nuevo Carnic, Grupo Montelimar, Grupo Noboa, entre otros.

“En los negocios a veces hay que saber perder para ganar. Me siento muy satisfecho, bendecido y agradecido con Dios por todo lo que me ha ayudado para obtener los resultados de mi negocio”, concluyó.