Vivimos en un mundo ocupado, de ritmo rápido y constantemente en marcha. Todos somos humanos e incluso las personas más ambiciosas y organizadas pueden reaccionar de forma exagerada.
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Aprena a identificar reacciones exageradas mientras dominas la poderosa y bellamente simple técnica de pausar. ¿Por qué? Porque hacer una pausa lo empoderará y le proporcionará más equilibrio en su vida.
¿Estoy exagerando? Reconocer los signos
Puede parecer una pregunta obvia, pero ¿dónde traza la línea entre una reacción normal y una reacción exagerada? Si su reacción está justificada, ¿es realmente una reacción exagerada?
Los seres humanos tienen una respuesta innata de lucha, huida o congelación a situaciones estresantes que se remonta a tiempos en los que nuestros antepasados se enfrentaban a animales peligrosos cuando cazaban. Respondemos a la situación a un nivel físico (por ejemplo, mandíbula apretada, puños apretados), emocional (por ejemplo, ira) o fisiológico (por ejemplo, cara roja, lágrimas, palmas sudorosas). Todas estas son las formas en que tu cuerpo te permite saber que estás en una situación «amenazante». Pero estas indicaciones fueron diseñadas para ser momentáneas, para que pudiera tomar una decisión que le salvara la vida en el momento. No fueron diseñados para quedarse.
Una gran analogía es la estufa caliente. Si pone la mano en una estufa caliente, la quitas al instante. Considere que cualquier cosa que dure más que esta reacción podría ser una reacción exagerada.
Hacer una pausa es LA solución definitiva para reaccionar de forma exagerada.
A Viktor Frankl, autor de «Man’s Search for Meaning» (una lectura muy buena que debo añadir) se le atribuye la siguiente cita:
«Entre el estímulo y la respuesta se encuentra un espacio. En ese espacio yeya nuestra libertad y poder para elegir una respuesta. En nuestra respuesta reside nuestro crecimiento y nuestra felicidad».
Esta cita literalmente me detuvo cuando la escuché por primera vez, ya que encapsula maravillosamente el poder de hacer una pausa.
Veo este espacio, entre el estímulo y la respuesta, como desprovisto de tiempo. Como las escenas de «The Matrix» o «Crouching Tiger Hidden Dragon» cuando se utiliza la técnica «Bullet time«. El tiempo está suspendido y podemos separarnos de estar EN la situación a ser EXTERNOS a la situación, lo que nos permite ver diferentes perspectivas y explorar nuestras opciones.
En ese momento podemos preguntarnos no por qué están reaccionando de esta manera, sino por qué estoy reaccionando de esta manera.
La respuesta a esta pregunta siempre es interna. El «estímulo» ha desencadenado un recuerdo, a menudo desde nuestra primera infancia, cuando nos sentimos inseguros. Un evento en el que tomamos una decisión sobre quiénes tenemos que ser en este mundo para estar seguros; para sobrevivir. A medida que envejecemos, estas respuestas automáticas dejan de servirnos, pero están conectadas a nuestro cerebro, por lo que nuestra «respuesta» es la misma que siempre ha sido, porque cada situación que nuestros cuerpos perciben es la misma situación.
El poder de la pausa es que le da el tiempo y el espacio para descartar la creencia o respuesta anticuada y reescribir sus vías neuronales con una respuesta empoderada que viene de tu corazón; donde residen la compasión y la bondad.
Parece imposible que una pausa pueda ayudarlo a lograr todo esto. Pero realmente puede. Claro, al principio puede llevar más de un momento. Puede que ni siquiera suceda en el momento, pero más tarde. Sin embargo, cuanto más practiques la pausa, más poderosas serán sus pausas.
Dominar el arte de hacer una pausa: Técnicas para controlar las reacciones exageradas
Conecta con tu respiración
Tan pronto como note que está exagerando, respire hondo. Solo una respiración grande y profunda. Eso es todo lo que se necesita, la mayor parte del tiempo. Una sola respiración le permite crear algo de espacio. Calma el sistema nervioso e interrumpe su respuesta inconsciente automática. Le da un momento de conciencia y la oportunidad de elegir una respuesta diferente.
Utilice una técnica de anclaje
La programación neurolingüística, la PNL, utiliza una técnica llamada anclaje para recordar o reactivar un «estado anclado» mediante la reaplicación de un gesto, toque o sonido definido.
Como entrenador certificado de inteligencia positiva (ver Inteligencia positiva), a menudo uso la técnica simple de frotar el pulgar y el índice con tanta atención que puedes sentir las crestas de tus huellas dactilares. La atención que esto lo lleva al momento y le da el poder de esa pausa, lo que reduce su reacción.
Lo que más me gusta de esta técnica es lo discreta que es. Ya sea que esté en una reunión, hablando con un amigo o colega, o conduciendo tu coche, puedes recurrir a esta técnica. Pero lo más importante para que realmente funcione, necesitas practicarlo regularmente, no solo en el punto de reaccionar de forma exagerada. ¡Puede practicar esta técnica cuando quiera!
Desarrollar un hábito de pausa
No espere a que lo empujen hasta el punto de una reacción exagerada. Practique tomarse el tiempo para hacer una pausa antes de responder preguntas o tomar decisiones. Aproveche cualquier oportunidad que pueda para desarrollar el poder de hacer una pausa. Cuanto más integrado se vuelva su hábito de pausa, más probable será que pueda aprovecharlo en un momento de posible reacción exagerada.
Y un beneficio adicional es que comenzará a notar lo poderosas que se vuelven todas sus decisiones.
Observe sus sentimientos y emociones
La clave para hacer una pausa es ser capaz de reconocer sus sentimientos y emociones a medida que comienzan a salir a la superficie. La próxima vez que reaccione de forma exagerada, o vea a alguien más reaccionar de forma exagerada, vea si puede etiquetar sus emociones o sus sentimientos. Fíjese en cualquier síntoma fisiológico, como un corazón palpitante, respiración rápida, opresión en el pecho. Tome nota de estos signos, lo ideal es que los escriba para que no los olvide. Comenzará a crear una imagen de sus reacciones típicas.
Practique la autorreflexión y la autocompasión
Vea cada reacción exagerada como una oportunidad para la autorreflexión y la autocompasión. Tómense un momento para revisar la situación o circunstancia. Tome nota de sus sentimientos y emociones, de los pensamientos que pasan por su cabeza antes, durante y después de su reacción exagerada. Profundice y considere por qué podría haber respondido de esta manera. Recuerde que las respuestas a estas preguntas son sobre usted, no sobre la otra persona. Esta puede ser una de las lecciones más difíciles de la vida.
Para obtener más información sobre por qué puede estar exagerando, consulte este artículo: Desatando todo su potencial: Conquistando el autosabotaje para el éxito.
El poder de hacer una pausa ofrece increíbles beneficios transformadores, lo que nos permite recuperar el control y encontrar el equilibrio en un mundo de ritmo rápido. Al reconocer las reacciones exageradas y adoptar técnicas de pausa, obtenemos la libertad de elegir respuestas reflexivas.
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