• 14 mayo, 2019

Emprendimientos sociales: negocios que impactan positivamente

Emprendimientos sociales: negocios que impactan positivamente

El modelo de negocio busca erradicar problemas sociales de una manera económicamente sostenible, a través de la generación de utilidades

EcoFiltro nació a través de una fundación familiar.

“Los emprendimientos sociales son empresas que buscan, de manera explícita, no solamente generar utilidades económicas, sino que también generar un impacto social”. Así define Andrea Prado, profesora del Incae Business School (Incae) y directora de la Cátedra Strachan de Filantropía e Inclusión Social, a este modelo que negocio que reinvierte las utilidades que se generan de la operación para generar un mayor impacto social.

“En la región, se está dando un movimiento en el cual muchos de los emprendimientos que están surgiendo incorporan ya algún componente ambiental o social, no solo por hacer el bien, sino porque se han dado cuenta de que es un componente diferenciador que puede ayudarles a mejorar la competitividad de la empresa”, explica Prado.

De acuerdo con la académica, aunque sí se reporta un incremento del número de negocios que emplean este modelo, todavía no es la norma” y, aunque hay algunos start-ups (emprendimientos que están surgiendo), no todos han alcanzado la escala necesaria para tener un impacto social significativo.

La directora de la Cátedra Strachan de Filantropía e Inclusión Social explica que este modelo de negocio tiene varios retos de gestión y “eso es parte de lo que nosotros hacemos investigación, para saber cómo sobrepasar algunos de ellos”.

“Por ejemplo, muchos de estos emprendimientos operan principalmente en zonas rurales, donde se acumulan algunos de los retos sociales más importantes. Operar en zonas rurales tiene algunas dificultades en cuanto al personal con el que trabajo, a los canales de distribución, al cómo hago mercadeo, cómo cobro por mi producto y todas esas cosas, de nuevo, son las que investigamos en el Incae, para compartir el conocimiento con nuestros estudiantes y con los empresarios de la región”.

Exitoso ejemplo de emprendimiento social

EcoFiltro es un emprendimiento social, una empresa cuya razón de ser es que todas las familias de la base de la pirámide tengan acceso a agua potable.

La compañía fabrica y comercializa filtros de agua que funcionan por gravedad y que purifican el agua, mediante goteo, en zonas sin acceso a agua potable.

Este proyecto ayuda a purificar el agua.

De acuerdo con Phillip Wilson, fundador de EcoFiltro, las ventas en áreas urbanas les brindan el financiamiento para mantener los precios muy bajos a esas familias que actualmente no tienen agua potable en todas las áreas rurales de Centroamérica.

“La razón por la que estamos organizados de esa manera es que vimos que, a través de una empresa que tiene un enfoque social, se puede escalar y llegar a más personas, a través de un modelo que ve a los más necesitados como clientes potenciales, no como objetos de lástima, como las ONGs y las fundaciones ven a la base de la pirámide”, asegura Wilson.

EcoFiltro es una empresa que planea facturar más de US$5 millones en el 2019 y que logró tener un 10% de rentabilidad, con lo que dependen directamente de la venta de sus productos y evita la dependencia de donaciones para la solución del problema del acceso a agua potable en zonas rurales.

“Un emprendimiento social, yo siempre digo, tiene que ser rentable. La parte de ‘emprendimiento’ tiene que ir en mayúscula y la parte ‘social’ en minúscula porque, si no hay rentabilidad, no puedes ayudar a nadie”.

EcoFiltro nació a través de una fundación familiar que no podía donar más de 2.000 filtros al año en Guatemala, “porque teníamos esas cadenas: el depender de donaciones”. La fundación se enfocó en solucionar el problema del acceso al agua potable en zonas rurales, ya que representa la principal fuente de enfermedades en la región.

“Mi hermana, que es una trabajadora social y nutricionista, enfocó la fundación, de una manera muy correcta, en resolver el tema del agua. Para poder escalar, tomamos ese enfoque en agua a un modelo donde pudiéramos llegar a más personas, viendo a los pobres como clientes potenciales y dándoles una propuesta de valor muy atractiva, en la cual el EcoFiltro se paga en menos de tres meses, versus el valor de la leña para hervir el agua”.

La compañía, basada en Guatemala, cuenta con presencia en todos los países de Centroamérica, México y Perú y tiene planes de seguir ampliando su cobertura en Sudamérica.

“Siento que los emprendimientos sociales son los modelos más efectivos para resolver problemas sociales. Realmente, el sector privado, los empresarios, tienen la experiencia, el know-how de cómo utilizar los recursos de una manera muy eficiente y llegar a objetivos, porque siempre están midiendo cómo van cada mes y tienen esa actitud de medir y ver cómo van con las ventas que, si se dirigen hacia un enfoque social, pueden hacer muchos cambios positivos en nuestra región”, afirma Wilson.

Etiquetas: Centroamérica / Ecofiltro / emprendimiento / empresa familiar / Guatemala / INCAE

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