• 21 octubre, 2021

Luchando contra las adicciones

Luchando contra las adicciones

El nicaragüense Javier Ley es un ejecutivo comprometido en la recuperación de personas con problemas de adicción.

Por Milagros Sánchez Pinell

Basado en su experiencia como persona en recuperación, Javier Ley es un profesional comprometido con la lucha contra las adicciones del alcohol y las drogas que desea contribuir con su grano de arena en brindar esperanza a otras personas que están en ese mismo camino.

Recientemente fue nombrado director ejecutivo de Hazelden Betty Ford Foundation (HBFF) para el proyecto Arcadia Trails, que impulsa INTEGRIS Health, este último considerado el sistema de salud más grande de Oklahoma.

Como ejecutivo, Ley reconoce que el reto más grande en el campo del tratamiento de adicciones es reconocer que la recuperación es difícil de alcanzar para todos.

INTEGRIS Health buscó a un experto nacional para que ayudara a desarrollar la visión del futuro de Arcadia Trails y lo encontró en HBFF. Ambos llegaron a un acuerdo de colaboración en el cual HBFF seleccionaría al director ejecutivo para implementar el modelo de tratamiento para este centro y para trabajar en que Arcadia Trails sea la organización premier en este tema en la región, fue así que me seleccionaron para dirigir el proyecto”, explicó Ley.

Para liderar este proyecto de US$40 millones,  le respalda, además de su experiencia en el campo de las adiciones, una gran preparación académica. Posee un doctorado en Consejería Profesional de Mississippi College, una Maestría en Transformación de Sistemas de Salud de la Universidad de Texas,  una maestría en Consejería Clínica de Salud Mental de la Universidad de Saint Mary’s y una licenciatura en Finanzas de la Universidad de la Florida.

Javier Ley, su esposa Azalea Salmerón Avilés y sus hijas Paulina y Valentina.

Su trayectoria en el tema de adicciones comenzó en Nicaragua, su país de origen, en el Centro de Especialidades en Adicciones (CEA), donde fungió como director ejecutivo, labor de la que asegura sentir mucho orgullo ya que se convirtieron en la primera organización en Latinoamérica que utilizaba terapias basadas en evidencias científicas y durante su dirección obtuvieron certificaciones internacionales de calidad.

Un nuevo comienzo

En el 2015, junto a su esposa Azalea Salmerón Avilés y sus hijas Paulina y Valentina, se mudó a los Estados Unidos lo que significó un nuevo comienzo personal y profesional que incluía el poder conseguir su licencia como terapeuta.

Javier Ley actualmente dice llevar una vida de agradecimiento con Dios por las grandes bendiciones que ha recibido.

Una vez que lo hizo, se le presentó la oportunidad de trabajar en HBFF, organización sin fines de lucro que se especializa en las adicciones y es considerada la más grande y de mayor trayectoria en los Estados Unidos.

HBFF en sus 72 años de existencia ha prestado servicios de tratamiento a más de 22.000 personas cada año a través de sus 17 centros físicos, por ahora, en Minnesota, California, Nueva York, Florida, Illinois, Oregon, Washington, Colorado y Ohio.

Su trayectoria en el tema de adicciones comenzó en Nicaragua, su país de origen, en el Centro de Especialidades en Adicciones (CEA).

“Desde el principio de mi carrera en este campo, ha sido todo un sueño poder trabajar para HBFF. Es una organización con valores alineados a mis valores personales, un tema de prioridad para mí en esta etapa de mi vida”, indicó.

En dicha organización ocupó los cargos de Terapeuta de Tratamiento Residencial y posteriormente fue gerente de Programas Residenciales en Center City, Minnesota. Luego se sumó al equipo de Valley Hope Association, organización que también trabaja con el tema de las adicciones, donde fungió como vicepresidente regional de Operaciones.

Hazelden Betty Ford Foundation (HBFF) para el proyecto Arcadia Trails.

En el 2020 regresó nuevamente a HBFF para ocupar su actual cargo, director ejecutivo de Arcadia Trails, siempre motivado por su incansable deseo de apoyar a quienes se encuentran en su lucha por salir de las adicciones.

Ley, quien se define como un hombre perseverante, íntegro, amante de la justicia y servicial, hoy en día dice hablar de su experiencia como una persona en recuperación que está convencida de que los tratamientos funcionan y que la recuperación de  los problemas de adicción es posible.

Javier Ley y su esposa Azalea Salmerón Avilés.

“He pasado situaciones muy difíciles en mi vida que me llevaron a perder la esperanza en el futuro y la confianza en mí mismo. Pero también tuve la bendición de tener a un grupo de personas que nunca se dieron por vencidas y de conocer a muchas más que han marcado la persona que soy hoy en día. Algo que es muy claro, es que este camino se camina acompañado”, expresó en un franco testimonio.

Como ejecutivo, Ley reconoce que el reto más grande en el campo del tratamiento de adicciones es reconocer que la recuperación es difícil de alcanzar para todos, incluso, añade que hay muchos que mueren por las adicciones sin llegar a tener la oportunidad de pedir ayuda.

Javier Ley tiene la oportunidad de ser testigo de milagros de recuperación, de familias reconstruidas.

“Es un campo que puede ser emocionalmente muy difícil por un sin número de tragedias, de familias separadas, las historias de trauma y de potencial humano perdido”, señaló.

Pero por otro lado, tiene la oportunidad de ser testigo de milagros de recuperación, de familias reconstruidas y de personas que tienen la oportunidad de vivir muy bien al punto deF llegar a amarse a sí mismos y a los demás.

Sobre un sueño que desea cumplir, nos dijo que “es el poder participar y colaborar en proyectos innovadores que realmente transformen el tratamiento de adicciones, de tal manera que puedan llegar a más personas y de mejor manera. Solo el 10% de las personas que tienen problemas con la adicción encuentran la ayuda. Esa cifra ha sido la misma por décadas”.

Javier Ley actualmente dice llevar una vida de agradecimiento con Dios por las grandes bendiciones que ha recibido. Una de ellas es su esposa Azalea, a quien reconoce como su “roca, la persona que me ayuda a encontrarme a mí mismo en momentos de duda y de falta de confianza.  Que ha creído en mi potencial, en mis fortalezas y que me da ese empujón cuando más falta me hace”, finalizó.

Etiquetas: adicción / amigo / Nicaragua / personaje nicaragüense / Salud

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