La gestión de la calidad sigue siendo una tarea pendiente las mipymes al dejar de implimentarse lo suficiente en procesos productivos.
El Centro Latinoamericano de Innovación y Emprendimiento (CELIEM), presentó los resultados de su segundo monitoreo del 2022, titulado “Sostenibilidad y Economía Verde en la mipyme”, el cual permitió recopilar la opinión de 451 micro, pequeñas y medianas empresas mayoritariamente de Costa Rica, seguido de República Dominicana y Centroamérica; evidenciando que sí existe rentabilidad para los negocios sostenibles (75% así lo indicaron), pero también desafíos considerables que ameritan atenderse ante la importancia del tema a nivel global, social y comercial.
Este monitor, tuvo como objetivo conocer en dicho sector cuatro aspectos conceptuales de la sostenibilidad y la economía verde: la dimensión sobre la gestión y el gobierno corporativo, la dimensión social, la dimensión medioambiental, así como la dimensión del entorno de la mipyme en la economía verde.
“La sostenibilidad es un concepto que muchos han comprendido desde los aspectos medioambientales de manera exclusiva, y en las mipymes no ha sido la excepción, por ello nos ha interesado investigar y profundizar sobre las características de estos temas en los procesos de desarrollo de las empresas, y reflejar las grandes oportunidades y desafíos que tenemos para fortalecer las tres dimensiones de la sostenibilidad (social, ambiental y de ética-gobernanza) en las mipymes, con una clara llamada de atención para que hagamos esfuerzos que permitan fomentar un entorno que responda a recursos e incentivos para avanzar en la transformación hacia modelos de negocios verdes y sostenibles”, expresó Luis Álvarez Soto, director ejecutivo de CELIEM.
Entre los hallazgos identificados en la dimensión de gestión y gobernanza está que un 72% de las mipymes indica que sí depende de buenas prácticas y accesibilidad para lograr que su empresa o sus productos sean más sostenibles; además un 52% indica que sí depende de inversiones y financiamiento para conseguir que su empresa o sus productos sean más sostenibles.
Respecto a la gestión de la calidad, sigue siendo una tarea pendiente las mipymes, más allá de utilizar criterios de calidad en la selección de sus proveedores, en sus procesos de producción las buenas prácticas de gestión de calidad y ambiente no son implementadas, al reflejarse que un 80% de los encuestados no cuenta con algún tipo de certificación voluntaria para productos, procesos de producción, servicios o sistemas de gestión, como la ISO 9001, ISO 14001, FSC o SA8000, entre otras.
En términos generales, las mipymes implementan diferentes prácticas para la revisión y normalización de sus procesos, sin embargo, no integran como una buena práctica el desarrollo de auditorías que les contribuya en prácticas de mejoras continuas, aspectos que se pueden relacionar con la baja implementación de certificaciones voluntarias.
Dimensión social
En la relación con sus colaboradores, fue posible conocer que los procesos de formación en atención al cliente y herramientas para mejorar el desempeño son un buena práctica dentro de las mipymes (54% lo aplica), no así los temas relacionados con la implementación de mecanismos de teletrabajo (solo un 36% poseen esta modalidad).
El análisis mostró que existe una tarea pendiente de las mipymes en su vinculación y relación con sus comunidades que se ve reflejando en la débil promoción de la participación de los colaboradores en servicios de voluntariado, ya que unicamente el 57% mencionaron implementar esta cultura; además existen desafíos en el impulso de políticas e iniciativas que favorezcan la contribución de las mipymes con sus comunidades locales (solo el 34% lo realizan).
Dimensión ambiental
Un alto porcentaje de las mipymes no solo indica gestionar y manejar los residuos en su empresa (60%), sino también consideran que estos generan impactos positivos en su proceso productivo. Aunque cabe mencionar que el 90% de las mipymes mencionó no tener la certificación carbono neutral.
Unido a lo anterior, mayoritariamente las mipymes indican hacer uso de material reciclado y materiales sostenibles reflejándose esto en la alta participación de las mipymes en la implementación de economía circular (44%). El estudio también identificó que existe un importante reconocimiento a la gestión permanente de prácticas que regulan el consumo de papel, de energía y de agua en las mipymes, como mecanismo de gestión del proceso productivo de las mipymes.
Se puede constatar que existe comprensión de las mipymes respecto a la rentabilidad de las prácticas sostenibles en los procesos productivos de las empresas. Un 75% de las mipymes considera que sí existe retorno de inversión en la empresa si se incorporan iniciativas, políticas o buenas prácticas en materia de sostenibilidad.
Entorno impulso de la economía verde en las mipymes
Los hallazgos señalaron que existe una tarea pendiente en mejorar el entorno para impulsar el desarrollo de las mipymes hacia prácticas de sostenibilidad y economía verde. Como muestra de estos desafíos, se encontró que la implementación de instrumentos financieros y de capacitación son aún elementos bastante incipientes y necesarios de implementar en los ecosistemas de la región, al identificarse que el 75% de las mipymes consultadas no han accedido a recursos de financiamiento dirigidos a economía verde, a pesar de ser un modelo de negocio con rentabilidad importante.
Desde CELIEM continuaremos fomentando, analizando y generando acciones este tema, el cual no es solo es uno de nuestros ejes de trabajo, sino que es un modelo bastante incipiente con grandes oportunidades venideras capaces de fortalecer la competitividad, el dinamismo y la capacidad de muchas micro, pequeñas y medianas empresas en la región.
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