9 mayo, 2022

Males cardiovasculares atacan a jóvenes

Angie López noviembre 22, 2016

Hace algunos años, padecimientos como la hipertensión o las dislipidemias eran exclusivos de adultos y adultos mayores, hoy, sin embargo, esto ha cambiado.

Hace un par de décadas hablar de hipertensión o colesterol alto en personas jóvenes era absolutamente extraño, pues eran padecimientos típicos de adultos y adultos mayores, sin embargo, los cambios en los estilos de vida han provocado la aparición de estas enfermedades cardiovasculares (ECV) en la población joven.

La doctora Laura Ulate, especialista en endocrinología y metabolismo y cardiología clínica, comenta que los cambios sociales conllevan a una vida más sedentaria, una alimentación poco saludable y un incremento del peso corporal, lo cual hace que estos males cardiovasculares se presenten a edades cada vez más tempranas.

“Hace muchos años se hablaba de que era una enfermedad de adultos y adultos mayores, pero ahora es una condición que se puede presentar incluso en niños o en adolescentes y entre más temprano haya un factor de riesgo, más tiempo se estará expuesto a él y mayor probabilidad de que se presente un evento cardiovascular”, detalla Ulate, durante un encuentro organizado por la farmacéutica AstraZeneca.

Peligro

La hipertensión o presión alta es un síndrome caracterizado por la elevación de la presión sanguínea y se le denomina “asesino silencioso” porque los valores tienen que ser muy altos para que la persona perciba algún síntoma inusual, de lo contrario pasa desapercibida, no así los daños que va causando.

Otro mal cardiovascular es la dislipidemia que es una concentración alta de lípidos (grasas como colesterol y triglicéridos) en sangre. El colesterol es una grasa que se encuentra en el tejido humano y es fundamental para vivir, pero cuando hay de más se puede acumular en las arterias y bloquearlas.

Los factores de riesgo pueden ser modificables o no modificables. Los primeros corresponden a hábitos que se pueden cambiar como la obesidad, el tabaquismo o el sedentarismo, los segundos son la edad, el género y los antecedentes familiares, entre otros.

En los últimos 30 años, la enfermedad cardiovascular han sido la principal causa de muerte en el mundo.

Números que importan

El 85% de las muertes por enfermedades cardiovasculares se debe a problemas cardiacos o accidentes cerebrovasculares, los cuales están estrechamente ligadores a factores de riesgo como la hipertensión arterial, que es la responsable de la mitad de esos fallecimientos, y la dislipidemia, que cobra al año 4,4 millones de muertes, por lo que se le atribuye el 24% de las muertes relacionadas con ECV.

Para cambiar este panorama es indispensable adoptar hábitos de vida saludables como una alimentación balanceada, la realización de actividad física, consumo moderado de sal (máximo una cucharadita al día), dormir y descansar bien, dejar el tabaco y reducir el consumo de alcohol, principalmente.

Pero también es fundamental ponerle atención a los números que sí importan, es decir, tener un monitoreo constante y estar atentos a los valores de la presión arterial y la glucosa y grasas en sangre, porque esto permitirá detectar a tiempo algún padecimiento y hacer los cambios cuanto antes para reducir riesgos.

La doctora explica que los números que importan van a ser la frecuencia cardiaca, que es la cantidad de veces que el corazón late, el nivel de glucosa en sangre que determina el azúcar en sangre y el cual fija si hay riesgo de ser o no diabético.

También importan la presión arterial, que es la fuerza con la que el corazón expulsa la sangre para que llegue al resto de los tejidos, los niveles de colesterol que son grasas que están en el organismo que pueden condicionar que los vasos sanguíneos se enfermen, y el peso corporal.

“Todas estas condiciones, si no están reguladas o controladas, van a predisponer al organismo a la aparición de infartos o eventos cerebrales vasculares que van a deterior nuestra cantidad y calidad de vida. De ahí la importancia de que podamos tener conciencia de que estas condiciones existen, que pueden ser asintomáticas y por eso debemos chequearnos regularmente para identificar la aparición de estas condiciones para tratarlas a tiempo y evitar un evento cardiovascular”, agrega.