Por Milagros Sánchez Pinell
La historia de Kruger Corporation nació a partir de un beeper y una maleta, donde el primero funcionaba como la secretaria de su fundador, Ernesto Kruger y el segundo como su oficina, donde guardaba la computadora portátil y sus documentos.
A partir de esa curiosa anécdota de su origen, la compañía, que ya acumula treinta años de existencia, se convirtió en un conglomerado empresarial sostenible que desarrolla modelos de negocio basados en tecnología digital para que sus clientes logren innovar.
Kruger Corporation se dedica a generar modelos de negocio basados en digitalización tecnológica e innovación para clientes en América Latina, Estados Unidos y Europa y a la promoción de proyectos de energía, movilidad y medio ambiente.
“Kruger nació con mi persona, siendo un nómada digital en los albores del nacimiento de la era informática. Eso incidió para nuestro desarrollo, pues siempre estábamos allí para nuestros clientes. El desvivirse por ellos, desde nuestros inicios, fue la clave en nuestro crecimiento”, asegura su creador.
Hoy en día, Kruger Corporation es una empresa tecnológica sostenible y lo hace mediante la educación, el deporte, el emprendimiento y el medio ambiente.
Socialmente está transformando la educación con “KrugerSchool” con una metodología distinta y práctica, cuya prioridad es que los estudiantes encuentren su pasión, tengan habilidades blandas para la vida, sepan emprender y enfrentar los retos de la vida real y sobre todo que sean felices.
Por otro lado, también está “Krugerlabs”, una aceleradora digital de startups que ha apoyado a exitosas empresas emergentes como: Kriptos, Platzi, 1doc3 , Mérqueo, Yaesta y Haystacktv y Prosperas, entre otros.
Además, en el área ambiental la empresa posee una iniciativa denominada “Soy responsable para apoyar la medición de huella de carbono y la compensación mediante créditos de carbono en Marketplace Oxify”.
Asimismo, la compañía transforma el fútbol impulsando vidas sacando de la pobreza y la violencia a muchos jóvenes con el club profesional AV25, en sociedad con Antonio Valencia, máximo exponente del fútbol de Ecuador.
Una historia digna de conocer
Ernesto Kruger es un ingeniero electrónico y de sistemas de control nacido en Ecuador. Se autodefine como un hacker, es decir, alguien que cambia o mejora su entorno y como una persona que le gusta desafiar el status quo.
Actualmente, además de fundador es el CEO de Kruger Corporation. Su trabajo se centra en generar la estrategia de la compañía, gestionar los directorios de las distintas empresas y vivir inmerso en la innovación de esta. También, se considera un guardián de la cultura empresarial de Kruger.
Desde muy niño se caracterizó por ser un luchador capaz de hacerle frente a cualquier desafío. A temprana edad, producto de una vida complicada, aprendió a lavar autos, ser albañil, vendedor de puerta en puerta, vendedor de mariscos, maestro y, finalmente, emprendedor y empresario innovador.
“Soy un emprendedor nato. Siempre he buscado trabajo, es decir, hoy en día sigo buscando trabajo”, asegura, mientras sonríe. Para emprender, Kruger usó como armas sus mayores fortalezas como son la pasión, el desafío, ser un buen vendedor, saber conectar la oferta con la demanda, tener relaciones, ser humilde, paciente y resistente a la frustración, tener espiritualidad y un buen equilibrio entre familia y trabajo.
Sin embargo, como emprendedor o innovador, también le ha tocado enfrentar grandes retos, como tiempo con la familia, la salud y la búsqueda constante del éxito.
“La familia te reclama de por qué trabajas mucho y que nunca te ven. He pagado un precio muy alto por esto, pero he logrado mantenerla en momentos críticos. El otro reto es la salud ya que tuve días sin comer, sin dormir lo suficiente, sin poder hacer ejercicios y con la mente enfocada en sacar adelante mi emprendimiento. Esto debido a la responsabilidad ante mis empleados. Incluso, estuve al borde de la muerte con un infarto”, recuerda.
Sin embargo, pese a todo lo que significó emprender, Kruger califica la experiencia como un viaje emocionante y divertido, donde aprende mucho e impacta a un sinnúmero de vidas.
“Lo más interesante de este camino es que trabajas a partir de una idea. De ella hacemos un prototipo o pruebas y poco a poco vamos escalando hasta convertirlo en una unidad de negocio. O bien, podemos decir que a partir de una idea creamos un software o un servicio basado siempre en tecnología que ayudó a cambiar las empresas que hemos apoyado”, manifestó acerca de lo más satisfactorio de ser un innovador durante los últimos 30 años de su vida.
Un legado basado en la innovación
Hasta ahora, considera que su mayor legado es ser identificado por la innovación y “queremos ser una marca muy fuerte y que sea asociada a la innovación”.
Su éxito lo atribuye a su valentía, a nadar contra la corriente, ser persistente, estar abierto siempre a aprender y a desafiar el statu quo.
A todo lo anterior, también le suma, siempre pensar que lo imposible solo tarda un poco más, ser alegre, optimista y buscar cómo ser feliz.
Aunque podríamos decir que hasta hoy el empresario lo ha hecho muy bien, reconoce que si pudiera regresar el tiempo haría algunas cosas distintas.
“Creo que acudiría a mentores empresariales en finanzas y ventas. También, hubiera incursionado en un gobierno corporativo más temprano, hubiera permitido la participación de fondos de inversión o accionistas para un crecimiento inorgánico y hubiera comenzado mi internacionalización antes”, dice.
Por otro lado, como líder de la compañía Kruger Corporation, apuesta por la responsabilidad social empresarial porque es un convencido de que se debe devolver a la sociedad lo que se recibe.
“En mi tiempo, si bien eran inexistentes las incubadoras o aceleradoras, siempre hubo personas que me tendieron una mano. Y eso es lo que hice al devolverle a la sociedad un instrumento para apoyar a los emprendedores, que a su vez representa el germen inicial del ecosistema de emprendimiento e innovación en Ecuador”, señala.
Indudablemente, su aporte a la sociedad ha sido motivo de muchos reconocimientos. Sin embargo, el más especial para el destacado empresario es el que le otorgaron en el 2018 como “Emprendedor más respetado en Ecuador», avalado por PriceWaterhouseCooper (PwC), Ecuavisa y el Comité Empresarial. Ocasiones que aprovecha para darle mérito a su familia y a su equipo de trabajo, quienes también son parte de su éxito.
Por otro parte, pese a sus múltiples ocupaciones, el CEO de Kruger Corporation invierte su tiempo libre en el fútbol, viajar con la familia, leer sobre temas empresariales y de liderazgo y ver documentales de historia.
Recientemente, le comenzó a encantar las investigaciones sobre el descubrimiento de la mente, la física cuántica y profundizar en temas espirituales. En cuanto a sus planes a futuro, desea que su grupo empresarial continúe creciendo para alcanzar mayor reconocimiento. Para ello busca un inversor que le permita cumplir con este objetivo. A nivel personal, espera retirarse en unos cinco años y ser un abuelo inquieto, pero feliz.
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