26 noviembre, 2021

Tecnologías emergentes para la transformación digital

Karla Echavarría septiembre 2, 2014

Los temas más recurrentes parecen ser la adopción consistente de aplicaciones en la nube, la seguridad tendiente a ser lo primero que viene a la mente y lo que motiva más inquietud entre los líderes.

Como parte del trabajo conjunto realizado por Deloitte, Banco Promerica e Incae para elaborar la primera edición de las Mejores Empresas Centroamericanas ( MECA) apostándole a todas las medianas empresas privadas de toda la región.

Se desarrolló un simposio para hablar de las tecnologías emergentes, para medir su impacto en el futuro cercano.

“Creemos firmemente que sin importar la economía en la que se trate estas empresas y estas compañías son las que hacen todos los días la diferencia, de ahí que agradezco a los cauches y a todo el equipo evaluador que invirtieron gran cantidad de horas leyendo cada uno de estos casos a profundidad para determinar cuáles serían las empresas reconocidas e idientificar todas las fortalezas en las que las compañías pueden seguir apalancándose, así como en las áreas de oportunidad que les serán últiles”, Pilar Ruiz de Chavez, socia líder el Programa Mejores Empresas Latinoamericanas.

Según los expertos independiente del tamaño de las compañías parece haber temas universales que siguen definiendo las inversiones en tecnologías y los desafíos de acuerdo con la octava encuesta anual de ejecutivos de compañías privadas y sus prioridades tecnológicas.

Chris Jackson, líder de Tecnologías de Deloitte afirma: “parece difuminarse, las tecnologías como IA, la nube y redes sociales y móviles están creando nuevos campos de juego, tanto dentro de Estados Unidos como en Latinoamérica. Las compañías privadas de tamaño medio han adaptado y ajustado sus operaciones debido a la incertidumbre presentada por la pandemia, la cual ha acelerado la digitalización a lo largo de casi todos los rincones de la economía obligando a las compañías privadas de tamaño media a sacar provecho de la tecnología en sus fuerzas laborales de muchas maneras”.

Los temas más recurrentes parecen ser la adopción consistente de aplicaciones en la nube, la seguridad tendiente a ser lo primero que viene a la mente y lo que motiva más inquietud entre los líderes.

Muchos ejecutivos informan que sus compañías se encuentran en medio de un reajuste que les permitirá modernizar sus sistemas para aumentar las capacidades humanas con la tecnología.

A esto se suma el ritmo de cambio tecnológico que sigue siendo un desafío mientras las organizaciones tratar de digerir la tecnología y los cambios que les vienen encima a ritmos acelerados.

“Por ejemplo, el 72% de los líderes encuestados espera que la disrupción digital genere cambios relacionados al trabajo en las operaciones durante los próximos 12 a 18 meses”, detalla Jackson.

Muchos ejecutivos informan que sus compañías se encuentran en medio de un reajuste que les permitirá modernizar sus sistemas para aumentar las capacidades humanas con la tecnología.

Mientras, muchos inversionistas ven esta época post-pandemia como el inicio de una oportunidad que abarcará muchos años para corporaciones en este sector.

“Es importante que las organizaciones tomen en cuenta que las compañías privadas y empresas familiares de América Latina continúen enfrentando estos retos dentro del mercado”, concluye el experto de Deloitte.

Las organizaciones necesitan comenzar a pensar de manera diferente a como lo hacen. Explorar las posibilidades dentro de los ecosistemas, entre otras compañías y analizar cómo utilizan sus socios de la cadena de suministros y proveedores la tecnología.

Las compañías mejor gestionadas

De acuerdo con el experto los desafíos son reales. A nivel de industria el 72% anticipa que la disrupción digital creará cambios en las operaciones relacionadas al trabajo durante los próximos 12 meses.

52% espera rediseñar trabajos y tareas para facilitar que las personas y las máquinas trabajen en conjunto.
28% dice que las aplicaciones en la nube tendrán el impacto más significativo.
31% ve la movilidad y el trabajo remoto como uno de sus riesgos de datos y de seguridad más importantes.
58% menciona poco o ninguna supervisión formal por parte de la administración de TI.