Aprender a desconectarse del trabajo también le lleva al éxito

Redaccion septiembre 2, 2014

Algunas de consecuencias de no desconectarnos del trabajo pueden ser: mal humor, insatisfacción y frustración personal, entre otras.

La presión, las carreras, el poco tiempo libre, las interminables reuniones y las horas en las carreteras son parte de la vida laboral actual, lo que no quiere decir que esté bien.

Son jornadas sumamente estresantes y agotadoras mentalmente por no saber descontectarnos de las actividades laborales.

Se puede considerar una tarea titánica el aprender a desconectarnos y entender que el trabajo debe estar perfectamente equilibrado con los demás espacios de nuestras vidas: familia, amistades, relajación y esparcimiento.

Los emprendedores son una especie altamente expuesta a este ritmo de vida, que lejos de ayudar y potencializar su crecimiento, puede llegar a frenarlo con alguna enfermedad y con agotamiento.
Algunas de consecuencias de no aprender a desconectarnos del trabajo pueden ser: mal humor, insatisfacción y frustración personal, altos niveles de estrés, afectación en las relaciones personales, preocupaciones, agotamiento intelectual, sensación de vacío y soledad e incluso molestias físicas.

El cuerpo humano no es una máquina

Es importante que entienda que el cuerpo humano no es una máquina y se cansa. Para que no sufra las consecuencias de estar conectado permanentemente al trabajo, aquí compartimos algunas de las actividades que permiten disfrutar de las demás cosas que nos rodean:

Desconéctese de cualquier gadget

Estar conectados permanentemente a Internet, al correo electrónico, a las redes sociales o simplemente estar disponible en el teléfono celular son, en la actualidad, los principales factores que nos mantienen siempre conectados a situaciones laborales. En la medida de lo posible apaga el celular, la tableta o la PC por lo menos un par de horas al día y olvídese de todo lo laboral.

Otórguese un premio cada vez que tenga un logro laboral o personal

Puedes premiarse con su comida favorita o un postre; puede ver su película favorita o una que no haya visto o puede regalarse un paseo en fin de semana. Pero lo más importante es que durante ese tiempo de disfrute no haga nada que tenga que ver con el trabajo. Tal vez descubrirá cosas como que tiene dos años que no iba al cine o que almuerza sin disfrutar el sabor que más le gustaba de niño.

Haga ejercicio

Aunque no sea un atleta, siempre puede ejercitarse. Las actividades deportivas pueden ayudar a liberar el estrés, sin embargo, son de las primeras cosas que se sacrifican cuando el trabajo nos absorbe. Dedique por lo menos 30 minutos de actividad física al día o en su defecto, cada tercer día. Si no tiene preferencia por alguna actividad deportiva, basta con caminar durante 30 minutos.

Converse

Busque conversaciones con sus familiares y amigos. Tendrá muchas cosas que decir y escuchar. Incluso durante la jornada laboral puede disfrutar de conversaciones que nada tengan que ver con el trabajo, sólo busque el momento propicio. Conversar con sus familiares más cercanos sobre su día es una excelente forma de relajarse y disfrutar un buen rato alejado del trabajo. Seguro se dará cuenta que necesita más tiempo para hablar con alguien y menos tiempo para el trabajo.

Retome alguna de sus aficiones

Estas actividades son las le recargan de energía y le causan enorme alegría. Vuelve a patinar, a jugar ajedrez, a escalar una montaña, a dibujar, a pintar, a tocar la guitarra, a jugar futbol o a bailar. La recomendación es que lo haga cotidianamente para se le olviden las cargas de trabajo.

El secreto no es dejar de trabajar, es desconectarse totalmente de la carga de trabajo por ratos y disfrutar esos momentos al máximo.

Estos consejos pueden ser determinantes para que los emprendedores logren soportar la fase de arranque de su proyecto o empresa, ya que es en esta etapa del emprendimiento cuando se corre el riesgo de conectarse al trabajo las 24 horas del día.

Fuente: Entrepreneur en Español

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