Con el tiempo, el cariño aumentó. Cuando su hijo Federico necesitó un compañero de cuarto en la Universidad de Notre Dame, una vez que se transfirió en 1978 de la Universidad de Loyola, de Nueva Orleans, yo lo fui.
Al igual que para mi padre, Roberto J. Argüello Tefel, la familia es lo más importante para el tío Jacobo. Él cree firmemente en la sucesión familiar basada en el respeto, así como en un modelo de negocio sostenible en el tiempo.
Don Jacobo, como mi padre, era consciente de cómo nuestros ancestros habían perdido el control de la Compañía Cervecera de Nicaragua, la principal empresa de capital privado en el país, y el cierre de la Casa Bancaria Tefel, uno de los primeros bancos privados de Nicaragua.
La preocupación por la sostenibilidad de los negocios familiares era, sin duda, un obstáculo a vencer. Por eso, ahora comprendo por qué muchos sábados, cuando éramos niños, su hijo primogénito, Jacobo, y yo teníamos que esperarnos hasta la tarde cuando queríamos jugar, pues los dos acompañábamos por la mañana a nuestros padres a sus oficinas.
Con don Jacobo he compartido ratos muy felices. De pequeño, me llevaba a las veladas de boxeo en Managua y gracias a él vi pelear a dos de los mejores púgiles de todos los tiempos: Alexis Argüello y Roberto Mano de Piedra Durán.
Con el pasar de los años, he ido tomando nota de muchas de mis conversaciones con él, y he consultado al respecto con mi primo Jacobo. Son muestra de un gran hombre que ha triunfado en todas las facetas de la vida.
Base del éxito
A través de las palabras de Jacobo Tefel Farrer, su primogénito, descubrimos cuál es la principal lección que su padre ha transmitido a sus hijos y nietos. “La base del éxito es la generación de confianza, en dos planos: en el carácter de la persona y en los procesos del negocio familiar. La persona, tanto como individuo y también como gerente y empresario, tiene que generar confianza con todos, empezando por los miembros colaboradores de la familia. Sin confianza entre estos no puede haber armonía y trascendencia generacional”.
“He aprendido de mi padre –continúa Jacobo– que para ser líder se debe tener la confianza de los colaboradores. También hay que desarrollar relaciones que generen confianza con los inversionistas, los proveedores, con los bancos y, lo más importante, con los clientes y el mercado. Mi padre me enseñó que para generar confianza en el ámbito personal es necesario tener confianza en uno mismo y esto se logra con preparación, educación universitaria y la vivencia de experiencias, positivas y negativas, de las que debemos aprender para no repetir errores”, explica.
“Tratar a los demás como uno quiere que los demás lo traten, disciplina, puntualidad y constancia en el trabajo, además de cumplir con lo ofertado”, son otras de las lecciones aprendidas. “Todas estas actitudes y conductas son fundamentales para lograr la confianza de todos los demás”. “De igual forma –afirma Jacobo hijo– la confianza también se debe proyectar en los procesos gerenciales de la empresa, necesaria para alcanzar los objetivos de éxito, el crecimiento y la trascendencia competitiva de la compañía”.
“Mi padre nos ha enseñado que, para generar confianza, es necesaria la administración de los recursos humanos. Por eso, Fogel capacita a la mayoría de su personal en las tareas de ensamble y fabricación de refrigeradores. Los colaboradores en Guatemala y Centroamérica tienen destreza natural para las manufacturas”, prosige el empresario.
“Nuestra familia –confiesa Jacobo hijo– cree que Centroamérica debe aprovechar esta riqueza humana y debemos apoyar, como prioridad nacional, la educación en todos los niveles, pero especialmente en el desarrollo de carreras técnicas, que permitan a nuestros jóvenes integrarse a nuevos empleos formales, mejor remunerados, generados por nuevas industrias atraídas por la calidad laboral de Centroamérica”.
Existen muchas historias de éxito de compañías centroamericanas que han logrado trascender al mercado global, lo cual pone en evidencia el vigor y la capacidad del empresario centroamericano.
La historia de don Jacobo y su familia nos enseña que los mercados centroamericanos y el panameño sirvieron de base para alcanzar destinos más lejanos y sofisticados. Esto evidencia que, en la región, existen condiciones y potencial para progresar y, en el proceso, crear riqueza para nuestros países y sus habitantes.
Foto:Jacobo Tefel Pasos y su primogénito, Jacobo Tefel Farrer.
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