• 28 mayo, 2022

El reto de seguir siendo niños

El reto de seguir siendo niños

Para el artista salvadoreño Tomás Carranza, seguir siendo niños es un reto y una necesidad para todo artista, ya que brinda la libertad de experimentar, encontrar lo extraordinario en lo ordinario y maravillarse incluso con las cosas más simples.

Sus inicios profesionales como artista se remontan al 2001, en que su obra fue aceptada en la Galería 123, de El Salvador, que cuenta con más de 50 años de trayectoria y respaldo.

De acuerdo con el artista salvadoreño Tomás Carranza, eso constituyó su primer gran logro profesional pues, para un artista significa que su obra cumple con ciertos estándares de calidad para ser aceptada por un público más conocedor.

Posteriormente, con el paso de los años y gracias a diferentes reconocimientos en bienales, festivales y la participación en muestras colectivas e individuales, logró abrirse paso y llevar su arte a galerías en otros países como Guatemala, en la Galería El Attico y la Galería y Museo de la Fundación Rozas-Botrán; a Panamá, en la Galería Habitante, y la más reciente en la galería The Americas Collection, en Miami, Estados Unidos.

“Personalmente, considero que la trayectoria va más allá de estos logros que nos permiten crear un currículo y profesionalizarnos, lo cual es obviamente muy importante para la carrera de un artista. En mi opinión, debemos reconocer la etapa maravillosa y mágica de nuestra infancia, llena de juegos, aprendizajes, ingenuidad, curiosidad, experimentación, en la que todo niño es capaz de abstraerse de su entorno, crear e imaginar universos mágicos con cosas tan simples y básicas. Para mí, todos somos artistas de niños y seguir siendo niños es un reto, una necesidad para todo artista, para sentirnos libres de experimentar, para encontrar lo extraordinario en lo ordinario, maravillarnos con cosas simples incluso en nuestra cotidianidad, tenemos el reto de seguir siendo niños para que, mediante nuestras obras, el público pueda hacer un alto para experimentar y sentir mediante colores, texturas, líneas, trazos, luces, sombras, permitir que el espectador se adueñe de la obra, la disfrute, la viva, la sienta e intérprete de la manera que mejor le parezca”.

Tomás Carranza, Otoño, técnica mixta con pan de oro y plata sobre lienzo, 39,37 x 39,37 pulgadas (100 x 100 centímetros).

Jardín

La serie “Jardín” nació en el 2017, año en el que su obra experimentó una metamorfosis, en la que el abstracto sigue siendo el protagonista, creando atmósferas frescas, relajantes, orgánicas, evocando en conjunto paisajes y mundos abstractos llenos de mucha luz, paz y tranquilidad, entre otros.

“Es una serie que ha sido parte de varias exposiciones y que continúo desarrollando a la fecha, refrescando cada nueva propuesta con algunos elementos, colores, figuras. Es una serie que sigue creciendo y evolucionando con el nacimiento de cada nueva obra”.

En sus inicios, Carranza fue persuadido por el arte abstracto, pero a lo largo de su carrera ha trabajado muchas series de surrealismo.

“Creo que me gusta combinar un poco de ambos estilos. Actualmente, trabajo el abstracto, combinando algunos elementos figurativos protagónicos y, a la vez, recurrentes en cada una de las obras de esta última serie titulada ‘Jardín’. Creo que la evolución es inevitable para todo ser humano y que, en el caso de los artistas, es una necesidad, una constante para mantenernos vigentes. La evolución artística, en mi caso, la veo marcada en la depuración diaria de la técnica, en la constancia en el trabajo. Al contemplar las obras de los 90, sin duda, existe una evolución. La obra y los temas van tomando una madurez que se siente cuando contemplo las obras de mis diferentes series y etapas”.

Carranza afirma que, en esta etapa de su carrera artística, la pintura con sus diferentes técnicas es el medio artístico que le permite expresarse mejor y explotar más su potencial, “claro, sin dejar de lado las incursiones en la escultura que, dependiendo la temática, constituyen una expresión artística que me permite experimentar con la fusión de materiales” y que ha implementado para abordar diferentes temas como el reciclaje y la deforestación.

“‘Jardín’ es una serie de obras que sugieren las búsquedas constantes de todo ser humano, de un mejor futuro, de superación y la realización en todas las áreas de la vida. En esta serie de obras se encuentran elementos recurrentes como barcos y aviones de papel, que representan al ser humano y su fragilidad en el viaje que constituye la vida misma y que se funden deliberadamente en atmósferas y espacios en tonalidades de colores suaves y relajantes”.

