El secreto de Silvio Pellas

“Tengo 32 años de estar casado con mi esposa, Consuelo, y como fruto de este matrimonio Dios nos ha dado cuatro hijos: Silvio Federico –casado con Andrea, padres de Silvio Andrés, nuestro primer nieto, ahora viene otro en camino–, Alejandro, Roberto y Consuelo)”, relata Silvio Pellas.

“En todo este tiempo he descubierto que el gran secreto de la vida está en tener una familia cristiana donde intentamos poner como el centro de nuestra vida a Jesucristo. Dios sabe que para nosotros muchas veces esto es bien difícil por el trabajo y los afanes que nos plantea la vida todos los días”, confiesa el empresario. “Hace 30 años entré al camino neocatecumenal dentro de la Iglesia Católica, que ha sido y es uno de los tesoros más grande que el Señor me ha regalado a mí, a mi esposa y a mis hijos. Este camino me ha ayudado a llevar a delante mi matrimonio como cabeza de familia. También a educar a mis hijos en la fe y, a su vez, les ha servido a ellos para poder enfrentar los desafíos propios de la juventud”, continúa.

“Soy un hombre con la dicha de tener una gran mujer a mi lado. Mi esposa, Consuelo, ha compartido conmigo durante 32 años todas mis alegrías y mis fracasos. Ella me ha dado fuerzas cuando me han faltado para seguir adelante y tomar decisiones importantes. Estoy convencido de que Dios me ha dado a la mejor esposa del mundo”.

“La educación que he recibido de mi padre y mi madre ha sido fundamental en mi vida, así como sus consejos y la comunicación constante con ellos”, destaca el empresario.

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Myriam B. Moneo

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