5 principios de mentalidad empresarial que potencian la educación financiera

Una mentalidad emprendedora alienta a las personas a ver sus finanzas personales como una oportunidad para la creación de riqueza y el crecimiento. Esta mentalidad enfatiza la importancia de invertir, ya sea en acciones, bienes raíces u otros activos, para generar ingresos pasivos y generar riqueza a lo largo del tiempo. Dicho esto, desarrollar sus propios sistemas de creencias fundamentales en torno a su relación con el dinero es tan importante como los propios vehículos financieros.

Uno debe recordar que la educación financiera es un viaje, y requiere un esfuerzo, práctica y aplicación constantes de estos principios fundamentales para mejorar su comprensión y mejorar su bienestar financiero. Cuando se trata de dinero, la adopción de ciertas filosofías de mentalidad puede ayudar a dar forma a su relación con la creación de riqueza y guiar su toma de decisiones. Aquí hay cinco puntos de vista imperativos a tener en cuenta:

1. Ver el dinero como lo haría con una corriente

Si bien el término «moneda» se deriva de la palabra latina «currere», que significa «correr» o «fluir», el concepto de dinero que fluye como una corriente es metafórico en lugar de una representación literal. El término «moneda» se refiere principalmente a un sistema de dinero que se utiliza como medio de intercambio de bienes y servicios.

Sin embargo, la metáfora del dinero que fluye como una corriente se puede utilizar para describir la naturaleza dinámica del dinero y su movimiento dentro de una economía. El dinero circula a través de varias transacciones, cambiando de manos de una persona o entidad a otra. Fluye a través de la economía, permitiendo la actividad económica y facilitando el comercio.

Al igual que una corriente en un río, el dinero está constantemente en movimiento, conectando a diferentes participantes en la economía. Se puede ganar, gastar, invertir y transferir, creando un ciclo continuo de transacciones e interacciones económicas.

Esta metáfora destaca la importancia de comprender y gestionar el flujo de dinero. Al igual que las corrientes en un río pueden ser fuertes o débiles, el dinero puede fluctuar en términos de su disponibilidad, valor y la velocidad a la que circula. Al ser conscientes de este flujo y gestionar sus finanzas de manera efectiva, las personas y las empresas pueden navegar por las corrientes económicas y aprovechar al máximo sus recursos financieros.

2- Descarte que límites de su pasado definan su futuro

Adoptar una mentalidad de abundancia implica creer que hay muchas oportunidades para la riqueza y el éxito. Se trata de centrarse en las posibilidades más que en las limitaciones. Con esta mentalidad, se acerca al dinero con una perspectiva positiva y optimista, reconociendo que hay suficiente para todos y que su situación financiera puede mejorar a través del trabajo duro, las decisiones inteligentes y las acciones basadas en la mentalidad de abundancia.

Muchos líderes de opinión emergentes han respaldado recientemente la ideología de la «metización mental». Con estos nuevos, pero lógicos cambios, innumerables estudios de casos en todo el país validan que el empoderamiento financiero comienza con el cambio de paradigma. Y, por lo tanto, al desafiar la mentalidad rígida y conservadora de «trabajar, gastar, ahorrar» de 9-5 y evolucionar de pensar como un empresario en lugar de un empleado, uno puede mejorar drásticamente sus hitos monetarios.

3. Prioridad al ahorro y la inversión

La filosofía de la independencia financiera se centra en lograr la libertad y el control sobre sus finanzas. Implica construir una base financiera sólida que le permita mantenerse a sí mismo y seguir su estilo de vida deseado sin depender de los demás. Esta mentalidad le anima a hacerse cargo de su situación financiera, dar prioridad al ahorro y la inversión, y a desarrollar múltiples flujos de ingresos.

Tomemos la pandemia, por ejemplo; los líderes que adoptaron habilidades remotas, estudiaron macroeconomía y entendieron qué sectores estaban listos para el crecimiento no solo capearon la pandemia, sino que mejoraron significativamente su negocio y su crecimiento personal.

4. Aprendizaje continuo para mantenerse actualizado sobre las últimas tendencias financieras

Una mentalidad emprendedora prioriza el aprendizaje continuo y la mejora. Cuando se trata de educación financiera, esto significa buscar activamente recursos, cursos e información para mejorar su comprensión de los conceptos financieros, las estrategias de inversión y la gestión de las finanzas personales. La era posterior al Covid ha democratizado las certificaciones en línea de expertos individuales en la materia a instituciones académicas, por lo que ahora hay un campo de juego nivelado independientemente de su punto de vista geográfico. Participar en el aprendizaje permanente le permite mantenerse actualizado con las últimas tendencias financieras y adaptar sus estrategias financieras en consecuencia.

La filosofía de la gratificación retardada, junto con un compromiso con el aprendizaje, implica priorizar los objetivos a largo plazo sobre la satisfacción inmediata. Requiere resistirse al gasto impulsivo y priorizar el ahorro y la inversión para la seguridad financiera y los objetivos futuros. Al retrasar la gratificación, puede tomar decisiones financieras más sabias, evitar deudas innecesarias y acumular riqueza con el tiempo.

5. Practicar el gasto consciente y la asignación de activos

El gasto consciente implica ser intencional y consciente de cómo asigna sus recursos financieros. Significa alinear su gasto con sus valores y prioridades, así como con los sectores emergentes y lucrativos que requieren atención. Con esta mentalidad, se toma el tiempo para evaluar sus necesidades frente a sus deseos, hacer un seguimiento de sus gastos y tomar decisiones deliberadas que reflejen sus objetivos financieros. El gasto consciente le ayuda a evitar compras impulsivas, mantenerse dentro de su presupuesto y tomar decisiones más conscientes con su dinero.

Fuente: Entrepreneur