Lucía Salvo González es una joven emprendedora con un enorme potencial como diseñadora y empresaria.
Por Milagros Sánchez Pinell
Un día caminando por la arena de la playa Lucía Salvo González, quien ya estaba consciente de la importancia del cuidado del medio ambiente, decidió recoger junto con su madre el plástico que encontró en el camino. Aunque parecía, en un inicio, un simple ejercicio de conciencia ambiental fue el origen de su marca Ecolets.
Apoyada por la creatividad que le caracteriza empezó a experimentar diseños de pulseras con las bolsas plásticas que recogió ese día y descubrió el impacto que su idea podría tener a largo plazo.
Posteriormente Lucía le dio forma a su naciente proyecto con esa inquietud muy propia de ella. Para alcanzar sus objetivos acudió a mujeres artesanas nicaragüenses quienes actualmente se encargan de la elaboración de pulseras y anillos de diferentes colores.
“Fue un poco tardado y yo soy impaciente. Comenzamos con pruebas de pulseras, luego con diseñar el empaque de las pulseras y últimamente con el mercadeo de la marca que es mi parte favorita ya que tiene que ver con redes sociales. Comencé vendiendo a mis amistades más cercanas y poco a poco la marca fue creciendo”, recordó sobre el proceso de creación de su marca.
Creando conciencia
Hoy en día, Ecolets, cuyo objetivo es crear conciencia sobre lo que sucede en el mundo en el tema del medio ambiente, es una marca bien estructurada con la que Lucía pretende crecer a nivel mundial con más productos eco amigables bajo la frase: Salvando la tierra una pulsera a la vez.
Todos los materiales que usan son reciclados, específicamente bolsas plásticas donadas o recogidas en las playas y calles que luego son desinfectadas para el proceso de fabricación de las piezas.
“Recibimos donaciones de bolsas de plástico de fundaciones ecológicas sin fines de lucro y restos de fábricas de bolsas de plástico. Además, retribuimos a fundaciones ecológicas sin fines de lucro como Fresh Ocean, la Fundación Ortiz Gurdian, Comisión Nicaragüense de Ayuda al Niño con Cáncer (CONANCA) y a nuestra comunidad ayudando a los artesanos y otras organizaciones”, dijo.
Sobre el nombre, su creadora explicó que es mucho más simple de lo que parece. “La palabra es una combinación de la palabra ecológico (defender al medio ambiente) y bracelets (pulseras en inglés)”.
Acerca de la importancia de sus productos, Lucía explica que portar una Ecolets en la muñeca o en uno de los dedos es como un recordatorio constante de que se debe ser consciente con el planeta en las acciones que cada ser humano realiza en su vida diaria.
Los productos de Ecolets son comercializados de forma llamativa e inclusiva para cualquier edad y género que esté interesado en ayudar al planeta, a través de sus redes sociales como @ecoletsthelabel y en la tienda Espacios en Managua, Nicaragua.
Inquieta, creativa y muy comprometida
Para Lucía Salvo González, una joven de tan solo 16 años que cursa su décimo año, el ayudar al medio ambiente de cualquier manera siempre la inspira y la hace sentirse ella misma.
“Siendo parte de la Generación Z, es nuestro deber contribuir en mejorar el mundo para futuras generaciones. Esta generación siempre es muy abierta con temas contradictorios y lo único que podemos hacer es tratar de hacer nuestra parte en ayudar”, expresó.
Incluso, Lucía se siente tan comprometida con la causa que la creación de Ecolets y convertirse en vegetariana son expresiones de lo que piensa y siente que debe ser su misión como joven.
Sus padres, conscientes de que tienen una hija inquieta y muy creativa, siempre han apoyado las iniciativas de Lucía desde que era una niña, cuando cocinaba y vendía postres con sus hermanos y amigas en el reparto donde viven.
“Ellos han sido mis fans número uno. Me han apoyado desde el primer día, me ayudan con las finanzas, las ideas, el marketing y muchísimo más. Ellos son mi hombro de apoyo y siempre les voy a agradecer por eso”, manifestó.
Aunque diseñar ropa es su mayor sueño, la oportunidad de crear Ecolets es también el inicio de eso a lo que desea dedicarse de grande. “Siempre hay que comenzar pequeño. Entonces, el día que me vino esta idea de Ecolets me puse las pilas, le puse mucha pasión y dedicación para hacerlo posible”.
A su corta edad, Lucía, quien se define perfeccionista, ha demostrado mucho compromiso y seriedad en su marca, aunque eso implique sacrificios y mayor esfuerzo en sus otras responsabilidades.
“Lo más difícil para alguien de mi edad es mantener motivación y hacer tiempo para la marca cuando hay tantas otras responsabilidades que tengo como el colegio, baile, familia, etc. Igualmente, es difícil que tomen a una niña de 16 años en serio. Cuando le escribo a diferentes proveedores para pedir un producto, muchas veces evitan contestarme. Igual me pasa cuando me llaman por teléfono para pedir pulseras y contesto, simplemente se confunden con mi voz y me cuelgan”, nos relató sobre lo que ha significado el reto de emprender.
Sin embargo, Ecolets le ha enseñado a tener paciencia, a manejar el tiempo, a que se pueden alcanzar las metas y a seguir soñando más. Tanto la marca como ella han crecido juntas los últimos dos años y todavía les queda mucho camino por andar. Desde la Revista Vida y Éxito esperamos verla cumpliendo todas sus metas hasta alcanzar su máximo sueño: ser una diseñadora con presencia digital.