3 septiembre, 2017

Cuando el sudor se vuelve incómodo, la cirugía es la solución

Redaccion septiembre 2, 2014

Antes de saludar, Daniel acostumbra limpiarse la mano. Evita también quitarse la chaqueta durante el día para que no se noten las manchas de sudor en las axilas. A los 20 años, es un joven que lleva una vida normal y, como la mayoría, se preocupa de su imagen.

Daniel padece hiperhidrosis severa (sudoración excesiva). Sea en días calurosos o fríos, suda en cualquier momento, lo que ha llegado a afectar su autoestima y confianza. En casa acumuló una colección de desodorantes, y soluciones como el bótox y otras, tampoco le funcionaron.

Cuando el sudor es excesivo se habla de un problema de hiperhidrosis. Las palmas de las manos, los pies, axilas, cara o cabeza son los puntos donde se padece este mal. No se le relaciona con un estado nervioso. Sudar en exceso, no importando las circunstancias, se relaciona con un sobre-estímulo del sistema nervioso simpático. Se trata de un desorden dermatológico-neurológico que se desarrolla durante la niñez y adolescencia. “Puede ser hereditario y afectar a varios miembros de una familia”, afirma el cirujano laparoscópico Stuardo Fong. Afortunadamente, la cirugía laparoscópica es hoy una de las mejores soluciones para corregir este problema.

Manchas molestas

Se estima que alrededor del 3% de la población total del mundo sufre de hiperhidrosis. Usualmente comienza en la infancia y en un 40% de los casos, un familiar cercano lo padece.

Los especialistas identifican dos grupos:

Hiperhidrosis primaria: desorden dermatológico y neurológico que se caracteriza por una excesiva producción de sudor ecrino (cara, cuello, manos y pies) en uno o varios niveles del cuerpo.

Hiperhidrosis secundaria: responde a situaciones clínicas subyacentes y suele tener un patrón corporal más generalizado. Puede aparecer en distintas situaciones clínicas de la vida del paciente como: menopausia, drogas, tiroides, tumores o intoxicaciones leves de mercurio.

La enfermedad puede llegar a ser muy molesta. Aparte de manchar la ropa, la zona puede desprender un olor fétido causado por las bacterias y levaduras que descomponen el sudor y la piel mojada, lo que afecta el diario vivir de una persona. De manera que las personas terminan por evitar el contacto físico y en el largo plazo, conduce a problemas de personalidad y aislamiento social.

El diagnóstico y tratamiento toma en cuenta varios factores, donde se evalúa el grado de afectación para el paciente (de I a IV) y el impacto que causa en su vida. Cuando la sudoración (grado IV) ya no es tolerable e interfiere continuamente con la vida del paciente, la solución más recomendable es la cirugía.

Cirugía de mínima invasión

El tratamiento quirúrgico es una de las mejores soluciones para corregir este problema. Se le conoce como simpatectomía toracoscópica y consiste en cortar el nervio simpático, el cual regula la sudoración en manos, axilas y cara. La operación tarda de 30 a 45 minutos y únicamente se debe permanecer alrededor de 24 horas en el hospital después del procedimiento. La recuperación completa toma de dos a tres días, indica el especialista. “Su eficacia es elevada en un 98% de casos”, comenta el Dr. Fong. Sin embargo, aclara que posteriormente, en algunos pacientes se produce una sudoración compensatoria, es decir, se transfiere a otras partes del cuerpo, como espalda o muslos.

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