Y triunfar, en la mejor compañía. Lejos de la tierra que les vio nacer, tan común hoy en día, y felices de abrazar una nueva, donde echar raíces, sembrar riqueza y compartirla; creando oportunidades para otros. Como aquellas que ellos mismos han protagonizado en el país de las oportunidades.
Marcelo y Berny. O Berny y Marcelo. Los Montalván. Son dos en uno. Bueno, hoy suman tres más, sus tres soles, sus hijos: Marcelo Andrés (22 años), Carlos (18 años) –“graduado ad honórem”– en secundaria, y Cristiana (10 años), “la esencia de la casa”, dice su mamá.
“Porque el que quiere, puede, y en cualquier lugar del mundo se puede triunfar”. Esta es la máxima que Marcelo Montalván grita a los cuatro vientos cuando acometemos la crónica de su vida.
Ganarse la confianza
Vitafoods Enterprises es la firma propiedad del matrimonio de origen nicaragüense, con la que administran cinco restaurantes en franquicia de la cadena Fuddruckers en el Sur de Florida. “Cada uno tenemos el 50% de las acciones”, dice Marcelo. Tras casi seis años de negociaciones, que arrancaron en 1996, lograron hacerse con la confianza de la compañía estadounidense, administrada por Luby’s Inc. en la actualidad. En el 2002 cerraron el contrato para desarrollar el concepto de la cadena en el Sur de la Florida, y dos años después inauguraron su primer Fuddruckers. “Tuvimos la perseverancia, la experiencia y la capacidad económica” necesaria para que la casa matriz les brindara su confianza. Arrojo les sobraba.
En la conversación las declaraciones de Marcelo están jalonadas por las certeras intervenciones de Berny, quien apuntala con soltura las ideas que esboza su esposo.
Los nicaragüenses ya contaban con experiencia en el modelo de negocio franquiciador, pues entre 1992 y el 2000 administraron con éxito ocho tiendas de la estadounidense General Nutrition Centers (GNC), con las que destacaron a nivel nacional por sus excelentes cifras en ventas y la gestión operativa. Tras su venta ante una buena oportunidad, y centrados durante un tiempo en la manufactura de su propia línea de vitaminas, Matures Labs USA, pasaron al ámbito de la restauración de la mano de Fuddruckers.
Los Montalván dominan la sabiduría de saber triunfar como pareja. Solo por eso se merecen la máxima admiración en este turbulento mundo de hoy. Además, se han destacado en la administración de sus negocios. Son un tándem que pedalea en perfecta sincronización por los sinuosos caminos de la vida familiar y laboral, sabiendo conciliar ambas esferas. Deberían patentar su receta ¿mágica? Como subraya Marcelo, su éxito es “un indicador de la fortaleza” de su unión en perfecta comunión. “Ha sido por inercia, sin darnos cuenta”, explica Marcelo. La comunicación no verbal es otra de las fortalezas de los esposos: “Funcionamos por instinto”.
Marcelo está centrado en el área de operaciones de Vitafoods y otros negocios como inversiones en bienes raíces, además de que forma parte de la Junta Directiva de Terrabank, el banco socio estratégico de Grupo Promerica en Estados Unidos. Berny se enfoca más en el área de recursos humanos y administración. Dan empleo a alrededor de 300 personas en sus restaurantes.
Fuddruckers se caracteriza por ofrecer “comida casual de alta calidad que se cocina cuando el cliente la ordena. Los ingredientes son frescos y los precios moderados”, resume Marcelo. El comensal construye su propia hamburguesa con cantidad ilimitada de condimentos y vegetales. “No hay aditivos. Es un concepto único”. “El panadero llega cada mañana a hacer el pan, también integral. El cliente se puede comer una saludable hamburguesa de pavo o salmón”, entre otras opciones del variado menú, acota Berny. Los batidos y la pastelería también destacan por su frescura. En un solo establecimiento se llegan a atender entre 1.200 y 1.500 clientes, pues son grandes locales con capacidad hasta para alrededor de 300 personas.
La energía y el profesionalismo que requiere gestionar estos modelos de restaurantes ha sido una tarea que Marcelo admite no podría haber alcanzado si no fueran “el uno para el otro”. “Sin mi esposa no lo hubiera logrado”, confiesa.
