Por Carlos Espinach,
Director BCIE por Costa Rica
Abril 2014
El BCIE, la institución más consolidada de los organismos de integración centroamericana, celebra su LIV Asamblea de Gobernadores, en Costa Rica, los días 24 y 25 de abril próximos.
Es oportuno, con motivo de tan importante evento, repasar logros, errores y esperanzas, hechos que, todos juntos, han logrado definir al BCIE como la institución financiera de desarrollo más importante de la región.
El hecho de haber tenido la oportunidad de estar en el Banco entre los años 1994 al 1998, como Director por Costa Rica en esta Institución, y volver en el año 2013 a completar el periodo de don Jorge Walter Bolaños, me ha dado una posición privilegiada para analizar de donde venimos, donde nos encontramos y hacia donde deberíamos ir.
Los principales retos que enfrentábamos hace veinte años fueron:
a. Pasar de una estrategia competitiva, basada en ofrecer a las fuentes de recursos un menor riesgo financiero regional con respecto al de los países, a una estrategia basada en operar como un banco mayorista que compita por el acceso a recursos de la banca internacional y de los mercados financieros internacionales.
b. Pasar de una estrategia de captación de recursos cuyo énfasis estaba centrado más en la cantidad de recursos a captar que en el precio que se tendría que pagar por ellos, a una que esté dirigida no sólo a atraer más recursos, sino también a reducir su costo y en consecuencia a reducir el precio al cual se han de ofrecer a los clientes del Banco.
c. Someter al Banco a un intenso proceso de renovación organizativa, para aumentar radicalmente su eficiencia, su transparencia, su agilidad y su solidez financiera. En esa medida, el Banco aumentaría su atractivo como captador de recursos en los mercados internacionales y sería más capaz de contribuir al desarrollo regional.
d. Constituir al BCIE en un poderoso impulsor de la eficiencia y la competitividad del conglomerado de bancos de los países centroamericanos, que son sus clientes, y en general, del sistema financiero de la región. Para un banco mayorista como el BCIE, esta es una orientación esencial para asegurarse una recuperación adecuada de los recursos que presta, para elevar su competitividad, y para tener una alta clasificación internacional (rating) con el cual se le facilite el acceso a nuevos recursos en los mercados internacionales.
e. Desarrollar nuevos instrumentos para que el Banco pudiera impactar positivamente en el desarrollo sostenible de Centroamérica, no sólo en la dimensión económica, sino también en el desarrollo social, la maduración de las democracias y el equilibrio ambiental.
Ya para el año 1998 el BCIE había abandonado la colocación de créditos directos a la empresa privada, que le había costado pérdidas cuantiosas, para concentrar su esfuerzo en créditos intermediados a través de la banca estatal y privada de Centroamérica, la cual, para hacerla sujeta de esos recursos, debía cumplir con una serie de requisitos y parámetros financieros que iban orientados a mejorar la calidad y el desempeño de los bancos de la región.
Además, el BCIE buscaba reducir la concentración de créditos existente en el sector público de la región, donde varios países daban muestras de flaquear en sus indicadores financieros y mejorar su posición financiera, dada una mayor diversificación de cartera.
El lograr un rating constantemente mejor ha permitido obtener recursos a tasas más competitivas y a su vez trasladarlas con ventaja a los mercados locales.
Para ilustrar esta estrecha correlación entre las posibilidades de expansión y de fortalecimiento del BCIE y el desarrollo del sistema financiero y de la economía de Centroamérica, deseo hacer algunos comentarios. Entre 1994 y 1998, el proceso de reforma del BCIE permitió alcanzar el logro excepcional de duplicar su capital; en tan sólo cuatro años, este aumentó de cerca de 500 millones de dólares a cerca de 1000 millones de dólares. Su cartera creció en una proporción aún mayor, pues de un volumen de alrededor de 1000 millones de dólares pasó a situarse en cerca de 2500 millones de dólares.
Veinte años después, a mi regreso al BCIE, me encuentro un Banco fuerte y competitivo, con un rating AA-, con perspectiva estable, dado por la agencia calificadora de riesgo Japan Credit Rating (JCR).
El Banco tiene otras tres calificaciones internacionales de riesgo en la escala A, una otorgada por Moody’s con un rango de A1; otra por Standard & Poor’s con A y la otra por Fitch Ratings con A.
Como el Presidente Ejecutivo del BCIE, Nick Rischbieth, ha destacado, el Banco se ha posicionado con la calificación de riesgo AA- en un nivel de “alto grado” de inversión.
El BCIE cuenta con un capital social de 2267 millones de dólares y una cartera bruta de préstamos de 5394 millones de dólares al 31 de diciembre del 2013.
Como mucho en la vida, al comienzo el crecimiento es exponencial y luego se avanza más lentamente. En los noventas, en solo 4 años, se duplicaron las cifras, ahora volverlas a duplicar ha llevado 20 años. En estos 20 años, sin duda ha habido logros y errores importantes. Un logro importante fue la modificación al Convenio Constitutivo para poder abrir a más socios el capital del Banco. Una piedra en la que volvimos a tropezar, a principio de siglo, fue volver a prestar directo a empresas privadas, sin el adecuado acompañamiento de la Banca Local, lo que convirtió al Banco en su competidor en lugar de su financiador. Luego, ante las pérdidas sufridas, concentró el crédito en instituciones públicas, dejando en un segundo término la intermediación financiera. Estos errores en parte pueden explicar en algo el tiempo trascurrido para volver a duplicar la fortaleza del Banco. No quiero con esto, de ninguna manera, opacar ni menospreciar los importantes logros que la Institución ha tenido en estos años, en especial en el campo de captación de recursos, donde el Banco, sin lugar a dudas, tiene la mayor experiencia y conocimiento de cómo captar bien en los mercados internacionales, y en zonas tan alejadas como los mercados asiáticos y australianos y los más cercanos como los europeos y el continente americano. Por demás está mencionar que el BCIE ha retomado su papel de Banco de Segundo Piso y está buscando volver a distribuir cartera pública ampliando la lista de países beneficiarios de sus créditos.
En estos momentos estamos, la Administración y el Directorio, con el respaldo de los Gobernadores del BCIE, impulsando un plan estratégico para el quinquenio 2015-2019, buscando una apertura mayor del Banco hacia nuevos socios regionales, miembros del SICA y hacia los socios extra regionales, que generosamente nos han acompañado en nuestros esfuerzos por el desarrollo de la región centroamericana.
Como parte del proceso de esa formulación estratégica, con ocasión de la LIV Asamblea de Gobernadores que se realizará en Costa Rica, el 23 de abril de 2014 realizaremos el foro “Cambio Global: Riesgos y oportunidades para la Región Centroamericana”. Este foro contiene tres conferencias: la primera conferencia trata de “el cambio climático y su impacto en las finanzas públicas de la región”; la segunda es acerca de “Biodiversidad, agricultura y capital natural” y la tercera desarrolla la “Evolución de la clase media en Centroamérica”.
Como se podrá notar los tres temas están interconectados, pues es cuestionable poder seguir ampliando la clase media en la región, si no entendemos los impactos del Cambio Global en nuestra forma de producir, de construir infraestructura y en nuestras costumbres de vida. Este foro, con el aporte de distinguidos profesionales, estadistas y científicos, será de invaluable insumo al Banco para trazar su futuro estratégico buscando, como debe ser, el mayor bienestar para el mayor número de centroamericanos.
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