• 21 marzo, 2017

RSE, la nueva cara de los negocios

RSE, la nueva cara de los negocios

Las empresas de la región, a través de sus prácticas de responsabilidad social empresarial, han marcado una profunda huella de cambio en la forma correcta de hacer negocios. En el 2017, continúan con nuevos bríos y mejores proyectos.

Hasta hace algún tiempo, el concepto de responsabilidad social empresarial implicaba un enfoque filantrópico, en un marco general que prioriza a la generación de utilidades de las empresas.

Actualmente, esta concepción no es suficiente, ni menos aceptable. Además de generar utilidades para sus accionistas, la empresa debe tener muy claro que sus actividades diarias afectan, positiva o negativamente, la calidad de vida de sus colaboradores y de las comunidades en las que realiza sus operaciones.

La RSE se ha convertido en una nueva forma de gestión y de hacer negocios, en la cual la empresa se ocupa de que sus operaciones sean sustentables en lo económico, lo social y lo ambiental.

De ahí que el reto más importante para empresas pequeñas, medianas o muy grandes sigue siendo mostrar el valor de la RSE para el negocio, de tal manera que su inversión sea cada vez mayor, que contribuya de forma medible a aumentar la competitividad de su empresa y el bienestar de las poblaciones donde opera.

En la región, hay empresas que hacen importantísimos esfuerzos para contribuir a la sostenibilidad del negocio, reduciendo sus impactos negativos y potenciando los positivos.

Un claro y puntual ejemplo de este esfuerzo lo realiza Florida Ice and Farm Company (Fifco). El porcentaje de residuos que recicló Fifco durante 2016 llegó a una cifra récord en la región, con un 60% de envases recuperados y la compañía se propuso llegar a un 100% para el 2020. Según la Estrategia Nacional de Reciclaje, únicamente un 1,26% de los residuos municipales son separados y recuperados adecuadamente.

Logros en materia de reciclaje, gestión sostenible de sus operaciones y aportes a la reducción de la subnutrición y la pobreza fueron parte del paquete de contribuciones que añadieron valor al desempeño en la responsabilidad social de la empresa, la cual, por segundo año consecutivo, está alineada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Las prácticas empresariales responsables han sufrido una verdadera evolución desde la filantropía empresarial más tradicional, pasando por la ciudadanía corporativa, hasta llegar a los comportamientos responsables como parte de su estrategia empresarial a largo plazo.

Walmart de México y Centroamérica es otro importante ejemplo de la evolución en esta línea de trabajo. Durante 2016, migró su estrategia de RSE de inversión social, hacia el concepto de cadena de valor compartido.

“Con este cambio, buscamos maximizar el impacto social para ser más sostenible de lo que hemos venido trabajando. Vamos enfocados en proyectos de impulso de pequeñas y medianas empresas, bajo nuestros programas de creación de valor compartido insignia: Una Mano para Crecer y Tierra Fértil. También, a seguir apoyando e impulsando proyectos del empoderamiento de la mujer y mejorando la alimentación de familias centroamericanas”, explica Yolanda Fernández, directora para Centroamérica de RSE de Walmart.

“La presión de los diferentes grupos de interés, especialmente inversionistas, clientes y consumidores sigue impulsando el interés de las empresas por incorporar o potenciar sus programas de RSE, en el mejor de los casos, integrándolos a las estrategias y gestión integral de la organización”, afirma Aitor Llodio, director ejecutivo de Aliarse para el Desarrollo Costa Rica.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2015-2030, promovidos por más de 170 países y la agenda de cambio climático son nuevos elementos que las empresas están empezando a considerar en su estrategia de RSE.

“La nueva agenda representa una hoja de ruta para las empresas. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son el enfoque de RSE que pueden perseguir las empresas para los próximos 15 años. De esta manera, una firma no solo contribuye con su entorno inmediato, sino que es parte de la solución de los problemas globales”, enfatiza Karen Wantland, consultora de Sostenibilidad Corporativa, en Guatemala.

Transformaciones y aportes

El crecimiento de la responsabilidad social empresarial en la región ha sido significativo y ha evolucionado a una comprensión más profunda del tema.

Los parámetros de mercado han incidido en que las empresas se propongan objetivos en relación con su gestión ambiental, social y económica.

“A lo interno de la organización, los esfuerzos se centran en mejorar las condiciones laborales y los beneficios para los colaboradores y sus familias. Hacia afuera, se siguen apoyando principalmente
proyectos de educación, medio ambiente y salud. Seguimos teniendo importantes retos para mejorar las prácticas de gobernanza y fortalecimiento de la cadena de proveedores y sus prácticas”, afirma el director ejecutivo de Aliarse para el Desarrollo.

En este punto Wantland agrega: “Las estrategias de sostenibilidad corporativa o de RSE hacen mejores empresas, más competitivas, más analíticas y, por supuesto, más respetables. Una empresa debe analizar dentro de su marco de acción cuáles son sus mayores impactos y en qué objetivos de desarrollo sostenible puede contribuir desde lo que ya hace, o bien, desde una nueva iniciativa comercial”.

De acuerdo con los especialistas, la RSE ha contribuido a generar una mayor conciencia de los impactos que las empresas tienen en la sociedad y medio ambiente. Por ello, la gestión ambiental, las mejoras a las condiciones laborales y el apoyo al desarrollo de las comunidades donde operan las empresas ha ido creciendo en los últimos años.

“El estratégico rol que desempeñan las empresas en desarrollo sostenible de nuestras comunidades y países, más allá de la generación de empleos, está contribuyendo a potenciar más las alianzas entre actores públicos y privados en temas de desarrollo”, enfatiza Aitor Llodio.

El desafío de esta forma de hacer negocios es contribuir a que, cada día, sean más las empresas que integran la RSE en su quehacer diario.

Etiquetas: Centroamérica / Destacadas / Latinoamerica / RSE

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