¡Salve su empresa familiar!

Los balances más sólidos, un fuerte compromiso debido a la inversión de patrimonio familiar, la flexibilidad para la toma de decisiones y la visión a largo plazo, pensando en las futuras generaciones, son las cuatro grandes fortalezas de las empresas familiares que destacan los especialistas de la firma consultora Ernst & Young.

De acuerdo con ellos, las empresas familiares de diferentes latitudes del mundo, aún en Europa con su crisis económica, registraron un aumento en sus ingresos de hasta un 60% en el último año.

Con base en una encuesta realizada a 685 empresarios, se concluye que las personas emprendedoras desempeñan un rol vital en la economía, pues al desarrollar nuevos negocios crean trabajos, aumentan la actividad económica e impulsan la innovación. Estos emprendedores son capaces de detectar oportunidades de negocios donde otros solo ven el caos. Son disciplinados y, además, saben trabajar en equipo. Por ello las empresas que dirigen son más resistentes a los embates del momento.

Así, con el propósito de preservar el valor social, y por qué no, el valor sentimental de las empresas familiares, Ernst & Young presenta las 10 siguientes recomendaciones, tanto para quienes son emprendedores consolidados o aquellos que están en la etapa de soñar.

1. Antes de dar rienda suelta a su idea entusiasta, analice la viabilidad de su proyecto, con un estudio de mercado (al menos un pequeño sondeo).

2. Sepa diferenciar y mantener en balance las prioridades familiares y las del negocio.

3. Analice cuánto patrimonio familiar se dispone a invertir en su empresa, para evitar los conflictos internos.

4. Experimente primero con alquiler de edificios y activos, al menos durante los primeros años del negocio.

5. Considere aprovechar las ofertas de crédito del momento, antes de arriesgar el patrimonio familiar.

6. La sucesión es uno de los principales retos de las empresas familiares. Nunca obligue a su descendencia a realizarle sus sueños laborales.

7. Por el contrario, sáquele provecho a las ideas frescas o complementarias de la descendencia que sí quiere trabajar en el negocio.

8. Atraiga y mantenga el recurso humano competente y considere una participación económica en la empresa, antes de que sus “discípulos” se vayan y abran una empresa competidora.

9. Cuidado con la arrogancia del conocimiento. Sistematice las experiencias.

10. Si es mujer líder de una empresa familiar, no se quede encerrada en su negocio. Establezca un perfil público y redes de contacto. Participe de reuniones sectoriales.

¿Quiere saber más? Escuche aquí la entrevista a Carlos Gallegos, experto de Ernst & Young.