• 26 febrero, 2013

Pikineras contra viento y marea

La historia del filme se centra en las 1.600 mujeres organizadas como pikineras, intermediarias que se trasladan en lancha a los Cayos Miskitos, en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN). Ellas subsisten al brindar adelantos de dinero a buzos que pescan langosta para luego comercializarla ellas mismas en los mercados.

Las pikineras son en su mayoría miskitas que habitan en Bilwi, capital de la RAAN (Puerto Cabezas) y Litoral (Sandy Bay, Bihmuna), zona que se caracteriza por una enorme falta de oportunidades laborales, donde las mujeres son las principales afectadas pues no tienen fondos económicos y cuentan con poco apoyo de parte de los hombres de la comunidad.

Muchos varones consideran a las pikineras culpables de los huracanes y de la disminución de la pesca por contaminar las aguas durante su periodo menstrual. Son víctimas de discriminación por el concepto machista que la visión miskita tiene de ellas, como la creencia de que las mujeres en el mar causan desastres y que las sirenas o Liwa Mairin enferman y matan a los pescadores. Cuando lo que ocurre en realidad son actividades de pesca o buceo sin condiciones de seguridad y estragos de la naturaleza.

Las pikineras solicitan préstamos para comprar y comercializar a través de la venta directa la langosta y, en época de veda, el caracol y el pepino de mar.

Hay proyectos del Gobierno Regional Autónomo del Atlántico Norte (GRAAN) que consiguen fondos del Banco Mundial y también del Instituto Nicaragüense de Pesca y Acuicultura, pero el apoyo a estas mujeres es reducido por el número de garantías que se exigen a la hora de solicitar un préstamo.

“Es un tema novedoso y totalmente desconocido en esta parte del país lo que me motivó a realizar el documental. Lo que piden las mujeres pikineras es que se flexibilicen las formas de acceder a fondos económicos, con este documental se pretende concientizar a las instituciones para que no sean tan rigurosas a la hora de pedir documentación y avales”, explica Rossana Lacayo, directora de la película.

Las mujeres son más responsables que los hombres al pagar sus créditos y el impacto de mujeres con recursos en el desarrollo económico de las comunidades suele ser mayor, según la organización internacional Micro Credit Summit.

El filme explora las vidas de las mujeres desde un punto de vista íntimo. La directora Rossana Lacayo habla con Vida y Éxito acerca de la experiencia de la realización de este documental.

¿Cómo logró obtener la confianza de estas mujeres?

Como soy mujer y les expliqué previamente mis intenciones y mi interés en la filmación, las mujeres indígenas a pesar de ser bastante introvertidas se abrieron totalmente y cooperaron.

¿Cómo fue para usted compartir las vivencias de estas mujeres durante la filmación?

Fue muy enriquecedor, se comparten vivencias y dificultades de mujeres de etnia diferente a la del Pacífico pero con problemas parecidos, madres solteras o abandonadas, falta de fuentes de trabajo, las mujeres son padre y madre a la vez dentro del núcleo familiar, pero su lucha diaria es alentadora, no se amilanan ante nada ni nadie.

¿Cuándo se filmó el documental? ¿Ha cambiado algo desde entonces?

A principios del año realicé junto a mi productor un viaje exploratorio a Bilwi, Sandy Bay, Bihmuna y Cabo Gracias a Dios, en busca de información básica, posibles protagonistas y localizaciones. En junio antes del periodo de lluvias y con la veda de la langosta decidimos filmar en Bilwi, las comunidades de Tawasakia y Lidrauka y los Cayos Miskitos, para ello conformamos un equipo básico de cuatro personas: directora, productor, sonidista y camarógrafo. El tiempo transcurrido es tan pequeño que no ha habido cambios sustanciales.

¿Quiénes la apoyaron en la producción de esta película?

La película cuenta con el apoyo del Gobierno Regional Autónomo del Atlántico Norte con logística y fondos del Banco Mundial y del Departamento Internacional para el Desarrollo del Reino Unido y en la posproducción la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo. La edición y mezclas de sonido se realizaron en el laboratorio del Centro Cultural de España en Nicaragua.

¿Dónde presentará la película? ¿Cuáles son sus proyecciones de ir a festivales?

El 12 de noviembre fue el estreno en Bilwi con traducción al miskito y el mismo mes se presentó en los Cinemas Galerías en Managua. La idea es que circule por Nicaragua a través de las sedes filiales del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica de León, Granada, Matagalpa, Rivas, Jinotega, Diriamba y Masaya y también en los Cinema Galerías de Managua para el público en general en diciembre.

El documental opta a la selección oficial en festivales internacionales en España, Cuba, Argentina, Chile, Uruguay, Alemania, Francia, Colombia y Estados Unidos. La primera selección oficial ha sido para el IX Festival de Cine Solidario en Barcelona.

¿Cuál fue el presupuesto de la película?

Fue un presupuesto muy reducido, para un documental de 56 minutos, una parte en metálico para el pago del equipo más el editor, trasporte, comida y alojamiento, otra parte en apoyo logístico y en edición. En condiciones normales se realizó con un tercio de su valor de mercado, pero lo importante no es el dinero sino la motivación y la satisfacción por un trabajo serio bien finalizado.

Etiquetas: Cine / estilos de vida / Nicaragua / Pikineras

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