Aprenda a aceptar diferentes perspectivas y a dejar de lado incluso las diferencias ideológicas para lograr una colaboración más eficaz.
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La mayoría de nosotros, en algún momento de la vida, nos encontraremos con un desacuerdo que consideramos completamente inaceptable. Ciertos comportamientos, ideologías o políticas chocan demasiado con lo que sabemos que es correcto o justo.
Las emociones estallan. Las conversaciones se calientan. Cualquiera que haya experimentado una situación así sabe que está lejos de ser la forma más productiva ni beneficiosa de abordar las diferencias de perspectiva.
La verdad de la resolución de problemas es que hay un número ilimitado de perspectivas que adoptar, lo que significa que sólo podemos tener una imagen incompleta de cómo hacer algo bien.
1. Aceptar diferentes interpretaciones de un mismo objeto
Desde múltiples perspectivas, el mismo objeto puede verse muy diferente. Si le mostrara un bolígrafo, por ejemplo, podría ver un punto si mira el bolígrafo de frente o una línea si lo mira desde un lado. Ninguna perspectiva es necesariamente correcta o incorrecta: todas existen. Debo respetar la validez de esas opiniones por igual y sin prejuicios. En ese espacio físico, no hay límites para los ángulos potenciales para ver y descubrir otra perspectiva no considerada. De la misma manera, nuestras experiencias individuales nos llevan a evaluar personas, objetos y eventos desde una perspectiva particular, y las posibles diferencias en esas perspectivas son ilimitadas .
Por supuesto, nosotros, como seres humanos, somos limitados: nuestro alcance de comprensión sólo puede extenderse hasta cierto punto, lo que significa que nuestra comprensión siempre será incompleta.
Aceptar que lo incompleto me permite respetar la igualdad de la perspectiva de cada persona al contribuir a una imagen más completa, ni más alta ni más baja que la mía o la de cualquier otra persona. A partir de ahí puedo ponerme en el lugar de sus experiencias.
2. Encuentre áreas de alineación
Cuando se rompe la alineación de perspectivas , nos encontramos con conflictos. Si todos nos paramos en un lugar y miramos una instalación de arte, es posible que todos estemos de acuerdo en su apariencia, pero una persona que vea la instalación desde otra perspectiva puede no estar de acuerdo con nosotros y contradecir nuestra comprensión.
Para comunicarme exitosamente sobre ese mismo objeto, necesito entender las condiciones que formaron la imagen de otra persona y cómo se correlaciona con mi perspectiva.
Esta correlación podría variar desde casi alineada hasta muy fuera de lugar; el grado de diferencia depende de la suma de nuestras experiencias previas. Diferencias físicas en las ubicaciones, así como diferencias figurativas: el hablante versus el oyente; El cliente frente al proveedor de servicios puede dar forma a la lente a través de la cual vemos el mundo.
Para ver desde el punto de vista de otra persona y comprender qué les hace pensar de esa manera, necesitamos cambiar de asiento; físicamente hablando, como en una instalación de arte, podemos levantarnos y cambiar de posición; En sentido figurado, es posible que necesitemos ponernos en el lugar de otra persona para empatizar con su posición .
Quizás tenga que compartir mi experiencia anterior y guiarlos para que vean lo que veo. Quizás ellos tengan que hacer lo mismo. Podemos hacer preguntas sobre cómo esas experiencias determinaron nuestras perspectivas, generando conciencia sobre dónde podríamos ver las cosas de manera diferente. Si bien no existe una correlación perfecta, encontrar alguna correlación entre nuestras percepciones del espacio de la imagen y el espacio del objeto es donde encontramos acuerdo.
3. Recuerde su propósito
Al fin y al cabo, términos como «inaceptable» o «aceptable» se basan en mis propios criterios. Si el comportamiento no es nada ilegal o poco ético y todavía lo encuentro inaceptable, la pregunta es: «¿Por qué?». Mi razón debe reflejar el propósito que pretendo cumplir.
Cuando encontramos un conflicto , en lugar de persuadir a la otra parte de que nuestra opinión es correcta, nuestro mejor primer paso es determinar si existe un problema que deba resolverse.
A medida que las perspectivas chocan, aceptar el propósito que en última instancia debemos cumplir hace que sea más fácil dar los siguientes mejores pasos.
Si determinamos que existe un problema genuino, el siguiente paso es pasar de un estado de oposición a uno de cooperación. Al alinearnos hacia un propósito compartido , podemos comenzar el proceso de abordar y resolver colectivamente el problema subyacente. Este cambio de posturas conflictivas a la resolución colaborativa de problemas nos permite aprovechar todo el potencial de nuestros desacuerdos, transformándolos en oportunidades de crecimiento, innovación y mejor comprensión.
Fuente: Entrepreneur
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