Asma bajo control

Susana Ruiz septiembre 2, 2014

Los fuertes cambios de temperatura, el polvo y percibir algunos olores puede ser perjudicial para las personas que padecen de asma. Sin embargo, una buena alimentación, un control médico adecuado y cumplir con su tratamiento, les da la posibilidad de llevar una vida normal.

En un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en mayo del 2011, se calcula que hay 235 millones de personas con asma en el mundo. Dicha enfermedad crónica está presente en todos los países, sin importar su grado de desarrollo, y más del 80% de las muertes a causa de ella tienen lugar en naciones de ingresos bajos y medios bajos.

En Centroamérica, el clima, la humedad y la contaminación del ambiente, son algunos de los factores que hacen que la gente sea propensa a padecer de asma.

“En los climas tropicales, en donde el calor húmedo es casi perenne, la presencia de ácaros es permanente, además, hay mucha contaminación del ambiente con el humo de vehículos y de industrias, hacinamiento, humo del tabaco, etc.”. Estas son algunas de las causas que menciona la doctora María Emilia Castro, presidenta de la Asociación Salvadoreña de Alergia, Asma e Inmunología Clínica, que hacen que la enfermedad esté presente en los hogares de la región.

Desde la antigüedad
La historia del asma bronquial es tan antigua como los primeros escritos médicos: en el papiro de Ebers, de 1.500 años a. C., se describe una patología cuya sintomatología corresponde a esta enfermedad, afirma el Dr. Milton Jenner Solares, médico internista del Grupo Unipharm, de Guatemala.

Y agrega: “Desde esos tiempos el asma fue reconocida como una enfermedad relacionada con la obstrucción de las vías respiratorias, y su abordaje terapéutico estuvo enfocado en vencer dicha situación. En la década de 1960, 20 años después de estar usando los esteroides como tratamiento antiinflamatorio, se comenzó a considerar el origen inflamatorio del asma”.

Aún así, en su tratamiento se siguió usando broncodilatadores en dosis mayores o menores, según la crisis del paciente, detalla el doctor.

En la última década del siglo XX y primera del XXI, cuando ya se usaban los esteroides inhaladores en los tratamientos, se avanzó en la comprensión del proceso alérgico e inflamatorio del asma, asegura el Dr. Jenner Solares.

Enfermedad controlada
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de los pulmones que estrecha las vías respiratorias, cuando el paciente sufre un ataque tiene dificultad para respirar, sibilancias (emitir un sonido como un pito al respirar), presión en el pecho y tos.

Esto sucede porque las vías respiratorias están inflamadas y producen grandes cantidades de moco, que las obstruye e impide la salida y entrada del aire a los pulmones.
Al ser una enfermedad crónica nunca llega a desaparecer, solo se inactiva, y puede volver a activarse en cualquier etapa de la vida de las personas.

“La gente piensa que como en la adolescencia desaparecieron los síntomas, a pesar de que de niños padecieron de asma, ya no la tienen. El asma no se quita, se inactiva, está presente toda la vida”, explica la doctora Georgina López, neumóloga de Hospital Calderón Guardia, en Costa Rica.

Si a una persona cuando tiene gripe, le da tos prolongada, picazón en la garganta o problemas para respirar, esto es un indicador de asma.

Para determinar si alguien es asmático, los médicos hacen varias pruebas como la espirometría y el medidor de pico de flujo, además, de tomar en cuenta el historial familiar y clínico de la persona.

“Si en la familia hay antecedentes de asma, o si un niño tiene predisposición a tener la enfermedad, y sus padres son fumadores puede llegar a ser un asmático severo. La obesidad es otro factor que contribuye a tener asma”, comenta la neumóloga.

Para tener la enfermedad controlada y llevar una vida normal, los asmáticos deben evitar los desencadenantes que la activan y seguir su tratamiento.

“Hay personas que son alérgicas al polvo, a alimentos como la leche, el queso, la naranja, el tomate, los camarones, a cambios en la temperatura, a olores de perfumes, a los perros, a los gatos. Todo esto pueden activar el asma en algunos pacientes, pero en otros no, ya que todos son diferentes”, detalla la Dra. López, quien agrega que las emociones como la ira, un ataque de risa o el miedo también son perjudiciales para ellos.

Por eso aconseja, que “si a usted le afecta el olor del cloro o el polvo, que sea otra persona la que haga la limpieza. Cuando va salir, abríguese bien si está haciendo frío, lleve sombrilla por la lluvia para no resfriarse. Por eso recomendamos que se ponga la vacuna contra la influenza”, afirma la doctora.

Las crisis de asma se pueden dar varias veces a la semana, en el día o la noche. Por eso, es importante tratar los síntomas apenas aparecen para evitar que la situación empeore.
“Hay medicamentos controladores como la beclometasona, inhaladores que previenen las crisis, los broncodilatadores de acción prolongada parecidos al salbutamol y de acuerdo con la gravedad de la enfermedad, los esteroides inhaladores”, explica la especialista.

Deportistas de élite
Muchos piensan que tener asma es un obstáculo para hacer ejercicio físico, y tienen una vida sedentaria, pero están en un error. Grandes ídolos del deporte como el futbolista inglés David Beckham, el ciclista Miguel Indurain y el jugador de baloncesto Dennis Rodman, son solo algunos ejemplos de lo que es llevar una vida normal, a pesar de tener la enfermedad.

Beckham, desde niño, padece de asma, y esta nunca ha afectado su rendimiento, aunque su padecimiento es leve, el inglés nunca ha dejando su tratamiento. Mientras, para Indurain el asma no fue impedimento para ganar cinco Tours de Francia y destacar en el mundo del ciclismo.

“Los asmáticos sí pueden hacer deporte siempre que estén controlados y no estén en crisis de asma”, afirma la Dra. Castro.

Además, el paciente debe seguir el tratamiento y llevar siempre los medicamentos de alivio inmediato por cualquier crisis que pueda sufrir en el entrenamiento.
De esa manera, si un asmático se empeña y se esfuerza, puede llegar a ser una estrella de la natación, el futbol, el béisbol y el atletismo; la clave de todo está en seguir siempre las recomendaciones de su médico y cuidarse, para no estar sufriendo por el asma.