9 mayo, 2025

El futuro del pan radica en su pasado

En Costa Rica, donde el pan es parte esencial de la vida cotidiana, Puratos impulsa su evolución combinando tradición, salud e innovación para asegurar un futuro brillante a este alimento ancestral.

En Costa Rica, el pan es mucho más que un alimento: es una parte esencial del día a día. Con un consumo per cápita de 27 kilogramos anuales, el país se consolida como una nación panadera por excelencia. Y es en ese contexto donde Puratos, una empresa global con profundo respeto por la tradición panadera, se posiciona como aliada clave para los artesanos del pan, ayudándoles a honrar la herencia del oficio mientras responden a las exigencias de los consumidores modernos.

Cada generación de panaderos ha experimentado con nuevos ingredientes, recetas y técnicas para mejorar su producto. Hoy, en pleno siglo 21, esa búsqueda por la perfección sigue vigente, pero con un enfoque renovado: salud, textura y sabor. Estos son los tres pilares que guían a Puratos en su misión de acompañar a los panaderos hacia la creación de panes auténticos, nutritivos y deliciosos.

“El pan que un panadero hizo hace miles de años y el que se hornea hoy en día comparten los mismos genes”, señalan desde la compañía. Y es precisamente esa conexión histórica la que ha llevado a Puratos a desarrollar iniciativas como su única Biblioteca de Masa Madre, un verdadero santuario de la tradición panadera. Con más de 130 variedades provenientes de distintas culturas y regiones, esta biblioteca no solo conserva una técnica ancestral de fermentación, sino que protege la biodiversidad microbiana y preserva sabores únicos para las generaciones futuras.

La masa madre, ese fermento natural que acompañó a civilizaciones desde el antiguo Egipto hasta la Europa medieval, vive hoy un renacimiento. Gracias a su sabor profundo y sus beneficios nutricionales —como mejor digestibilidad y mayor conservación sin aditivos artificiales—, vuelve a ganarse un lugar en la mesa de los consumidores conscientes. En palabras de Puratos, “la masa madre no es solo un método: es el alma del pan”.

Además de preservar la tradición, la compañía apuesta por la innovación. Inspirados por la naturaleza, sus investigadores trabajan con enzimas que mejoran la textura y frescura del pan, al mismo tiempo que desarrollan soluciones para reducir grasas, sal y otros elementos menos deseados, sin comprometer el sabor.

Para Karl De Smedt, bibliotecario de la Masa Madre en Puratos, el pan tiene una dimensión emocional e histórica que lo convierte en un alimento especial. “A lo largo de la historia, el pan siempre ha sido especialmente especial para la gente. Al compartir nuestra pasión y continuar horneando los mejores panes, podemos garantizar que el pan también tenga un futuro brillante”, afirma.

Así, con un pie en la tradición y otro en la innovación, Puratos impulsa un movimiento que no solo rescata la riqueza panadera del pasado, sino que la proyecta hacia el futuro. Porque el pan, ese símbolo universal de alimento y cultura, seguirá siendo parte del alma de los pueblos, gracias a quienes entienden que cada miga cuenta una historia.

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