Es chef de un restaurante de comida fusión asiática en República Dominicana.
Por Milagros Sánchez Pinell
Esmerarse en satisfacer y traer sonrisas al momento que una persona está comiendo lo que ha creado es lo que para la chef dominicana, Renée Bonetti significa el arte de cocinar bien, una pasión que descubrió a los siete años gracias a las “galleticas” que preparaba para su abuela paterna.
Diecisiete años después de ese encuentro con su vocación ha culminado sus estudios en Administración de Negocios y Diseño Gráfico en American University en Washington, D.C., Estados Unidos, y su maestría en Cordon Bleu de Londres: Grand Diplome with Culinary Management.
Actualmente trabaja en el restaurante de comida fusión asiática Gamalsan, en República Dominicana, donde es la chef encargada del manejo de la cocina y la encargada de innovar con platos que mantengan el menú activo y novedoso.
Su primer emprendimiento en el mundo culinario empezó cuando cursaba sus estudios de secundaria hace más de siete años con la creación de Nenicakes, una plataforma que fundó con el objetivo de vender dulces y hacer catering de comida china.
“Empecé haciendo galleticas para familiares y evolucioné a un negocio de pedidos de postres y preparación de cenas para grupos. Durante ese tiempo las personas se identificaban como Nenicakes y se convirtió en mi imagen donde a través de las redes la gente quería percibir mis gustos y mis vivencias culinarias”, recordó.
Renée, junto a Esther Abinader, otra Roaring 20’s de Vida y Éxito, motivadas por sus preocupaciones humanitarias, juntaron esfuerzo en el año 2020 de la mano de empresas locales para llevar a República Dominicana la labor altruista del chef español José Andrés y su organización World Central Kitchen.
Dicha organización, sin fines de lucro, utiliza una red de chefs y cocineros a nivel global para promover platos de alta calidad nutricional a poblaciones vulnerables.
Como resultado de esa actividad se regalaron miles de raciones de alimentos que contaron con los estándares culinarios del chef José Andrés combinado con el sazón dominicano.
Conozcamos un poco más de esta jovencita alegre y emprendedora que nunca se rinde y que está seriamente comprometida a lo que se dedica hoy en día.
¿Por qué estudió primero Administración de Negocios y Diseño Gráfico si quería ser chef?
Estudiar Negocios y sobre todo Diseño Gráfico siempre fue parte de mi visión de lo que sería la evolución de mi carrera. Cocinar es una pasión que eventualmente se convertiría en mi negocio. Saber de Negocios y en especial de Diseño Gráfico me da una visión y un conocimiento que me aporta mucho hoy.
¿Hay alguna anécdota especial que quiera compartir de sus años en Cordon Bleu de Londres?
En mi examen final, ya para terminar la maestría, tocaba presentar dos platos, uno era un pescado que llevaba unas bolitas de yogur que venían como en un envase de agua al lado. Cuando los agarré de la mesa para presentarlos se me cayó el envase de agua y el pescado realmente volvió a nadar de tanta agua que tenía. Me volteo y miro al chef y me dice, mira cómo resuelves o te quemaste. Entonces yo ahí mismo entré en modo de emergencia y deseché ese plato y a los cinco minutos lo rehíce. Gracias a Dios pasamos y aquí estamos.
¿Cuál es su método o técnica culinaria preferida?
Más que un método para mí lo primordial en la cocina es la atención al detalle porque cuando uno se enfoca en el detalle y en que todo salga a la precisión se resalta la diferencia entre un plato bueno y un plato espectacular.
¿Qué ha pasado con Nenicakes, todavía funciona?
Nenicakes como negocio funciona para casos y solicitudes especiales. Trato lo más que puedo de activarlo cuando tengo tiempo libre, pero en estos días he tenido muy pocos. Aunque en las redes siempre lo mantengo activo para seguir influenciando a mis seguidores.
¿De dónde viene su inclinación por la comida china?
Me inclino a la comida china porque desde chiquita es algo que me gustaba y en el país donde yo vivo eran pocas las opciones. Entonces me enfoqué en desarrollar y a cocinar todos esos platos que a mí se me antojaban y que soñaba con comer.
¿Cómo fue la experiencia de llevar a República Dominicana el World Central Kitchen?
Mi experiencia con World Central Kitchen es una que llevaré muy cerca de mi corazón toda la vida pues en un momento tan difícil como el que vivíamos en plena pandemia, el poder ayudar con mi cocina y ser parte de un proyecto tan importante del reconocido chef José Andrés es una experiencia que conservaré por toda mi vida.
Ver las caras de la gente que les regalamos los platos diarios en ese momento tan difícil es un sentimiento de satisfacción y orgullo que conservaré siempre.
¿Cuál es el platillo que consideras que es su mejor carta de presentación?
El plato que considero que es el mejor en mi carta de presentación es el bizcocho de cumpleaños ya que cada persona cuando lo pide se expresa y quiere que el bizcocho refleje sus gustos y personalidad. Es una intimidad con el cliente que es especial y única.
¿Cuáles son sus metas a futuro?
Mis metas a corto plazo son seguir aprendiendo en la operatividad diaria de un restaurante, también conociendo nuevos estilos de comidas y tendencias de gustos. A mediano plazo pues me gustaría tener mi propio restaurante donde pueda satisfacer los paladares de mis clientes.
¿Qué mensaje le gustaría compartir con los jóvenes en base a su experiencia personal?
El mensaje que yo quisiera dar es que nunca pares de soñar y pelea por lo que quieres. Los obstáculos que se te pongan en medio jamás deberían impedir que sigas a tu corazón y a tu pasión.
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