¿Cómo es compartir la vida profesional con la media naranja? “Nunca pensé que trabajaría con mi esposa”, dice Marcelo. “Se vino dando solo”, añade Berny. “Cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos trabajando juntos”, apunta el esposo. Esta relación laboral del matrimonio comenzó hace 22 años, con el negocio de las vitaminas. “Hemos crecido juntos, como individuos, como pareja, como socios, como amigos. Caminamos juntos”, comenta la empresaria. “Llegamos a leernos los labios”. No hace falta más explicación.
Prueba superada
Fue Miami la ciudad que vio nacer su relación de pareja, al conocerse por amigos comunes durante unas vacaciones en las que Berny visitaba la ciudad. “Nos casamos hace 24 años”, dice Marcelo. “Quería ver si se acordaba”, agrega su esposa en tono malicioso. Prueba superada.
En el Sur de Florida se enamoraron, “por supuesto”, subraya Berny a sonrisa abierta.
–“Dile por qué viniste a Miami”, comenta Marcelo.
–“Dice que le venía buscando, pero no es verdad. Él se enamoró ‘peeerdidamente’ de mí, añade su esposa y rompe a reír.
Berny creció –y realizó sus estudios universitarios en administración de empresas–, en Washington, adonde llegó su familia en 1979. El exilio fue una experiencia que despierta “las ganas de salir adelante”, rememora Berny.
Marcelo, tras acabar la secundaria, viajó a Honduras para estudiar en la Universidad Zamorano y después se instaló en Miami. A pesar de no haber seguido la tradición agrícola familiar le encantan ·”la lluvia, el sol y los olores a campo”.
No es fácil empezar de cero en un país extraño, sin embargo él siempre tuvo claro lo que quería: “Ser independiente. En Estados Unidos empecé desde abajo, primero hice mudanzas, estuve mucho tiempo en actividades de transporte y después pasamos a la distribución de vitaminas y los bienes raíces”.
En la casa de los Montalván se sigue hablando en español, a pesar de sus fuertes raíces estadounidenses.
“Es muy importante que nuestros hijos nunca pierdan su identidad”, asegura Berny. Su primogénito, Marcelo, ya se ha incorporado a la empresa para adquirir experiencia “en la escuela de la vida”, agrega su madre, quien como toda mujer de hoy define su día a día con una palabra: “Soy multitask”.
León en el corazón
Los Montalván son oriundos del nicaragüense León, y estadounidenses de corazón porque ese país es en el que han crecido como empresarios y como padres de familia. A pesar del paso del tiempo, esa bella ciudad colonial del noroeste del país, capital de la intelectualidad nicaragüense, ocupa un espacio imborrable en la esencia de esta pareja, al igual que su país. Durante mucho tiempo sus vacaciones han estado reservadas para Playa Poneloya. Sin embargo, según sus hijos han ido creciendo y avanzando con sus estudios y sus propios compromisos, las visitas a Nicaragua han ido quedando ligadas a desplazamientos por motivos familiares y sociales, siempre sin desligarse de su patria natal. “Me encanta Nicaragua, la conozco completa y la añoro”, dice rotundo Marcelo.
El mar es indispensable en la vida de esta familia. Navegar y viajar todos juntos son experiencias que disfrutan con frecuencia. Estas vacaciones veraniegas las han pasado en Europa, viajando por los Países Bajos y el norte de Europa. En uno de estos paseos, el año pasado cuando se encontraban en España, en Santiago de Compostela, vivieron el fatal accidente ferroviario que se cobra varias vidas. “Fue espantoso”, recuerda Berny.
La vida sigue. Los Montalván prosiguen con sus planes empresariales, para no perder el rumbo fijado: trabajar para el crecimiento de sus negocios y continuar con “la búsqueda de talento” porque son conscientes del valor que imprime a Vitafoods Enterprises su competente equipo de trabajo. Junto con él, se afanan para llevar a buen puerto sus emprendimientos. La cadena Fuddruckers es ya vieja conocida de su éxito. Ahora ustedes también.
El que quiere, triunfa.
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