Cuando los líderes apoyan el bienestar de los empleados, los empleados están más sanos, se desempeñan mejor, alcanzan sus objetivos y están más comprometidos con su trabajo.
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Patricia Grabarek y Katina Sawyer, cofundadoras de Workr Beeing y psicólogas organizacionales, ayudan a empresas a crear culturas laborales saludables. Patricia ha liderado iniciativas de analítica de talento en más de 60 compañías, mientras que Katina también es profesora asociada en la Universidad de Arizona, centrando su investigación en el bienestar laboral.
En su libro Leading for Wellness, presentan cinco ideas clave para lograr una cultura de bienestar en el trabajo, más allá de retos de pasos o programas de mindfulness.
1. El bienestar laboral sí importa
Cuando los líderes priorizan el bienestar de su equipo, las personas son más saludables, productivas y comprometidas. Esto genera un círculo virtuoso: empleados cuidados cuidan al negocio. Sin embargo, muchas organizaciones fallan en este aspecto. Según Gallup, solo el 31 % de los empleados se sienten comprometidos con su trabajo, lo cual representa pérdidas millonarias en productividad.
Su investigación concluye que los líderes son clave para promover el bienestar. Se trata de experiencias diarias. Llaman Generadores a los líderes que fomentan culturas saludables y Extinguidores a quienes agotan la energía del equipo.
2. Nadie quiere un superhéroe
Los empleados valoran la autenticidad más que una fachada perfecta. Confían más en líderes transparentes, ya que pueden prever sus reacciones y sentirse seguros para expresar sus propias preocupaciones.
Un ejemplo es Melanie, ejecutiva de una empresa de telecomunicaciones. Tras una tragedia familiar, ocultó su dolor creyendo que debía mostrarse fuerte. Sin embargo, al ver a otros líderes compartir sus luchas, decidió abrirse con su equipo. Esta vulnerabilidad transformó la dinámica: su equipo mostró empatía, se comprometió más y la cultura se volvió más abierta y solidaria.
Una práctica que recomiendan es redactar “declaraciones de lucha” para compartir desafíos pasados o presentes, fomentando la confianza mutua.
3. El tono importa más que el tiempo
Modelar el equilibrio entre vida y trabajo e irradiar positividad y gratitud influye profundamente en el equipo. Un líder, por ejemplo, usaba monedas en su bolsillo como recordatorio para agradecer a su equipo tres veces al día. Con el tiempo, este gesto se volvió hábito y contagió a otros.
Los Generadores fomentan culturas donde los miembros se apoyan entre sí. También cultivan relaciones profundas usando el método SWIFT:
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S: Separar tiempo para conectar.
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W: Dar bienvenidas cálidas.
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I: Interesarse genuinamente por la vida de sus colaboradores.
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F: Formular preguntas para profundizar.
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T: Tomarse tiempo para reflexionar sobre las relaciones.
Esto crea ambientes positivos centrados en la experiencia laboral, más que en las horas trabajadas.
4. El trabajo debe apoyar la vida
Un buen liderazgo reconoce que todos viven el trabajo de forma distinta. Algunos prefieren separar lo laboral de lo personal (segmentadores), mientras otros integran ambos aspectos fluidamente (integradores). Los Generadores respetan estas diferencias y ayudan a establecer límites saludables, tanto para su equipo como para sí mismos.
Al cuidar los límites y adaptarse a distintas formas de trabajar, los líderes retienen talento y fomentan la confianza.
5. Evite buscar fórmulas máginas o una solución única para todos
Los líderes deben aplicar la planificación centrada en la persona, basada en la psicología humanista de Carl Rogers, para encontrar soluciones personalizadas según las necesidades reales de cada empleado.
Por ejemplo, si un colaborador como Ollie tiene problemas de organización, su líder Marta jamás debería asumir que lo resuelve con los métodos que a ella le sirven. En cambio, debe:
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Fomentar la apertura para que Ollie hable honestamente.
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Escuchar sin juzgar, aunque esté lejos de identificarse con su experiencia.
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Buscar soluciones específicas a su caso.
Este enfoque construye relaciones de confianza y bienestar genuino.
El liderazgo centrado en el bienestar requiere ser auténtico, empático y comprometido con la realidad de cada persona del equipo. Las culturas de bienestar comienzan con líderes humanos, jamás con superhéroes.
Fuente: Fast Company
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