• 3 agosto, 2023

¿Qué pasaría si pudiéramos recordarlo absolutamente todo?

¿Qué pasaría si pudiéramos recordarlo absolutamente todo?

La memoria abstrae, resume, esquematiza, construye y generaliza desde el momento de la adquisición de la información.El

Síganos en Instagram: @revistavidayexito

 

La pregunta es interesante porque nos permite cuestionarnos la naturaleza misma de este proceso mental tan importante en nuestra vida.

La memoria no es un registro preciso y mucho menos literal de la realidad, ni tampoco un archivo histórico del pasado.

No es reproductiva sino reconstructiva: abstrae, resume, esquematiza, construye y generaliza desde el momento de la adquisición de la información.

Tan pronto como leemos o escuchamos un texto, olvidamos gran parte de las palabras concretas que se utilizaron. Así destilamos la esencia del mensaje, lo nuclear, lo simbólico, la molla.

La memoria se desliga de los detalles, se hace abstracta, se convierte en semántica desde el mismo inicio de su trabajo. Esta es la forma en la que una memoria sana y funcional se adapta a las demandas de un entorno cambiante.

La memoria fotográfica, en los escasísimos casos descritos por la ciencia, puede considerarse una aberración, por exceso, de la memoria. O mejor dicho, una aberración del olvido.

Porque este, a pesar de su mala prensa, es tan necesario como el recuerdo para permitir que la memoria use de manera adaptativa la información del pasado con el fin de vivir el presente y anticipar el futuro.

Una enciclopedia de remordimientos

 

Nacida en 1965, Jill Price es una norteamericana que puede recordar, con todo lujo de detalles y con la misma intensidad emocional que la primera vez, todo aquello que le ha ocurrido en su vida.

Esta condición se conoce como hipertimesia y supone una memoria autobiográfica exacerbada, que llega a ser disfuncional y patológica.

El problema principal es que Jill no controla el acceso a esos recuerdos, sino que la avasallan cuando se encuentra con una fecha o con otros recuerdos vinculados.

“La mayoría de la gente lo considera una bendición, pero yo lo llamo carga”, explica. “Cada día repaso mi vida entera en mi cabeza y me está volviendo loca”.

Es incluso capaz de recordar cada una de las veces en que su madre le dijo que estaba engordando durante la adolescencia, con el mismo peso emocional que sintió entonces.

Su memoria se ha convertido en una enciclopedia de remordimientos que la acosa sin tregua.

El caso de Jill Price ha sido exhaustivamente investigado por la disciplina de la neuropsicología y ella misma ha escrito un libro relatando su historia.

Los test de inteligencia revelan que tiene una capacidad intelectual normal, aunque se detectan algunas carencias en el pensamiento abstracto y otras funciones ejecutivas.

Como podemos comprobar, una memoria sin límites no nos hace ni más inteligentes ni, por desgracia, más felices.

Se suele decir que el tiempo lo cura todo, pero en el caso de Jill Price, los malos momentos de su vida están siempre vivos en su cabeza.

Los campeones mundiales de la memoria

Un caso muy diferente es el de los mnemonistas profesionales, aquellas personas que memorizan largas listas de números, palabras o fechas a una velocidad de vértigo en los “campeonatos de memoria”.

Pues bien, aunque parezca sorprendente, la mayoría de estos “prodigios” no tienen una memoria cualitativamente diferente a la de cualquiera de nosotros.

En realidad, alcanzan su extraordinario rendimiento memorístico a base de entrenar varias horas al día durante años.

Un hombre memorizando información

Es muy ilustrativo el relato de Joshua Foer, periodista seducido por el tema al realizar un reportaje y que, un año después, se proclamó ganador del campeonato de memoria de Estados Unidos de 2006.

¿Cuál fue su secreto? El entrenamiento masivo en reglas mnemotécnicas, como describe en su entretenido libro «Los desafíos de la memoria».

Lo curioso es que, aparte de la información específica para la que se entrenan, estos profesionales cometen los mismos errores memorísticos que el resto de los mortales.

Olvidan dónde dejaron aparcado el coche o el cumpleaños de un amigo como cualquier otra persona. En realidad, los casos de genuina memoria fotográfica son tan extraordinarios que no suponen un fenómeno estadísticamente relevante en la población.

Fuente:BBC Mundo 

Etiquetas: Información / memoria / neurología / recuerdos

Recomendaciones sobre este tema

Memoria y almacenamiento, claves para satisfacer las demandas de las nuevas tecnologías en este 2024

Memoria y almacenamiento, claves para satisfacer las demandas de las nuevas tecnologías en este 2024

Kingston Technology, la compañía líder en soluciones de memoria y almacenamiento reunió a una comunidad de expertos para…
¿Para que sirven los puertos USB que están detrás de los televisores?

¿Para que sirven los puertos USB que están detrás de los televisores?

Esta herramienta cuenta con varias funciones que pueden ser de gran ayuda para los usuarios.