• 28 junio, 2022

¿A quién recurro?

¿A quién recurro?

Por Karla Icaza, vicepresidenta ejecutiva de Gobierno Corporativo de Grupo Promerica.

Hace unos días, unos amigos muy queridos recibieron un diagnóstico de cáncer, después de estar varias semanas en incertidumbre. Digo recibieron porque, aunque es el esposo el que está directamente en la batalla, algo como esto afecta a toda la familia. Lo sabemos; hace siete años nosotros pasamos por ahí. Hemos estado acompañándolos a pesar de la distancia, y ha sido edificante ver la actitud con la que han manejado cada paso del proceso. Siempre optimistas, con esperanza, esperando lo mejor, y con una actitud de gratitud sea lo que sea, o pase lo que pase. Tengo una pizarra en mi oficina y una esquina de esta, la he destinado para escribir los nombres de las personas por las cuales estoy orando para hacerlo cada vez que puedo. Creo en el poder de la oración, es mi fe en Dios sobre la cual he construido mi vida. El otro día un colega que pasó saludándome, cuando vio la lista, tomó un marcador y agregó un nombre. Me llamó la atención la determinación con la cual se levantó de la silla y lo escribió sobre la pizarra, mientras me explicaba la situación de la persona. Pude sentir su compasión y empatía.

De vez en cuando le escribo un mensaje a las personas de la lista o a sus familiares para saber cómo están. En algunos casos, la impotencia me embarga mientras escucho detalles de lo que están pasando; quisiera poder hacer más por ellos. Con otros, me da tristeza porque sé lo que se siente en carne propia pasar por una situación similar, o que un ser querido sufra lo mismo; pero también me alegro de escuchar las historias de fortaleza y de gratitud a pesar de las circunstancias. No hay nada más poderoso para edificar nuestra fe que escuchar historias de vida de personas que, a pesar de los sufrimientos, levantan los ojos al cielo y aprecian cada momento que tienen en esta tierra.

Hay días que siento que nada de lo que pueda decirle a alguien que está sufriendo le vaya a traer alivio, entonces le mando una canción. Tengo una batería de canciones que literalmente traen ánimo a un corazón entristecido, energías al cuerpo cansado y paz a la mente atribulada. Últimamente he estado escuchando una escrita por Taya Smith, For All My Life, que en una de sus estrofas dice:

“When my troubles are a little too heavy
Who can I turn to to share the weight?
When my mind is cluttered and cloudy
Who can I turn to to clear the way?
Who can I turn to? I turn to You”.

Yo, recurro a Dios. A Él le entrego mis cargas y es Él quien esclarece mi mente nublada y despeja mi camino.

Etiquetas: Columna / conecta2 / Dios / Estilo de Vida / motivación

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