7 septiembre, 2022

El auge del bienestar en el entorno laboral

Salud y bienestar van de la mano. Entre los grandes esfuerzos están bajar los índices de estrés.

Sentirnos a gusto, motivados, con ganas de aportar ideas, de trabajar en equipo, aprender y tener oportunidades, ampliar nuestros horizontes y trabajar con un horario justo, en un lugar confortable y seguro, son solo algunas de las aspiraciones que buscamos cumplir cuando nos incorporamos a una empresa u organización.

A eso se suma la búsqueda de un salario competitivo, disminuir el exceso de cargas y el estrés, tiempo para compartir con la familia y encontrar espacios para disfrutar de otras pasiones y distracciones, como el deporte, el tiempo con amigos y los espacios para algún hobbie.

“Es difícil pensar que alguna persona viva sin exposición al estrés. El balance entre trabajo, socialización, familia y desarrollo personal se ha vuelto cada vez más complicado. En términos laborales, es difícil hablar de que una profesión sea más estresante que otra. Mucho depende de las características del empleo (largas jornadas laborales, nivel de responsabilidad, límite de tiempo para alcanzar objetivos y riesgos del trabajo), del ambiente laboral (relaciones interpersonales, liderazgo de la jefatura, comunicación y seguridad) y de las características propias de cada persona (mecanismos de defensa disponibles y presencia de una red de apoyo)”, detalla Karla Montero, médico psiquiatra.

De acuerdo con la experta, cuando hay distrés (estrés negativo y estado de angustia) pueden llegar a aparecer trastornos como ansiedad, crisis de pánico o depresión. También se ha estudiado cómo puede favorecer la presencia o exacerbación de enfermedades cardiovasculares, dolores de cabeza, trastornos del sueño e incluso el envejecimiento prematuro.

“El manejo y control del estrés en estas épocas se vuelve de vital importancia para poder generar algo que es absolutamente clave, el bienestar. Estamos entrando en la era del bienestar y de los resultados. Ambos tienen que venir de la mano porque ninguno de nosotros está dispuesto a sacrificar el bienestar por los resultados”, agrega Paulo Baldessari, docente de Aden University.

Si desea leer el artículo completo, puede encontrarlo en la página 64 de nuestra edición digital.