La profundidad y poder de las redes universitarias radica en que altos ejecutivos acumulan, de manera incidental o a propósito, información detallada sobre sus compañeros graduados.
Por Alejandro Hurtado Castillo
En Centroamérica, somos pocos los que tenemos el privilegio de asistir a una universidad en los Estados Unidos, y además de asistir a una universidad con una excelente red de exalumnos, que sea activa y que apoye a sus integrantes en la búsqueda de empleo, el cierre de negocios, la publicación de información valiosa y el relacionamiento con otros. Texas A & M University, University of Notre Dame, Georgetown University, University of Florida, y Florida State University, son solo algunos ejemplos de universidades estadounidenses que poseen redes de exalumnos muy activas en nuestros países.
“Las redes de exalumnos son poderosas ya que conectan a las personas, permiten la colaboración, y brindan a los miembros una plataforma para compartir ideas, y para generar nuevas ideas. Son comunidades que apoyan el desarrollo personal y profesional de los miembros a lo largo de sus vidas”, indica Calvin Jacober, socio de PWC Canadá.
Según el Harvard Business Review (HBR), “las redes de exalumnos resultan ser un tipo de red social especialmente eficaz. Esto se debe en parte a que las personas tienden a seleccionar programas universitarios que tengan grupos sociales con intereses estrechamente alineados a los suyos, lo que genera a su vez, un mayor nivel de interacción y relaciones más duraderas”.
La profundidad y poder de las redes universitarias radica en que altos ejecutivos acumulan, de manera incidental o a propósito, información detallada sobre sus compañeros graduados. “Es muy probable que se hayan conocido o que tengan conocidos en común. Entienden lo que significa si una persona pertenecía a un determinado club o si participó en un programa de estudios específico, o es posible que conozcan a personas que los contrataron anteriormente. Todo esto ayuda a evaluar el potencial de los ejecutivos como líderes y dueños de negocios” agrega el HBR.
En nuestros países, el ser un miembro activo de estas redes, puede hacer la diferencia y ser el empuje que se requiere para prosperar en su carrera profesional o desarrollar proyectos de negocio. En el caso de la red de exalumnos de Texas A&M University, tiene capítulos muy activos en todos los países de Centroamérica, que se han potenciado a través de las diferentes plataformas digitales. “En abril del año pasado, por ejemplo, en una celebración anual de exalumnos de esta universidad, se conectaron más de 400 Aggies (como son llamados los que asisten a Texas A&M) de toda la región centroamericana. Esto incluía a exalumnos desde los años 50 y a personas especialmente prominentes en cada uno de estos países”, nos comenta Alberto Navarro, quien se graduó de esta universidad en 1982 y 1984.
Según estadísticas de LinkedIn, hay 850 exalumnos de Texas A&M University viviendo en Centro América, 705 de la Universidad de Florida, 422 de Notre Dame, 586 de Georgetown y 1.851 de Florida State University.
La clave para aprovechar estas redes, radica en mantenerse conectado, y en buscar como involucrarse en los capítulos o grupos en sus respectivos países. Según Calvin Jacober, socio de PWC Canadá, algunos beneficios que se logran incluyen:
- Expandir su red de contactos: Las redes de exalumnos pueden conectarlo a una red extensa, a veces incluso a una red global, con miembros con los que comparte por lo menos algo en común.
- Mantenerse “informado y actualizado”: Los grupos de exalumnos usualmente bridan beneficios adicionales para “mantenerse en contacto”, como eventos de networking e información empresarial y de mercado. Es importante aprovechar estas oportunidades, ya que brindan formas únicas de fomentar las relaciones existentes, hacer nuevas conexiones, y continuar el desarrollo profesional.
- Nuevas oportunidades de negocio: este beneficio aplica para empleadores y exalumnos. Nunca se sabe que nueva oportunidad de negocio, empresa, o puerta personal o profesional se abrirá como resultado de sus conexiones. Las redes de exalumnos crean oportunidades para la interacción y la colaboración, fomentan relaciones duraderas y mutuamente beneficiosas, a menudo con resultados muy poderosos.
Según Jacober, también los empleadores se benefician de estas redes de algunas formas, incluyendo:
- Reclutamiento: los programas de recomendación suelen ser una forma muy eficaz de reclutar. ¿Quién conoce la cultura de la organización y el conjunto de habilidades requeridas más que las personas que ocuparon puestos similares? Los exalumnos pueden ser una excelente fuente de referencias para nuevos candidatos.
- Promoción y construcción de la marca: El intangible que se crea a partir del boca a boca positivo a menudo puede ser más poderoso que cualquier otro tipo de publicidad. Las relaciones positivas pueden animar a los exalumnos a ser embajadores de la marca de por vida.
- Crecimiento y adquisición de clientes: mantenga y fomente las relaciones con los exalumnos a lo largo de su carrera; nunca se sabe que nuevas oportunidades comerciales pueden surgir como resultado.
Otros Beneficios de las redes de exalumnos incluyen:
- Las universidades tienden a establecer campus satélites, centros de investigación y de estudios, en países donde tienen una cantidad importante de exalumnos influyentes.
- Según un artículo de HBR, en un estudio realizado entre 1990 y 2006, el retorno promedio de fondos de inversión donde el cliente y el proveedor fueron a la misma universidad en más o menos el mismo tiempo, fue de 21% vs 13% cuando no había ninguna relación entre el cliente y el proveedor.
Los anímo a ponerse en contacto con sus redes universitarias para sacarle el mayor provecho de ellas.
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