Si a usted le preguntan cuántas veces ha intentado bajar de peso y qué dietas ha probado para lograrlo, de seguro la respuesta de la mayoría es muchas y de diversos tipos.
Ante la creciente epidemia de obesidad y sobrepeso, las opciones para bajar esos kilitos de más son incontables. Algunos se lanzan a probar la dieta de control de calorías, otros le apuestan a la dieta de las grasas, algunos invitan al vegetarianismo y a las dietas de jugos de frutas, otros pretenden tratarla con medicamentos o ejercicio…
Lo cierto es que con este abanico de opciones el resultado para la mayoría es casi siempre el mismo: sí logran bajar de peso –luego de pasar hambre y llevar al límite la fuerza de voluntad– pero al final aumentan el peso que habían perdido y un poco más. Es decir, les gana el famoso efecto rebote.
Esa situación la vivió decenas de veces Frank Suárez, autor del El poder del metabolismo, libro que lleva más de 300.000 copias vendidas y ganó el premio International Literary Award al Mejor Libro de Salud del 2010. “Desde niño fui gordo, en la escuela viví la crueldad de mis compañeros porque la obesidad me persiguió toda mi vida. A los 40 años llegué al tope con mi peso, tenía como unos 28 kilos más que ahora y en ese punto tenía presión y triglicéridos altos y ya el médico me hablaba hasta de medicamentos”, explica Suárez.
“Luego de probarlo todo decidí investigar el tema para mí”, continúa el autor. “Cuando me decido a buscar una solución me pongo a estudiar en la literatura médica y encuentro un tema del que hace 20 años nadie hablaba: era del metabolismo. Todo el mundo hablaba de dieta, de calorías, de comer seis veces al día, pero nadie hablaba de metabolismo y empecé a investigar porque tenía amigos que comían de todo y no engordaban, en cambio yo con solo mirar la comida parecía engordar”.
Así fue como este puertorriqueño dedicó más de siete años al estudio de este tema que tanto preocupa, enfocado principalmente en el metabolismo lento y encontró varios factores que lo aceleran y lo hacen más ágil.
Enemigos
Entre los datos relevantes del libro que escribió Suárez luego de tantos años de investigación y bajar muchos kilos, destacan el papel que desempeñan en el cuerpo los carbohidratos, pues a pesar de que son alimentos necesarios existen dos calidades: los naturales y los refinados.
Estos últimos son los que se procesan industrialmente –dulce, chocolate, helados, pan, galletas, papa, arroz– y se convierten en alimentos que nos engordan con facilidad ya que pierden buena parte de vitaminas y minerales y facilitan la producción de glucosa.
“Lo fundamental es disminuir el consumo de carbohidratos refinados y empezar a comer más ensalada, vegetales, carnes blancas –pollo, pavo, pescado–, queso, huevo. Pan, arroz, almidones –papa, yuca, ñame– y azúcar en poca cantidad”, recomienda Suárez.
Otro de los factores a los que hay que dedicar atención es a la hidratación del cuerpo.
De acuerdo con el experto, “hay estudios que reflejan que la falta de agua pura ralentiza el metabolismo y este va a estar tan potente a nivel celular como haya hidratación. Si una persona quiere adelgazar, tiene que tomar mucha agua para añadirle oxígeno al cuerpo y de esa forma funciona como combustión de la grasa”, agrega el escritor. La fórmula recomendada es dividir el peso total del cuerpo entre 7 kilos y el resultado refleja la cantidad de vasos de un cuarto de litro que se debe tomar por día.
También son importantes los problemas con la glándula tiroides, que es la que controla el metabolismo, la temperatura del cuerpo y es muy sensible al estrés. En las personas que tienen problemas con esta glándula y sufren de hipotiroidismo, una de sus manifestaciones puede ser sobrepeso y obesidad.
En la enumeración de enemigos del metabolismo, sobresale, además, el hongo Candida albicans, el cual habita en todos los cuerpos humanos, principalmente en el intestino y en el área vaginal.
Según el experto, este hongo reduce el metabolismo e impide adelgazar porque cuando se propaga produce 78 tóxicos distintos que apagan el metabolismo.
Suárez explica: “Una forma de averiguar si el cuerpo está demasiado infectado de este hongo es seguir una lista de indicadores: picazón en la piel, muchos gases estomacales, padecer de migrañas, cansancio continuo, frío en las extremidades y resequedad en la piel, entre otras”.
Con todos estos factores en contra del cuerpo, lo ideal es un cambio en la manera de alimentarse y una mejoría en el estilo de vida que debe lograrse con un sistema de alimentación que mejore nuestro metabolismo y nos permita recuperar la energía.
En la foto: Frank Suárez
