El informe contempla los impactos post-pandemia en América Latina, junto a las claves para enfrentar la crisis educativa actual, para construir con éxito la educación del futuro.
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Una de las voces líderes en educación bilingüe a nivel mundial, Maple Bear, lanzó recientemente un nuevo informe que extrae lecciones del impacto del Covid-19 en los sistemas educativos de América Latina, y cómo pueden aplicar las mismas soluciones innovadoras a la crisis educativa post-pandémica. El informe destaca cómo la pandemia nos enseñó valiosas lecciones sobre el uso de la tecnología para brindar una educación mejor y más integral.
«Nuestro entendimiento es que muchas personas quieren olvidar la pandemia y seguir adelante con sus vidas, pero para muchos estudiantes en todo el continente de América Latina, sus efectos secundarios son enormes, como las cientos de horas perdidas de tiempo de enseñanza», explica Natalia Tieso, Directora para América Latina de Maple Bear. «Los maestros también siguen lidiando con las consecuencias, incluida la presión aumentada para dar más clases a más estudiantes con menos recursos y financiamiento».
Tieso además añade que «sin embargo, la pandemia también obligó a muchos gobiernos a invertir en capacidades de aprendizaje a distancia y estimuló la inversión privada e innovación que llevó a un mayor conocimiento en el uso de computadoras y dispositivos móviles. Todas estas son herramientas vitales para equipar a los estudiantes con las habilidades necesarias para los lugares de trabajo del mañana. Creemos que si podemos combinar estos aprendizajes con un plan de estudios inclusivo y centrado en el estudiante, no solo podemos enfrentar la crisis educativa actual, sino que podemos tener éxito en construir la educación del futuro».
Las Naciones Unidas en su nota informativa ‘La Pandemia es una Oportunidad para Transformar la Educación en América Latina y el Caribe’, proporcionó las siguientes sugerencias para ‘la transformación de los sistemas educativos de la región’: promover espacios de flexibilidad e innovación en todos los niveles de los sistemas educativos; impulsar el papel de los maestros como agentes de cambio; fomentar el desarrollo de competencias cognitivas y socioemocionales; fortalecer los procesos de aprendizaje y enseñanza y gestionar los sistemas de información con medios digitales.
«Nuestro informe más reciente se enfoca en cómo aplicar las enseñanzas resaltadas por estos excelentes estudios, como el llamado del Foro Económico Mundial para Catalizar la Educación 4.0, que pide una combinación tanto de aprendizaje habilitado por tecnología como de aprendizaje a distancia, así como un enfoque renovado en un plan de estudios que mejor equipe a los estudiantes para nuestro mundo cada vez más globalizado», enfatizó Natalia.
Mientras enfatiza los beneficios económicos, culturales y sociales de una educación bilingüe, Maple Bear también quiere ver un énfasis renovado en planes de estudio que fomenten habilidades respaldadas por el innovador estudio del Foro Económico Mundial, como habilidades de ciudadanía global, innovación, creatividad y resolución de problemas interpersonales. La franquicia escolar canadiense cree que las escuelas privadas desempeñan un papel vital al demostrar cómo la inversión dirigida en tecnologías inteligentes, como mecanismos de evaluación basados en datos y una infraestructura digital mejorada, puede ser un modelo para el futuro de la educación.
La compañía está interesada en establecer contacto con inversores con base en Costa Rica y Panamá, como parte de su expansión continua en América Latina. Costa Rica es uno de los países de ingresos más altos en América Latina, pero fue uno de los tres países de la OCDE donde los cierres de escuelas fueron más prolongados. El país estuvo 175 días sin clases y un sistema educativo que no estaba preparado para ofrecer educación en línea.
Aunque Costa Rica tiene una reputación de excelencia educativa en la región, la inversión pública en educación ha estado en declive desde 2017, y el año escolar actual tiene un presupuesto educativo equivalente al 5.3% del PIB, «un retroceso de 15 años que afecta seriamente la calidad del servicio educativo para los estudiantes, considerando además que Costa Rica es uno de los tres países con la inversión educativa per cápita más baja de la OCDE, destinando menos de la mitad del promedio de la OCDE»; según un informe reciente de la ONU, el país está ahora en una prolongada «crisis educativa».
El informe también establece que «la educación sigue dependiendo de enfoques basados en memorizar conceptos y no en desarrollar competencias y aprendizaje significativo».
«La pandemia golpeó muy fuerte a América Latina», explica Natalia. «No hay forma de volver a nuestras viejas formas, especialmente en el mundo de la educación. Lo que necesitamos ahora es una inversión renovada en el futuro y las habilidades que nos prepararán no solo para sobrevivir en el futuro, sino para prosperar».
Tieso concluye que afirmando que los países latinoamericanos tienen una verdadera oportunidad ahora de reimaginar sus planes de estudio y métodos de enseñanza, y para Maple Bear es un orgullo iniciar esta conversación sobre qué lecciones podemos aprender de la pandemia de Covid-19 y cómo podemos comenzar a aplicarlas para dar un gran salto adelante, y no quedarnos atrás.
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