Educación bilingüe, atractivos programas de estudio, aprendizaje de nuevas tecnologías y desarrollo de múltiples habilidades son parte de los requisitos que los padres buscan en las escuelas y colegios para sus hijos
La elección no siempre es fácil, ya que la mayoría de padres se enfocan en una institución que les ofrezca a sus hijos las mejores oportunidades desde que están muy pequeños.
De ahí la importancia de tener claro cuáles son las verdaderas necesidades, pues la mayor parte de la infancia y adolescencia la pasarán en el colegio, y de ahí obtendrán las bases de la educación que reciban. Además, ahí conocerán a los amigos que los acompañarán en esta importante etapa de la vida. Aquí es cuando surge la famosa pregunta del millón: ¿cuál será el mejor colegio para mis hijos?
“Una educación de calidad debe ser pertinente y significativa para todas las personas de diferentes
contextos. Se trata de una educación con equidad en la que cada persona recibe los recursos y ayudas que requiere, en igualdad de condiciones para aprovechar las oportunidades y obtener la mejor educación”, afirma Henry Arias, asesor del Despacho Académico del Ministerio de Educación
Pública de Costa Rica.
De acuerdo con el experto, el actual momento histórico de la sociedad, en un entorno globalizado
obliga a la formación de personas críticas y creativas. Regina Hurtado, tiene dos hijos, la más pequeña en etapa escolar y el mayor apenas inicia la secundaria en su natal Nicaragua, y para su familia lo más importante del proceso educativo es facilitarles a sus hijos una educación integral, completa y que les brinde buenas oportunidades en el futuro.
“Tengo dos hijos, el mayor es Enrique Fernando Arana Hurtado, ya está en octavo grado y la menor, Alexandra María está en quinto grado. Ambos estudian en el Lincoln International Academy
de Managua y han estado ahí desde pequeños. Lo escogimos porque era un colegio católico y
bilingüe, de hecho, los estudiantes cuando se gradúan reciben el diploma de bachillerato y de high
school. Además, les permite optar por las mejores universidades tanto en Latinoamérica como en
Estados Unidos y eso es importante porque se les abren muchas oportunidades”, detalla Hurtado.
Además de reforzar los idiomas, los padres de familia de la región se enfocan en alternativas como el bachillerato internacional, la promoción del intercambio cultural y el aprovechamiento de importantes herramientas tecnológicas.
“Queríamos una opción completamente bilingüe para nuestros dos hijos, que les abra un mundo de oportunidades por si quieren ir a estudiar al extranjero. En el colegio que elegimos les desarrollan mucho la parte cultural y la parte tecnológica. Es una escuela certificada por Apple, entonces los chiquitos tienen su Ipad, sus clases de robótica, pueden hacer videoconferencias con gente de la NASA, o escuelas en Estados Unidos. Las instalaciones son de primera, así como los programas culturales, deportivos y tecnológicos, complementan la calidad de la educación”, detalla Arlette Chaves Leer, asesora regional en comunicación y madre costarricense.
Habilidades blandas
En la nueva era del aprendizaje, los colegios han visto la necesidad de transformar su modo de operar, brindándole a sus estudiantes un ambiente más acogedor y divertido con el fin de que se comprometan con su proceso académico y sean ellos mismos quienes controlen qué y cómo aprenden.
“Hay que permitirles a los estudiantes que investiguen, jueguen, imaginen y aprendan a resolver problemas. Hacemos mucho trabajo en equipo y tratamos de desarrollar las habilidades de los estudiantes. Aprender haciendo es una de nuestras máximas características”, recomienda
Hanna Sarakorpi, directora del colegio público Saunalahti School, de Finlandia, considerado el mejor colegio del mundo.
El enfoque académico de los centros educativos de vanguardia se basa en integrar la tecnología de
manera natural en el currículo de los estudiantes, con el fin de potenciar las habilidades propias del siglo XXI, como manejar herramientas de estudio en la nube o aprender a buscar contenido multimedia que apoye la lección.
“Siendo un profesional del deporte considero que es vital complementar la carga académica con
una actividad física. Al final de la jornada me he dado cuenta de que la calidad educativa depende en mucho de las motivaciones complementarias que reciben los muchachos”, afirma Alexis Laurencio, exentrenador Olímpico de Natación y actual entrenador personal en Miami, Estados Unidos.
A esto se suman las actividades extracurriculares en las que destacan la práctica de algún deporte, aprender a tocar uno o varios instrumentos, entre otros. Todo esto con el propósito de potenciar sus habilidades blandas, es decir, el conjunto de rasgos de personalidad, habilidades sociales, de comunicación, lenguaje, hábitos personales, amistad y optimismo que les ayudará a fortalecer sus relaciones con otras personas.
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