20 agosto, 2024

¿Es usted alondra o lechuza?

Karla Echavarría septiembre 2, 2014

Ante la pregunta de si somos más productivos por la mañana o por la noche. La respuesta dependerá de varios factores.

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Así es, el ritmo de aprovechamiento y cumplimiento de actividades que cada uno lleva durante las 24 horas del día, más cuando se está en edad productiva depende de varios factores, entre ellos la genética, el estilo de vida y los hábitos individuales.

Para entenderlo mejor es básico explorar las diferencias entre los ritmos circadianos o cronotipos de alondras y lechuzas, es decir, la clasificación que describe las preferencias individuales de actividad y descanso a lo largo del día.

Manuel Rojas, médico internista, detalla que “la base biológica de los cronotipos se encuentra en el ritmo circadiano, que es el reloj biológico interno que regula los ciclos de sueño y que también vigila otros procesos fisiológicos en un periodo de aproximadamente 24 horas. Este reloj biológico está influenciado por factores genéticos y ambientales”.

Los ritmos circadianos son los cambios físicos, mentales y conductuales que ocurren a lo largo de las 24 horas de un día. Esos procesos funcionan como un reloj.

De acuerdo con el especialista, la influencia genética juega un papel significativo en la determinación del cronotipo de una persona, pero otros factores también definen si la persona prefiere madrugar o trasnochar.

Los factores ambientales también pueden influir en el cronotipo. La exposición a la luz, los horarios de trabajo y las responsabilidades familiares pueden afectar los patrones de sueño y vigilia de una persona. Por ejemplo, las personas que trabajan en turnos nocturnos (personal médico, de fábricas o call centers) pueden ajustar sus patrones de sueño para adaptarse a su horario de trabajo.

Si desea leer el artículo completo, puede encontrarlo en la página 130 de nuestra edición digital.