El artista utiliza además materiales como hojas de oro y plata, que evocan a un ser superior, la abundancia, la prosperidad, la luz, significados que pueden variar según las propias búsquedas y anhelos de quien observa la obra.

“Con esta serie, quiero brindar al público piezas relajantes en las que puedan sumergirse, apartándose de la prisa del día a día para explorar y adentrarse en sus pensamientos, en sus búsquedas espirituales, emocionales y de bienestar en general”.

Tomás Carranza, Viaje al jardín, técnica mixta, 64 x 80 pulgadas (162,56 x 203,20 centímetros).

Una carrera en crecimiento

Al igual que como lo estableciera el poeta Antonio Machado, “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, Tomás Carranza ha labrado con su esfuerzo y constancia una senda de crecimiento y evolución a lo largo de su carrera, que se aprecia en sus obras.

“El Tomás Carranza de inicios de mi carrera definitivamente ha pasado por diferentes etapas, tanto personales, como profesionales, logros y también fracasos o tropiezos más bien, de los cuales puedo decir que he logrado aprender. Todas estas experiencias se ven reflejadas, de manera inconsciente, en cada una de las etapas de mi obra. Considero que el Tomás Carranza de ahora es un artista que busca seguir puliendo sus trabajos, depurando día a día la técnica, un artista más maduro, pero que busca seguir siendo niño para experimentar sin miedo, pues la evolución debe ser la única constante en esta carrera, para producir obras cada una más creativa que la anterior”.

El artista afirma que su obra de los años 90 dista mucho de la actual, pero que siempre busca transmitir un mensaje positivo y de superación, de creer en un mañana mejor.

“Creo que el Tomás de ahora es más consciente del don que Dios le ha regalado para expresarse y lo menos que puedo hacer es contribuir a hacer de este un mundo mejor para las futuras generaciones y la manera en que mejor puedo hacerlo es por medio de mi arte, buscando influenciar de manera positiva a los niños y jóvenes, motivarlos a
que incursionen en ese mundo del arte, que se vean animados a experimentar en una carrera que algunos ven poco prometedora, pero que como cualquier otra con constancia, determinación y esmero puede serlo. El Tomás de hoy en día busca ser un ente multiplicador de propuestas positivas, apoyando diferentes causas altruistas para el bienestar de los menos favorecidos, poniendo así un granito de arena para un mundo mejor”.

Tomás Carranza, Elefante, técnica mixta, 40 x 80 pulgadas (101,60 x 203,20 centímetros).

Las obras del mañana

Al hablar sobre su futuro, el artista convencido afirma que el tiempo le ha confirmado la bendición que es tener un don como este y que ser artista es mucho más gratificante si lo comparte, sobre todo si lo pone a servicio de los demás, por lo que cada día, trata de apoyar eventos de instituciones que ayudan causas cercanas a su corazón y sus valores, que buscan mejorar la salud, la educación y brindar oportunidades, para retribuir de esta manera las oportunidades que Dios le ha ido dando en su carrera y en su vida.

“Puedo decir que mi carrera se dirige a una mejora constante, a buscar incursionar en nuevos mercados en el exterior, pero sin perder de vista la importancia de apoyar con lo más valioso que tengo, que es mi arte, pues contribuir al bienestar de muchas personas brinda una satisfacción indescriptible y es algo que quiero inculcar a mi hijo”.

El artista busca también dejar huella e influenciar positivamente a las nuevas generaciones, para que surjan más artistas y logren desarrollarse profesionalmente.

“Estas son algunas de mis metas, que pienso estoy logrando y en las que espacios como los que brindan los diferentes medios de comunicación, como la revista Vida y Éxito, se vuelven imprescindibles, tanto para dar a conocer nuestra trayectoria, como para inspirar mediante entrevistas, reportajes o coberturas que llegan a infinidad de personas de todas las edades y, en especial, a jóvenes que vean mi trabajo, conozcan mi experiencia, mis logros, tropiezos y, de esta manera, animarles a desarrollar sus habilidades artísticas y despertar en ellos ese amor por el arte, esa magia de crear arte. Para mí, es sumamente importante, sobre todo en una sociedad llena de conflictos y violencia. Creo que con educación, mensajes positivos y arte, podemos contagiar a las nuevas generaciones de energía positiva, de tenacidad de esmero y de esperanza de un mundo mejor”.

Para referencia de las obras que ilustran este artículo y asesoría a su colección, contacte: The Americas Collection 4213 Ponce de León Blvd. Coral Gables, FL 33146 / (305) 446-5578 www.americascollection.com

Etiquetas: Arte / artista salvadoreño Tomás Carranza / The Americas Collection

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