Mientras que el país compite por atraer inversiones en sectores de alta tecnología y manufactura de mayor valor agregado, enfrenta el desafío de la escasez de oportunidades laborales para este segmento de su población.
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En Costa Rica, siete de cada 10 personas que buscan empleo, poseen secundaria completa o menos.
Si bien este país goza de un fuerte posicionamiento a nivel internacional como un destino para las empresas de alta tecnología y de valor agregado, lo cierto es que la estructura de su fuerza de trabajo, se caracteriza por tener una mayoría de mano de obra poco calificada.
Dichos datos muestran la consolidación de una brecha cada vez mayor en las oportunidades de empleo entre las personas calificadas y no calificadas, que se acentuó con la pandemia y que persiste aún con la recuperación de la economía.
Roxana Morales, economista y presidenta de la Fundación para el Desarrollo Académico de la Universidad Nacional de Costa Rica, señala que “a la gente le hace falta capacidades para acceder a los nuevos puestos de trabajo. Tenemos un alto índice de desempleados con el colegio inconcluso y solo el 10% de la población domina un segundo idioma”.
Actualmente, la tasa de desempleo nacional del trimestre que va de febrero a abril del 2023, asciende al 9,7%, lo que equivale a 223.741 personas desempleadas, siendo la fuerza laboral femenina la más afectada, de acuerdo con la última Encuesta Continua de Empleo, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Morales afirmó que en el mercado laboral se están creando menos empleos de los que la población requiere o que se adapten a sus capacidades. “El desempleo impacta significativamente a la población de 15 a 35 años de edad, principalmente en el área central del país, pero este problema se agrava en las zonas costeras, donde los índices son aún más elevados. Además, se observa una tendencia preocupante en cuanto a las mujeres jóvenes, quienes experimentan niveles de desempleo aún más altos”.
Para estas personas es cada vez más difícil conseguir trabajo, puesto que la demanda mantiene una tendencia a la especialización en mano de obra con mayor calificación.
Vanessa Gibson, gerente de Clima de Inversión de Cinde (agencia de promoción de inversiones), tiene una óptica diferente ya que asegura que en los sectores de manufactura avanzada, manufactura liviana y dispositivos médicos, la demanda de este tipo de perfil es cotizado, incluso en personas que tienen solo primaria o secundaria. “Existe el requerimiento y para trabajo femenino en el segmento médico, el 70% son mujeres”, comentó.
Empresas como Bridgestone o Eaton continúan invirtiendo en el país y ofrecen oportunidades de empleo a perfiles menos especializados. Según Gibson esto se debe a que solo parte de su operación es automatizada, por lo cual requieren de operarios para sus procesos.
La líder de la agencia de promoción enfatizó también que es importante resaltar es que hay una proporcionalidad. “Para que las plantas funcionen con operarios, la oferta de ingenieros y técnicos se debe suplir y debe haber una correlación. Por ello, muchas de las empresas limitan traer más procesos a Costa Rica, por el hecho de que no encuentran a quienes van a correr la línea y ese es el reto que tenemos como país”.
Ricardo Monge, presidente de la Academia de Centroamérica (centro de investigación privado enfocado en temas de desarrollo económico y social), explica que “para comprender el tema del empleo en Costa Rica es importante conocer la forma en que el país ha transformado su sistema productivo hacia procesos de mayor valor agregado, en donde el conocimiento y la tecnología juegan un papel importante para la competitividad de las empresas que han seleccionado este país para el desarrollo de sus operaciones”.
La introducción de tecnologías avanzadas y procesos de automatización, por ejemplo en la industria manufacturera redujo la necesidad de mano de obra poco especializada para realizar tareas repetitivas o de baja cualificación.
“Desde que Costa Rica apostó, hace cuatro décadas, por un modelo de desarrollo dirigido a la atracción de empresas, cuyos servicios, procesos y productos están altamente basados en la tecnología y el conocimiento; la transformación de las capacidades de su capital humano ha sido una condición indispensable para mantener al país en la vía del desarrollo y el crecimiento económico”, sostiene Monge.
Reconversión del talento humano
La estrategia país para mitigar el desempleo es reconvertir su fuerza laboral. El Poder Ejecutivo ha desarrollado una serie de acciones tendientes a la reactivación económica, la mejora en los mecanismos de capacitación y la creación de puestos de empleo, principalmente mediante la atracción de inversión extranjera directa. Sin embargo, la evolución de la tecnología se ha dado con mayor velocidad que las nuevas habilidades y competencias que requiere la fuerza laboral costarricense.
“Una de las cosas que provoca nervios en la consecución de un nuevo proyecto es la escasez de talento calificado, al poca cantidad y a costos competitivos hemos perdido algunas oportunidades, que se van a otros países donde la mano de obra es más barata e incluso con un nivel técnico e ingenieril mayor”, dice Gibson.
En el caso de Centroamérica, países como Guatemala, aún mantiene una base importante de empleo poco calificado para sus ciudadanos, con una industria manufacturera, especialmente la textil y de confección, que figura como una de las principales generadoras de empleo.
En El Salvador, su economía está orientada al sector servicios y la industria manufacturera. La industria de ensamblaje es uno de los principales motores de empleo, con empresas que producen prendas de vestir, textiles y productos electrónicos, entre otros.
Honduras también se destaca por su industria maquiladora, que brinda oportunidades de trabajo a un gran número de personas en la fabricación de productos textiles. Además, el sector agrícola, incluyendo la producción de café y banano, también es un importante generador de empleo en el país.
Estos dos últimos países, han logrado atraer inversiones en la industria manufacturera poco especializada debido a factores como costos laborales competitivos, ubicación geográfica estratégica y acuerdos comerciales favorables.
Esta situación es una tendencia global observada en varios países. Los expertos señalan que para enfrentar estos desafíos, es crucial la promoción de la diversificación económica, la capacitación laboral y la adaptabilidad a los cambios tecnológicos.
Radiografía del empleo en Costa Rica
Por género, el desempleo afectó en mayor medida a las mujeres, con una tasa del 13,6%, mientras que la tasa de desempleo masculina fue del 7,3%. La tasa de la población ocupada con subempleo fue del 6,9%.
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