El nicaragüense Francisco J. Zavala, como gerente de relaciones internacionales de Terrabank en Miami está enfocado en el mercado de Centro y Sur América.
Por Milagros Sánchez Pinell
Como una persona pragmática que siempre trata de buscar una solución simple a problemas que puedan parecer complejos es como se define Francisco J. Zavala, gerente de relaciones internacionales de Terrabank N.A. en Miami, Florida.
Además, le gusta tomar decisiones en conjunto para sacar el máximo provecho a la diversidad de opiniones y experiencias. Siempre es positivo y con ganas de aprender de los demás y deaportar su granito de arena en cada persona con la que tiene contacto.
Zavala, de origen nicaragüense, ocupa la gerencia de relaciones internacionales de Terrabank desde el año 2020 y se encarga de crear lazos laborales entre cliente e institución, fortalecer y crecer carteras de negocios, manejo de grupos de trabajos enfocados a captación, mantenimiento y soluciones financieras para clientes.
“Como en Estados Unidos existe la banca local e internacional, yo estoy enfocado, por mi experiencia, en el mercado Centroamericano y parte de Sudamérica. Manejo clientes de esas jurisdicciones que quieren diversificar sus inversiones o expandir sus fronteras comerciales. Les damos soluciones operativas para sus operaciones de comercio internacional o local”, explicó sobre su trabajo.
El alto ejecutivo, graduado de Ingeniería Industrial en la Universidad Americana (UAM) de Nicaragua, con una maestría en Administración de Empresas en la Escuela de Alta Dirección y Administración (EADA) en Barcelona, España, después de la experiencia inicial de trabajar como ingeniero de planta y construcción para una empresa de capital norteamericano en Nicaragua, decidió redireccionar su perfil profesional hacia el mundo de la banca.
Su primer contacto laboral fue con Citibank Nicaragua, luego con Banpro Grupo Promerica, donde fue ejecutivo corporativo, gerente en el departamento de León y gerente regional, hasta formar parte de la familia Terrabank.
“Al estudiar mi maestría, aprendí muchísimo sobre finanzas aplicadas, de la importancia del recurso monetario, análisis financiero, emprendimientos y relaciones profesionales, por lo cual me llamó la atención laborar para el departamento de crédito empresarial en la banca nicaragüense, ya que todo lo aprendido lo podía aplicar en dicha área y potenciar mis conocimientos con experiencias de diferentes empresas y clientes. Posteriormente me encargaron manejar el territorio occidental de Nicaragua, donde aprendí sobre la mayoría de las áreas de un banco. Así terminé enamorado de la banca y aquí sigo ahora”, manifestó.
Un dato curioso es que, durante el estudio de su maestría, junto a un grupo de compañeros, su proyecto “Las gotas forman un océano” fue ganador como mejor proyecto social en un momento en que la crisis mundial golpeaba económicamente a España.
“Era importante para la escuela enseñarnos de que, en nuestra carrera profesional y personal, además de enfocarnos en crear riqueza monetaria, también debíamos aprender que las empresas del futuro tienen que ir de la mano con responsabilidad social empresarial. Muchas veces se ha pensado que el ayudar significa gasto, pero si se desarrollan proyectos autosuficientes que aportan a la comunidad, más bien se generan ingresos”, dijo.
Buscar el beneficio mutuo
Sobre su trabajo actual, como gerente de relaciones internacionales, expresó que le resulta muy gratificante el dar soluciones a clientes, ya sean personas o empresas.
“Muchos clientes, a veces, desconocían lo importante y fácil que es tener relaciones con un banco norteamericano especializado en sus mercados. Esto abre muchas puertas, sobre todo ahora con la pandemia del COVID-19 que servimos de puente a clientes que necesitaban urgentemente abrirse mercado, porque en sus países al estar en cuarentena estaban inhabilitados en la generación de ingresos. Esto es algo que ha despertado a pequeños y medianos empresarios a buscar a la banca norteamericana, ya sea para exportar, importar o incluso cambiar de aires y comprar propiedades de inversión o habitación aquí en Estados Unidos”, indicó.
Para Zavala trabajar en Terrabank significa una motivación extra, donde goza de un sentimiento de pertenencia, porque cada día aprende algo nuevo. Hace un poco de todo, es parte de los sueños de crecimiento y además puede aplicar sus conocimientos en la toma de decisiones con personas que van desde la alta dirección hasta con jóvenes que comienzan en el mundo laboral.
Es por ello que añadió que Terrabank es un banco pequeño con una gran motivación para crecer y mejorar cada día y que además le abrió sus puertas cuando se mudó a Miami.
A través de su experiencia laboral ha aprendido que siempre es muy importante buscar beneficio mutuo. “Si a un cliente le va bien, a tu institución le va bien. Por otro lado, el resultado de tu trabajo tiene que facilitarle el trabajo a quien lo va a recibir, así se obtienen mejores resultados al final. Ambas cosas son aplicables a la vida personal también.
Zavala, quien se mudó en el año 2019 a Miami, ha encontrado en Estados Unidos un mundo de oportunidades. Está muy interesado en aprender los diferentes tipos de soluciones financieras y áreas que pudieran apoyar aún más a la comunidad centroamericana.
“Quiero llegar a ser un puente de mejora o estabilidad financiera para muchos de nuestros compatriotas, y creo que el mercado se está colocando en un momento idóneo para lograrlo. Mucha gente piensa que la banca internacional es solo para millonarios, y están equivocados”, expresó.
Francisco J. Zavala está felizmente casado con Adriana Paniagua y tienen un bebé “que vino a iluminar más nuestras vidas”. Le gusta mucho estar al aire libre, practicar el golf y recientemente también disfruta correr.
“El mundo de oficina casi que te exige buscar la naturaleza los fines de semana. La pandemia y vivir en Miami me ayudaron mucho a enfocarme en mi salud personal. Hago bicicleta de ruta y de montaña, he aprendido a jugar golf y estoy entrenando para hacer medio maratón”, compartió de su vida personal.
Aunque en un inicio, Zavala se perfiló más como ingeniero porque se le facilitaban los números, el análisis numérico, aprender sobre procesos de producción y como se creaban los productos de manufactura, conocer el mundo de la banca le abrió los ojos de su enorme potencial en este campo que le ha dejado grandes satisfacciones profesionales.
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