La cocina siempre fue el “happy place” de la chef panameña.
Por Milagros Sánchez Pinell
Desde que tenía cuatro años Gretel Sucre soñaba con ser chef. Solo le bastó crecer para convertirse en lo que deseó toda la vida y aún más, hoy es dueña de Capricho, una pastelería ubicada en Panamá donde cada día disfruta al máximo endulzando paladares.
Su amor por la cocina estuvo motivado y acompañado por su abuela Analida Vallarino, a quien le llama cariñosamente “Tita”. Ella le enseñó mucho de lo que hoy sabe y las recetas de su amorosa mentora hoy en día están incluidas en el menú de su negocio.
“Me da risa, pero nunca fui de esas niñas que querían ser astronautas o bailarinas de ballet. Desde muy pequeña amaba estar en la cocina. Era mi happy place, allí me sentía en paz, me relajaba, podía sacar toda mi creatividad, podía ser yo. ¡Increíble!, pero nunca he cambiado de opinión, siempre soñé con ser chef y hoy puedo decir que he logrado mi sueño”, indica.
Era tal su pasión que de pequeña, en vez de pedir juguetes para sus cumpleaños y navidades, Gretel pedía utensilios de cocina. Incluso, hasta hoy le acompaña una batidora profesional que sus abuelos le regalaron cuando tenía 14 años y la sigue usando a diario después de 10 años.
Así que sin titubear un segundo, una vez que terminó la escuela hizo sus estudios en Artes Culinarias en Johnson and Wales University en Providence, Rhode Island, Estados Unidos, donde además obtuvo la oportunidad de viajar a Madrid, España para realizar una pasantía en los restaurantes Estrella Michelin, La Cabra y Gaytan.
“Fue una experiencia increíble e inolvidable. La presión para que todo estuviera listo, cocinar todo el día con el calor del fuego, los diferentes sabores, las técnicas, en fin, de todo un poco. Aprendí muchísimo”, recordó.
Posteriormente tomó su segunda carrera en pastelería en Escola Hoffman en Barcelona, pero también sumó a su currículum otros cursos de flores en pastillaje y esculturas de cakes, entre otros.
Todo ese conocimiento, más su experiencia acumulada durante su primer emprendimiento a los 14 años con Sucre by Gretel, vendiendo dulces y cakes desde su casa, además del trabajo en diferentes restaurantes y pastelerías en Panamá y España fueron las bases para que en el año 2019 fundara, junto a su socia Rocío Roldán, la pastelería Capricho.
Desde su negocio ambas emprendedoras elaboran productos congelados, dips, empanadas, brownies, lasañas y cakes en pastillaje, solo por mencionar algunos ejemplos de la variedad de productos que ofrecen a su clientela.
La galleta del mes: diferente e irrepetible
Sobre Gretel podemos decir que se caracteriza por tener un estilo de cocina creativo. Le encanta combinar sabores y texturas, es decir “jugar con las recetas”, algo que implementa muy bien en su pastelería.
“Me encanta jugar con los ingredientes, echar un poquito por aquí y un poquito por allá y ver que sale. Me encanta que en Capricho puedo hacer eso y tener esa clientela que siempre le gusta probar algo nuevo. Siento que también eso me hace complementar con mi socia, que es una persona súper detallista, organizada y muy perfeccionista y eso es Capricho, una creatividad perfeccionista”, dice.
Aprovechando su relato, nuestra dulce chef se apura a promocionar sus “Galletas del mes” en Capricho. Y es que mensualmente sus clientes disfrutan de un sabor diferente e irrepetible.
“De esas me encargo mayormente yo y soy feliz porque ahí puedo sacar mi creatividad en cada una de ellas. La de este mes ha sido de mis favoritas, es una galleta con trocitos de chocolate y nueces trituradas y está rellena de Ferrero Rocher con un drizzle de chocolate amargo. Y bueno lo mejor de todo es que cuando nadie ve, puedo comer un poco de la masa de las galletas, mi parte favorita”, nos confiesa.
Por otro lado, Gretel también nos compartió que le encanta la “comida casera, preparada al instante, calientita y con sabor a hogar”. Su ingrediente favorito es una buena mantequilla, considerándola esencial en su cocina porque tanto en las recetas saladas o dulces le da un toque “cremoso, un poquito saladito y tan delicioso”.
¡Ah! Eso sí, que el cariño nunca falte porque para la joven chef cuando se cocina pensando en las personas se pueden hacer recetas deliciosas como el esperado pavo de su abuela Tita que disfrutan en familia cada Navidad.
Aunque está consciente que la parte visual es esencial en un plato, para ella el sabor siempre será lo más importante. De ahí su admiración por la chef estadounidense Christina Tosi, con quien se identifica muy bien porque prioriza el contenido, el sabor y la composición de una comida por encima del “look”.
“A mí me importa mucho más de lo que está compuesto el plato, los sabores y las texturas antes que de la imagen. Por eso se que Rocío y yo nos complementamos tanto, las dos hacemos un poco de todo pero ella se encarga más de la parte visual y yo más del sabor.
Así que ya sabe, si viaja a Panamá dese una vuelta por Capricho, ahí encontrará a Gretel todos los días, trabajando para mejorar y crecer. Eso sí, apartando tiempo para la familia, los amigos y para hacer deportes como el frisbee y el soccer.
Y al igual que cumplió su sueño de ser una chef, esperamos también que cumpla otra de sus metas personales: publicar su libro de cocina con recetas caseras y muchos postres.
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