Karla Montero Víquez asumió en 2024 la presidencia ejecutiva de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), convirtiéndose en la segunda mujer en liderar esta empresa desde su fundación en 1963.
Por Milagros Sánchez Pinell
Gracias a su formación especializada, combinada con un estilo de liderazgo democrático y una visión estratégica clara, se ha ganado el respeto de su equipo a través del conocimiento, la cercanía y la coherencia en la toma de decisiones.
Economista de formación, con una maestría en Economía de la Regulación y especialidades en Planificación Energética, Derecho, Políticas de competencia y Combustibles limpios, ha construido una trayectoria técnica enfocada en entender, regular y operar los sistemas que mueven la energía en Costa Rica.
Montero Víquez estuvo 16 años en la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), donde participó en procesos técnicos y normativos claves para los servicios públicos. Llegó a Recope en 2022 para asumir la Gerencia General.
“La vida me ha preparado para esta posición; además del conocimiento técnico, también me ha tocado liderar equipos a nivel institucional y regional. Cuando me llamaron para ser gerente, ya mi perfil estaba muy direccionado a este tipo de roles”, explica.
Con su llegada, comenzó a combinar la visión técnica con la operativa y la estratégica. Señala que la gente necesitaba ese direccionamiento, ha aceptado su liderazgo y eso la deja muy satisfecha con los resultados alcanzados.
“Me he involucrado más del cien por ciento en Recope. Otros presidentes o administraciones pasan muy desapercibidos, vienen simplemente a quedarse en San José y tomar decisiones desde aquí. Sin embargo, en mi administración hemos ido más allá, nos hemos sentado a escuchar y hemos mejorado significativamente la eficiencia productiva y el ambiente laboral”, dice.
Por otro lado, afirma que más que planeada, su vocación por el sector energético fue el resultado de una serie de coincidencias que la llevaron a enamorarse de esta área.
“Estudié economía pensando en dedicarme a temas ambientales. Me gustaba la Bolsa, incluso trabajé en eso, pero en 2004 me ofrecieron un puesto en Aresep y ahí me posicioné”, recuerda.
Un liderazgo distinto
Desde entonces, explica que ha sido testigo de la transformación del sector como el paso de modelos tradicionales a renovables, la reducción de costos en energías fotovoltaicas y la creciente conciencia global sobre la descarbonización.
“Este sector evoluciona rápido, y uno tiene que estar empapado de lo que pasa en el mundo. Ver cómo la energía impacta directamente la calidad de vida de las personas es de lo que más me gusta”, destaca.
Su liderazgo, dice, ha sido moldeado también por los desafíos que enfrentó como mujer en espacios tradicionalmente ocupados por hombres.
“Cuando participé en procesos para cargos de alta gerencia, noté que estaban muy masculinizados. Escuché a algunos especialistas en liderazgo y entendí que debía ser fiel a mí misma, y dejar que esa forma de ser resaltara mis cualidades. Las mujeres tenemos capacidades distintas que nos hacen, yo digo, líderes más integrales”, manifiesta.
Montero Víquez cree en un liderazgo distinto, que se aleja de los modelos impositivos y apuesta por la empatía, la curiosidad, la cercanía y el trabajo en equipo. Todo eso le ha funcionado en cada uno de sus roles.
“La gente ha reaccionado bien a una forma distinta de liderar, basada en el consenso, en resaltar las cualidades del equipo, en entender los detalles técnicos para poder discutir de tú a tú con cada persona. Me rodeo de gente que sepa del sector, pero también que tenga cualidades de liderazgo, y trato de generar sinergias entre sus capacidades”, señala.
Ella recalca ser una líder democrática, que busca siempre escuchar todas las voces antes de tomar decisiones.
“Uno como líder tiene que tomar decisiones, pero si estás rodeado de un equipo excelente, con asesores claros, que te expliquen los riesgos de cada camino, entonces podés decidir con mucha más información. Me gusta que todo el equipo pueda opinar”, expresa.
Presencia, confianza y transformación
Uno de sus sellos ha sido involucrarse de lleno en el trabajo operativo de la empresa, al punto que logra el reconocimiento de los propios equipos.
“Muchos colaboradores me dicen que antes desconocían a una gerente o presidenta que viniera a ver lo que hacían. Yo me he metido en todo. Incluso en temas delicados como el robo de combustible en el poliducto, he acompañado al equipo de seguridad a los lugares, a los allanamientos. Eso te da una perspectiva distinta, y ellos valoran que uno entienda realmente lo que hacen”, afirma.
En cuanto a los retos de su trabajo, menciona que son tanto internos como externos. A nivel interno, el desafío ha sido fortalecer el clima organizacional y construir un respeto técnico; mientras que, a nivel externo, ha trabajado en cambiar la percepción de Recope ante la sociedad.
“Es una empresa que muchos criticaban sin conocer. Hemos trabajado para que se entienda su papel técnico y estratégico en el país”, indica, y subraya que más allá del aspecto técnico, también le importa el impacto social.
“Tenemos programas con los que llevamos asfalto a comunidades alejadas para que puedan mejorar sus caminos y acceder a escuelas, hospitales y mercados. También llevamos tecnología a escuelas rurales. Es bonito ver a los niños con computadoras nuevas, ver a las maestras agradecidas. Esas cosas te recuerdan por qué estás en el servicio público”, dice.
Equilibrio personal y visión de futuro
En lo personal, se describe como hogareña. Vive en Heredia, está casada, disfruta del tiempo en familia y se apoya en el deporte para mantener el equilibrio.
Corre tres veces por semana, forma parte de un equipo en su comunidad, participa en carreras, hace pesas y recientemente comenzó a practicar tenis. También le gusta la novela histórica y disfruta de las tardes lluviosas.
Cuando se le pregunta por el legado que desea dejar, habla de planificación, ética y visión de futuro. Asegura que desde el primer día ha trabajado por fortalecer la cultura organizativa, promover la transparencia y preparar a la institución para enfrentar los riesgos con responsabilidad.
Por ahora, está enfocada en concluir los proyectos en curso y seguir aportando al sector energético, donde sea que la vida la coloque, mientras sigue motivando a más mujeres a asumir roles de liderazgo y toma de decisiones sin miedo.
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